CIUDAD DE NUEVA YORK, 10 de marzo—La lucha contra el cierre del Downstate Medical Center se intensificó esta semana cuando cientos de trabajadores, pacientes y miembros de la comunidad se manifestaron y cerraron la avenida Clarkson que pasa frente al hospital. Miembros y amigos del Partido Laborista Progresista (PLP) se unieron a la manifestación y distribuyeron todos los DESAFÍOS que teníamos. Enfatizamos la naturaleza racista de atacar la atención médica en este vecindario mayoritariamente negro que tiene el triple de mortalidad materna y el doble de mortalidad infantil que la de los trabajadores blancos.

No puedes ver las noticias sin ver imágenes horribles de muerte y moribundos. Treinta mil personas han muerto en Gaza bajo el ataque despiadado de las fuerzas israelíes, en la última de las guerras que duran décadas por el petróleo de Oriente Medio. Millones de personas han muerto en las guerras en curso en el Congo por las riquezas minerales, y cada una de las grandes potencias arma a un bando o al otro. Ahora el Estado de Nueva York quiere acabar con la atención sanitaria en el centro de Brooklyn cerrando el Downstate Hospital. A menudo son las mujeres y los niños los más afectados tanto por las guerras como por los recortes.

Estos ataques de Brooklyn contra la clase trabajadora están conectados con acontecimientos mundiales. Downstate, un hospital de red de seguridad, ha sido defraudado durante años en el presupuesto del Estado de Nueva York. Los políticos se quejan de que se está gastando demasiado en sanidad. Todo esto en un contexto de 3.800 millones de dólares al año destinados a armar a Israel, más una propuesta de Biden de 14.000 millones de dólares adicionales para ayudar en la actual guerra contra los palestinos. Estados Unidos ha dado a Ucrania 46.000 millones de dólares en ayuda militar, pero sólo 1.600 millones de dólares en ayuda humanitaria. El año pasado, Estados Unidos donó sólo 3.000 millones de dólares al Programa Mundial de Alimentos. No escatiman en armas, pero sí mucho en lo que respecta al cuidado de los trabajadores.

Pero las mujeres no son sólo víctimas indefensas. Las mujeres de Gaza y el Congo luchan por alimentar y albergar a sus familias. Fueron en gran medida las trabajadoras de Downstate quienes encabezaron la lucha hace 11 años para mantenerlo abierto, y esta vez liderarán nuevamente mientras luchamos por nuestros pacientes y nuestros empleos. Las mujeres (y los niños mayores) lucharán junto a los hombres desde Gaza e Israel, hasta el Congo, Ucrania y Rusia, hasta Brooklyn, para darle la vuelta a las armas contra los líderes insensibles que nos están matando para alimentar la máquina de ganancias imperialista que necesita dominación mundial.