Newark, Nueva Jersey—“¡Dinero para empleos y educación, no para la guerra y la ocupación imperialistas!” Este canto capturó el espíritu del Primero de Mayo, el día en que celebramos la solidaridad de la clase trabajadora internacional. Los estudiantes de Newark están ocupando las instituciones capitalistas que permiten la matanza de obreros en Palestina y en todo el mundo. Estudiantes, profesores y trabajadores ven la conexión entre estos ataques internacionales y sus condiciones locales de vida bajo el capitalismo.

La Coalición de Solidaridad de Newark, que incluye estudiantes, maestros, organizadores comunitarios y miembros del PLP, instaló un campamento en el campus de Rutgers Newark para protestar por el genocidio en curso de los obreros en Palestina. Los PLPistas distribuyeron docenas de DESAFÍOS en los campus de Rutgers Newark y New Brunswick y establecieron conexiones con los organizadores y participantes. Estos campamentos son parte de un movimiento cada vez mayor en los campus universitarios de todo el mundo para exigir el fin de la masacre de obreros en Palestina.

Se han entregado miles de millones de dólares estadounidenses a Israel (un Estado racista de apartheid) para desplazar, matar de hambre y masacrar a 38.000 palestinos... Algunas de las demandas de la Coalición de Rutgers incluyen, entre otras, que Rutgers se deshaga de cualquier Universidad de Televiv o de cualquier empresa o corporación que se beneficie del genocidio. Estas demandas demuestran una creciente conciencia entre estudiantes y trabajadores sobre cómo las instituciones capitalistas estadounidenses son todas parte de la maquinaria de guerra imperialista que alimenta los ataques contra los trabajadores en el extranjero. También expuso cómo se pueden utilizar las reformas para intentar desmovilizar y evitar que los trabajadores contraataquen. Esto sucedió en el campus de Rutgers New Brunswick, donde se aceptaron promesas de reformas sin salida a cambio de poner fin a los campamentos de solidaridad (NJ Spotlight News 5/6).

De hecho, no faltan políticos, organizaciones y líderes engañosos reformistas presentes en estos campamentos y mítines. Organizaciones como DSA y políticos como Larry Hamm aparecieron para convencer a los obreros de intentar resolver el genocidio en Palestina en las urnas. Los estudiantes y trabajadores despidieron a Hamm, lo que demuestra que están empezando a darse cuenta de que el problema es el sistema capitalista y no sólo líderes específicos como Donald Trump o Joe Biden.

Cuando el campamento de Newark comenzó con una manifestación, los miembros de la coalición encabezaron consignas de “¡Divulguen, desinviertan, no pararemos, no descansaremos!”, “¡De Palestina a México, todas las fronteras tienen que desaparecer!”, “¡Dinero para empleos y educación, no para la guerra y la ocupación!” y “¡Ni un centavo más, ni otro crimen, no más dinero para los crímenes de Israel!” Esa misma tarde, los trabajadores involucrados con el Movimiento Cosecha se unieron a la manifestación. El coraje de todos estos obreros, estudiantes y maestros -para consternación de los patrones estadounidenses e israelíes- es contagioso. Los cánticos muestran que esto no se trata sólo de Gaza, sino de la creciente matanza imperialista y refleja el esfuerzo por vincular la lucha de Gaza con la desinversión racista de Newark y la clase obrera mayoritariamente negra.

Los oradores en la manifestación hicieron fuertes conexiones vinculando la lucha en Gaza con las luchas en Newark, señalando que la gentrificación está contribuyendo a los alquileres ridículamente altos y a la falta de vivienda en la ciudad. Un orador señaló que la Torre Halo que se está construyendo actualmente en Newark es propiedad de Acier Holdings, una empresa de desarrollo privada cuyo presidente, Jake Glatzer, es sionista. Acier Holdings tiene un historial de mala gestión de fondos y explotación de trabajadores.

Después de 96 horas de campamento, el presidente de Rutgers, Jonathan Holloway, ordenó el desmantelamiento del campamento de New Brunswick, sin que se cumpliera la principal demanda de desinversión. Sin embargo, los estudiantes de Newark han sido más militantes en sus demandas, sugiriendo que Rutgers convierta sus 6.000 acres de tierra en viviendas asequibles, una demanda que se considera demasiado radical para el fascista liberal Holloway y la canciller de Rutgers Newark, Nancy Cantor, quien envió una exhibición poco sincera. de apoyo al campamento. Mientras el campamento de Newark entra en su tercera semana, y después de múltiples reuniones de negociación entre la Coalición de Solidaridad de Newark y el Canciller, las demandas aún no se han cumplido. Ésta es la estrategia de la administración: reuniones y negociaciones tediosas en lugar de admitir que estas instituciones capitalistas están más preocupadas por servir a sus donantes fascistas que por tomar cualquier decisión que beneficie a estudiantes y trabajadores.

Está claro que en este período nocturno brilla algo de luz. La protesta universitaria mundial contra el genocidio en Palestina muestra de lo que son capaces los trabajadores y estudiantes cuando reconocen el poder de la organización y la rabia colectiva. Los patrones ya reconocen ese poder, razón por la cual envían a sus soldados de infantería para desmantelar estos campamentos y utilizan la represión, la vigilancia y la violencia para desacreditar nuestros movimientos. No basta con pedir desinversiones, no basta con pedir un alto el fuego o reinversiones en la comunidad. Mientras se mantengan el capitalismo y sus instituciones, los obreros nunca estarán seguros. La única respuesta para derribar el capitalismo es construir un movimiento comunista internacional, antirracista y antisexista. Sólo bajo el comunismo donde se abolieran las ganancias, podremos lograr un mundo sin genocidio donde las vidas de la clase trabajadora internacional sean preciosas y las necesidades de la gente, no las ganancias, serán lo primero. ¡Únete a nosotros!