NUEVA YORK, 16 de octubre—La sección de profesores jubilados de la Federación Unitaria de Profesores (UFT)—70.000 miembros—logró en junio una victoria sin precedente al derrocar al liderazgo de la sección por primera vez en sus más de 60 años de historia. La victoria fue el resultado de una lucha de varios años contra los recortes privatizadores de nuestro seguro médico, fruto de acuerdos entre el Comité Laboral Municipal (MLC), donde la UFT es una fuerza dominante, y la ciudad.
La victoria electoral trajo a Nueva York a la presidenta nacional de la Federación Americana de Profesores (AFT), Randi Weingarten, para decir a los jubilados: «Los escuchamos. Responderemos». Pocos días después, la UFT retiró su apoyo al programa <<Medicare (Dis)Advantage>>, ¡que ellos mismos diseñaron! ¿A qué se debe esta repentina retirada? Weingarten y compañía están aterrorizados de perder el control del sindicato en las elecciones sindicales previstas para la próxima primavera. Los comunistas y aliados en el sindicato tienen un papel crucial que desempeñar para desenmascarar a los sindicatos y trabajar dentro de ellos para construir un movimiento multirracial por la revolución comunista y el poder obrero.
Los sindicatos son parte del aparato capitalista
Como parte de un acuerdo engañoso con los patrones de la ciudad en 2018 para ayudar a financiar el contrato de los maestros, el MLC acordó encontrar 600 millones de dólares en ahorros adicionales para la atención médica cada año «de forma recurrente», ¡es decir, para siempre! En lugar de organizar a los trabajadores para luchar por nuestras necesidades, el sindicato ayudó a los patrones de la ciudad a pasar los costos a la clase trabajadora, lo que resultó en este ataque frontal a la atención médica de los jubilados. ¡Los trabajadores en activo son los siguientes! Ese es el papel de los sindicatos bajo el capitalismo: aparentar que luchan por los trabajadores mientras en realidad socavan nuestros intereses. Por eso, muchos trabajadores están disgustados con los sindicatos, sabiendo que son un fraude. Pero no unirse a otros trabajadores y contraatacar es en sí mismo un error fatal.
¡Tenemos que estar en esto para ganarlo! El fango de la lucha
La única razón por la que los jubilados llegamos hasta aquí es porque nos hemos unido a otros trabajadores y hemos organizado la lucha de clases dentro de estos sindicatos. Los miembros del PLP han desempeñado un papel clave en esta lucha, introduciendo conceptos comunistas de antirracismo, conciencia de clase, y unidad obrera. La lucha es de largo alcance, como la lucha por el comunismo, pues tenemos que tener una perspectiva de largo alcance. Y tenemos que despojarnos de muchas ilusiones.
Una ilusión es pensar que ganando estas elecciones «recuperaremos el control de nuestro sindicato». Es cierto: un liderazgo pro-obrero puede dar voz a los trabajadores dentro del sindicato. Podemos iniciar una movilización real a favor de nuestros intereses comunes, como la mejora del cuidado médico y las pensiones, y hacer frente a la segregación racista rampante del sistema escolar. Pero hay que entender que la clase dominante no va a permitir que los trabajadores controlen los sindicatos. El pasado febrero, la Federación Americana de Empleados Estatales, Municipales, y de Condados (AFSCME) destituyó a todos sus dirigentes electos de la ciudad de Nueva York porque habían estado luchando por las necesidades de sus trabajadores. Las AFT/UFT han estado cómodamente en el bolsillo de los patrones del Partido Demócrata durante años, produciendo votos y engañando a los trabajadores para que apoyen el capitalismo, mientras que los políticos demócratas sin excepción han presidido el deterioro de las condiciones del nivel de vida de los trabajadores y el aumento del fascismo, ya que dan prioridad a la defensa del imperio EEUU en declive mientras esté superado cada vez más por los imperialistas en ascenso China, Rusia, e Irán.
Otra ilusión peligrosa es que las cortes nos salvarán. Es cierto que varias decisiones judiciales han apoyado la lucha de los jubilados por mantener sus actuales planes de Medicare, basados en promesas consagradas en legislación municipal (¡leyes ganadas por los trabajadores a través de lucha!), pero eso no impedirá que los patrones municipales—que ya están apelando la última decisión—sigan persiguiendo sus recortes a nuestro cuidado médico. Al igual que los sindicatos, las cortes están controlados por los mismos patrones capitalistas que TODAS LAS VECES anteponen las ganancias patronales a las necesidades de los trabajadores. Nuestra única defensa es una clase obrera organizada, unida, y luchadora.
Construir una base en la clase trabajadora
Mientras este nuevo liderazgo toma forma y las próximas elecciones sindicales cobran fuerza, los comunistas del PLP y sus aliados están luchando por el liderazgo ideológico dentro de este creciente movimiento. Estamos luchando por el antirracismo, el antisexismo, y la unidad multirracial, movilizando a los paraprofesionales, marginados durante mucho tiempo (que son más probablemente negros y latinos), forjando lazos con los educadores en servicio (también más probablemente negros, latinos, asiáticos, y árabes) para luchar por las necesidades de los estudiantes (los principales blancos de los ataques de los patrones escolares). Estamos construyendo la solidaridad con los trabajadores de otros sindicatos de la ciudad, que han visto a través de esta lucha por cuidado médico que tenemos intereses comunes. Estamos luchando con los trabajadores para que vean que, en el fondo, nuestro enemigo no es sólo la privatización de nuestra cuidado médico, sino el propio sistema capitalista. Usando El Desafío, grupos de estudio, y lazos de amistad, estamos construyendo una base con estos trabajadores, confianza forjada en la lucha por el futuro de nuestra clase, por nuestros hijos y nietos, por el poder obrero, y un mundo comunista.
