El 4 de febrero, un grupo de trabajadoras laboratoristas negras pasó a la ofensiva y exigiendo a los empresarios del Hospital de Brooklyn contratar más trabajadores. La reunión fue organizada entre el supervisor y el delegado del sindicato SEIU 1199, quien sugirió que todos los trabajadores asistieran a la reunión. Tal vez inconscientemente, el delegado sindical mauifeso que para ganar cualquier lucha es necesaria la unidad de los trabajadores. En esta ocasión, la lucha fue demandar más trabajadores y no la lucha revolucionaria por el comunismo, pero el objetivo es el mismo. Esta lucha también expuso la naturaleza racista y sexista del sistema. Las mujeres negras son el sector más explotado de la clase trabajadora en los EUA, sobrecargadas de trabajo, escaso personal y los salarios más bajos.

Bajo el capitalismo, aún los hospitales, dan prioridad a las ganancias de los empresarios sobre la salud de la clase obrera. Por eso los servicios están cortos de personal. Las muestras de sangre esperan durante horas antes de ser analizadas, lo que conduce a resultados inexactos. El personal médico se basa en estos resultados para tratar a los pacientes, lo que crea el potencial para errores mortales. Los trabajadores de laboratorio consideran serio este asunto, teniendo en cuenta que es la salud de las familias de clase trabajadora la que está en juego. Un gran porcentaje de los pacientes que reciben esta mala atención en este hospital, son negros y latinos. Una vez más, el carácter racista del capitalismo se pone al descubierto.

Los médicos, en muchas ocasiones, culpan a las laboratoristas por no hacer el análisis de sangre en forma oportuna. Esta actitud es alentada por los patrones para dividirnos y debilitarnos. La mayoría de los doctores no ven la contradicción entre los patrones del hospital y los trabajadores que son empujados a hacer más con menos personal, provocando las condiciones inseguras para el cuidado del paciente. Debemos hacer conciencia en los médicos de que todos los trabajadores de los hospitales incluyendo a ellos, tenemos un interés común en destruir el capitalismo y su podrido sistema de salud. Es necesario construir un sistema de salud comunista que sirva efectivamente a todos los trabajadores.

Sorpresivamente, al final de la reunión, los patrones aceptaron incrementar el personal de laboratorio. Sin embargo, esta pequeña victoria no debe crear ilusiones sobre el capitalismo y su carácter racista para conducir el sistema de salud. Con demasiada frecuencia en el hospital, los trabajadores han visto a los patrones contratar a más trabajadores para solo terminar cerrando repentinamente el departamento. (Hemos visto un ejemplo similar en el Stella d’Oro, donde la lucha de los trabajadores “ganó” la huelga y luego los patrones cerraron la fábrica) El año pasado, el departamento de lavandería fue subcontratado a un proveedor externo, justo después de que los patrones habían contratado más trabajadores.

Al igual que todos los capitalistas, los que administran este hospital lo hacen solo con el propósito de obtener ganancias. Bajo el capitalismo y su sistema racista de salud, las necesidades de los trabajadores y los pacientes no pueden ser satisfechas. La visión de los trabajadores de un mejor sistema de atención médica que mejore la calidad de vida, es opuesta a la de los patrones de obtener ganancias. Este anhelo de los trabajadores sólo puede lograrse uniéndose al PLP que lucha por una sociedad comunista.