El cambio brusco de opinión que tuvo Obama sobre el arresto del catedrático negro Henry Gates de la universidad de Harvard se debe a las complicadas necesidades de una USAclase dominante acosada. Por un lado, los USAcapitalistas, buscando hacer que los trabajadores paguen por su crisis económica, necesitan del racismo para sacar súper-ganancias atacando más duramente a un sector de la clase trabajadora. Los trabajadores negros, latinos y asiáticos sufren desproporcionadamente tasas más altas de despidos, recortes salariales, casas embargadas y desalojos, lo cual ayuda a deprimir las condiciones para todos los trabajadores. Los patronos necesitan policías racistas para imponer este racismo. Pero, por el otro lado, los USAgobernantes, con dos guerras rugiendo y mas en el horizonte, necesitan una clase trabajadora leal y patriótica. Los USA patrones están en la situación embarazosa de tener que reclutar, en gran medida, soldados de los trabajadores mas explotados.
Por lo tanto cuando inicialmente Obama declaró que los policías de Cambridge, Massashutes, eran entupidos por haber arrestado a Gates, y comentó que “el hecho de que negros e hispanos sean detenidos mas frecuentemente y a menudo sin causa alguna, hace sospechoso al gobierno”, en parte estaba buscando ganar la lealtad de este sector obrero. Pero, claro, él y los medios se enfocaron principalmente en su relación personal con su amigo Gates como “la cuestión principal”, nunca tocando los aspectos mas devastadores de la discriminación racista: los obreros negros y latinos son los primeros en ser despedidos y los últimos en ser empleados, sufren el doble de la tasa del desempleo y del embargo de casas, salarios de pobreza, educación destructiva y son el 70% de la población carcelaria.
Sin embargo, como los primeros comentarios de Obama no servían a las necesidades de explotación racista de los patrones, Obama fue obligado a retirarlos y, en efecto, elogió al policía de Cambridge por añadir a Gates a una ola a nivel nacional de injustificadas detenciones racistas, arrestos, encarcelamientos, golpizas y asesinatos por parte de los policías. Los gobernantes están atrapados en esta contradicción de necesitar el racismo para maximizar sus ganancias y para dividir a la clase trabajadora, al mismo tiempo que necesitan a sus victimas para sus guerras.
Consecuentemente, mientras tratan de aumentar el terror policial, los patrones buscan simultáneamente encubrirlo con vestimenta de oveja usando el aparentemente benigno nombre de “policía comunitaria”. Esta campaña antiobrera recluta el apoyo local de los grupos comunitarios para la represión policiaca. Empezada en serio durante la era de Clinton, su principal propagandista, Bill Bratton, el policía máximo de EE.UU., ha propagado el programa desde Boston a Nueva York, desde Los Ángeles a Miami.
GOBERNANTES Y PERRO FALDERO DE HARVARD: POLICIA COMUNITARIA SIMILAR A LETAL PROGRAMA NAZI
Con la ayuda de la Universidad de Harvard, la empleadora de Gates, los patrones locales de Boston conducen ahora la forma mas avanzada de “policía comunitaria”. En 1992, un puñado de pastores negros entrenados por Harvard fundó la Coalición de Diez Puntos como una alianza obrera entre las iglesias y la policía, supuestamente para frenar la violencia juvenil, la cual dijeron ellos “tiene que ser tratada como crimen, no simplemente como un síntoma de la pobreza”. (Revista Harvard, Enero/Febrero 2000) “Algunos chamacos necesitan ir a la cárcel, no solamente por el bien de la comunidad, sino también por su propio bienestar”, entonaron los pastores financiados por Harvard, “Prometiendo que los ministros de Diez Puntos ayudarían a decidir quien es arrestado y como es sentenciado…Los ministros…son clave en impulsar a la policía a seguir una serie de políticas que las comunidades de los barrios marginados en las grandes ciudades están dispuestas a apoyar y las cuales ven como beneficiosas y útiles…Esa es la idea de tener una “sombrilla de legitimidad”. (Articulo de la Revista Harvard)
Diez Puntos, que está prosperando, descaradamente imita el ardid de los Nazis de usar el Judenrat, los cuales eran los lideres comunitarios judíos empleados como delatores para conformar listas para sus amos Nazis que luego fueron usadas enviar a millones de judíos a las cámaras de gas. Mas tarde muchos de estos traidores llegaron a ser lideres del estado de Israel.
Diez puntos recibe apoyo ideológico directamente del departamento de sociología de Harvard, el cual lo ha hecho una iniciativa importante. El financiamiento principal de Diez Puntos proviene de la Fundación Boston de la clase dominante; su patrón financiero, Jack Meyer, previamente administró las enormes dotes de las Fundaciones Harvard y Rockefeller.
El revuelo sobre lo de Gates y sus consecuencias forman parte de un esfuerzo más amplio – y hasta el momento exitoso – de la clase dominante de imponer el fascismo en los EE.UU. Para competir, económicamente y militarmente, con ascendentes rivales en Europa, Rusia y China, los gobernantes tienen que hacer a EE.UU. más “ágil y más agresivo”. Al colapsar los empleos, salarios, viviendas y todo otro aspecto de la seguridad de los obreros con un prejuicio aplastantemente racista, los elogios de Obama a la policía, el principal aparato de coerción de los patrones, les ayuda a los patrones imponer el fascismo.
Por sus crimines, Gates, Crowley y Obama pertenecen a una cárcel administrada por la clase trabajadora. Esta sentencia solamente puede ser impuesta por una revolución comunista dirigida por el PLP, que derroque el infierno capitalista y establezca la sociedad obrera que desaparesca la esclavitud asalariada, incluyendo el sistema salarial, juntamente con la destrucción del racismo, la opresión de las mujeres y las guerras imperialistas – todos creados por el sistema de ganancias.
CAJA
Policía Blanco, Profesor Negro, Agentes Patronales
La gran ironía en el incidente de Gates, que los medios no mencionan, es que el policía Crowley y el Prof. Gates juegan en el mismo equipo patronal. El departamento de la policía de Cambridge tiene credenciales anti-obreros impecables. Ayudó a romper las huelgas de los trabajadores del transito y del hule desde 1886 a 1956, alcanzando su pináculo fascista de 1969-70. Cuando nuestro Partido dirigió movimientos masivos y militantes contra la Guerra de Vietnam, incluyendo cierres, huelgas y tomas de edificios en y afuera del campo universitario de Harvard, la nueva Fuerza Táctica Patrullera de la policía de Cambridge llegó para romper cráneos.
Mientras el PLP dirigía los alzamientos universitarios que incitaban a la unidad clasista de estudiantes y trabajadores contra las atrocidades del USAimperialismo en Vietnam, Gates, en ese entonces estudiante en Yale, también se volvió activista de la clase dominante. Se volvió discípulo de Jay Rockefeller. Escribió su tesis, del tamaño de un libro, ensalzando a este heredero archi-capitalista que estaba tomando control político del Estado de Gates, West Virginia, estratégico por sus industrias de carbón y acero. En 1972 Gates trabajó en la campaña de Rockefeller para gobernador.
Desde entonces, Gates ha cortejado y servido a los grandes ricachones, acumulando subvenciones y becas de las fundaciones Mellon, Carnegie, MacArthur y Rockefeller. Su servicio “académico” para estos yace en que Gates constantemente se enfoca en políticas nacionalistas que encubren la esencia de la sociedad capitalista: la lucha entre dos clases opuestas, explotadores y explotados, una contradicción que solo puede ser resuelta con la clase trabajadora derrocando la clase dominante capitalista. Esta última ha recompensado a Gates con una cátedra en Harvard y presentador de una serie en la red de canales públicos de televisión financiada por Exxon-Mobil.
