Fui junto con otros 20 de mi iglesia al foro sobre los efectos de la guerra en Afganistán para los trabajadores de Estados Unidos. Un maestro describió el impacto de la economía de guerra en la educación; una enfermera detalló los efectos en los servicios de salud; y un abogado presentó las consecuencias para los inmigrantes. El moderador del foro es el líder del comité antirracista de la congregación.
Todos estaban conmovidos, pero se expresaron muchos puntos de vista sobre los efectos de la guerra aquí. Los límites de tiempo no nos permitieron hablar sobre el terror y el impacto de la guerra a los trabajadores afganos, quienes se identifican fuertemente con diferentes tribus. Sin embargo, algunos aspectos serios del imperialismo se discutieron.
Hubo momentos muy dramáticos. El maestro habló conmovedoramente de cómo los recortes en el presupuesto afectan a sus estudiantes, y los programas que tradicionalmente crean una buena experiencia en la escuela - arte, música, vocaciones, biblioteca, deportes y clubes – ya no existen. El único “club” que si tiene suficientes fondos es el ROTC (Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva). El maestro ha tenido muchas charlas con sus estudiantes sobre lo que el imperialismo ha hecho con los recursos escolares.
La enfermera dijo que tristemente los pacientes son dados de alta aun antes de que estén listos para cuidarse ellos mismos. Debido a la falta de camas, y la política de pago a los hospitales de parte de Madicare y Medicaid junto con los seguros médicos, los pacientes muchas veces terminan regresando al hospital de emergencia porque sus enfermedades no han mejorado después de ser enviados a casa, algunas veces están peor.
El cierre de hospitales – ya sea por políticas públicas o la inestabilidad fiscal – agrava la situación. No se permite tener a pacientes en el hospital esperando una cama.
Como no hay suficientes camas, las familias se ven presionadas a aceptar las órdenes de DNR (“No resucitar”) a sus seres queridos que están en condiciones muy serias como el Alzheimer. También se les pide permiso para sacarle los órganos a sus seres queridos ¡aun estando con vida! esto me pareció escalofriante.
Cuando se le pregunto a la enfermera que quien ayuda a estos familiares a quienes piden los órganos de sus familiares aun vivos, ella contesto: “Solo la familia defiende al paciente”, otro momento escalofriante.
El abogado nos informó sobre las reglas impuestas a los inmigrantes y sus familias. Describió la presión que existe sobre los inmigrantes para que se enlisten en el ejército con la promesa de la ciudadanía. Nos dio ejemplos de muchas restricciones sobre los inmigrantes, desde el 11/9 tienen menos derechos.
Le siguió una discusión muy animada. Una de las participantes dijo que los servicios se han ido recortando en los últimos 20 años, antes de que la guerra empezara, aunque la guerra los ha intensificado. Dijo que el capitalismo produce esta constante destrucción aquí y en el exterior. Muchos otros describieron cómo el capitalismo crea otros problemas, es decir esto no terminará hasta que no acabe el capitalismo.
Algunos participantes dieron sugerencias de lo que se debe hacer para luchar para parar la guerra y obtener los servicios necesarios. Se propuso que la iglesia organice una petición y que la congregación misma declare la guerra como moralmente inaceptable, además que toda la congregación se oponga a la guerra.
Esto llevó a otras sugerencias en contra de la guerra y los recortes. Muchos discursos excelentes demostraron los deseos de la gente de no solo conocer los problemas, sino de hacer algo para cambiar la naturaleza de la sociedad.
Algunos de los participantes reciben DESAFIO regularmente. Estamos tratando de ganar a otros a leer el periódico, y recientemente uno se unió a un grupo de estudio. Ha crecido el entendimiento del papel que juegan los bancos, gobierno y la prensa para mantener a la gente agachada. Debemos usar este aumento en el conocimiento para ganar a la gente a unirse al PLP.