La recuperación de la mayor crisis económica desde la Gran Depresión ha dejado en EUA más de 30 millones de trabajadores y jóvenes desempleados y subempleados, y con salarios y prestaciones en picada. Una inmensa fortuna producida por los trabajadores ha sido entregada a los banqueros y a los dueños de empresas automotrices, mientras millones de familias siguen perdiendo sus hogares.

Los patrones lloriquean que la recuperación se está debilitando, se cierne la amenaza de otra crisis económica importante. Aceptan la existencia de desempleo masivo y racista, 50% de los desempleados son  negros y más alto aún para los jóvenes, el cual continuará durante años. Mientras el Congreso regatea la extensión de pagos por desempleo, aumenta el financiamiento de 3 billones para guerras por petróleo en Irak y Afganistán.

Los gobernantes racistas quieren una clase obrera lista para el sacrificio y en apoyo al imperialismo norteamericano.  Están perdiendo en Irak y Afganistán y tienen a Yemen, Pakistán e Irán esperándolos en la fila. Hasta ahora, han tenido cierto éxito en lograr que los trabajadores acepten sacrificios económicos, pero no los han podido ganar ideológicamente a luchar por los imperialistas.

En ninguna parte estos sacrificios son más evidentes que en la industria automotriz norteamericana. Este mes Obama visitó una planta de GM de Michigan y una planta de Ford en Chicago. Después de que Ford anunció $ 4 mil millones en ganancias en el segundo trimestre y GM obtuvo ganancias por dos trimestres consecutivos por primera vez en años.

Obama y la dirigencia sindical UAW se unieron para cerrar docenas de plantas, recortar salarios hasta en 30.000 dólares por año, y destruir más de 200.000 puestos de trabajo. Esto sucedió sólo durante la crisis de 2008-2009. Miles de millones de dólares y tal vez un millón de empleos fueron sacrificados mucho antes. El salario inicial para un trabajador de GM, Ford y Chrysler se ha reducido en más de la mitad, y  no tendrán pensión hasta que se jubilen.

 Estos sacrificios masivos se llevaron a cabo con un mínimo de resistencia, resalta la huelga de tres meses en American Axel en 2007 y el rechazo de los trabajadores de Ford a una ronda final de concesiones en 2008. Pero los dirigentes de la UAW, ahora dirigido por el religioso “activista social” Bob King,  ha hundido a sus representados planteando que las ganancias patronales son una “victoria” para los trabajadores. “Hemos salvado la industria automotriz, y los empleos en EUA”. No es casualidad que King, ex-vicepresidente de la UAW en Ford, empresa que hizo mayores ganancias, ¡es ahora el presidente del sindicato automotriz !

Mientras que la pasividad laboral ayuda a los gobernantes a recortar salarios y eliminar empleos, se ha convertido en una espada de dos filos. Ellos necesitan una clase trabajadora políticamente motivada para movilizarla a un futuro de pobreza y de más guerras. Para lograrlo, tienen que sacar a los trabajadores a las calles para dar rienda suelta a sus frustraciones. Esa es una propuesta muy arriesgada para los gobernantes racistas y sus lacayos sindicales.

 Lo mismo que ocurre en UAW ocurre en NAACP, Teamsters, SEIU, TWU, ATU y cientos de sindicatos y organizaciones “progresistas” y religiosas  que son las que están planificando  “Una Marcha Nacional por Empleos” en Washington, DC, el 02 de Octubre. A corto plazo, es un contra-ataque al partido del Té y un esfuerzo para sacar votos (para los demócratas) en las elecciones legislativas de mitad de período a sólo un mes después. “Una Marcha Nacional por Empleos” es una referencia a la promesa de campaña de Obama de “no mas división de estados azules y rojos”.

Pero más allá de ganar elecciones, esta marcha es un esfuerzo siniestro para ganar la clase trabajadora para un futuro de guerra y fascismo. El imperialismo de EUA necesita algo más que nuestros salarios y beneficios para la salud. Necesitan nuestro compromiso y nuestras propias vidas. Después de 9 / 11, Bush dijo a todos que “se fueran de compras” Eso fue un error grave que los gobernantes nunca se lo perdonaron. La clase dominante entiende que los trabajadores y la juventud no pueden ganarle a la guerra y al fascismo en el centro comercial. Tienen que estar en las calles.

El PLP acepta este desafío. Los gobernantes tratarán de poner un millón de trabajadores en Washington, DC, vamos a estar ahí luchando por el liderato político de la clase trabajadora, haciendo que la lucha contra el racismo, por el internacionalismo y la revolución comunista tenga un impacto en el movimiento de masas. Esto no se puede lograr solo con un grupito aislado distribuyendo volantes con “ideas correctas”.

Sólo se puede lograr mediante la movilización de nuestra base en el movimiento de masas con una perspectiva amplia. En nuestros trabajos y en nuestros sindicatos vamos a organizarnos no sólo contra los racistas del partido del té, también contra Obama y los dirigentes sindicales vendidos, fueron estos los que recortaron 200.000 puestos de trabajo y recortaron el salario a la mitad en la industria automotriz.

En las escuelas y universidades, podemos organizar autobuses llenos de jóvenes para oponerse a las maniobras gubernamentales que intentan llevarnos a matar y a morir por el imperialismo EUA.  Debemos organizar contingentes de trabajadores desempleados, a los trabajadores del transporte despedidos recientemente, a los ex huelguistas de Stella D’Oro o a los que han agotado sus prestaciones por desempleo.

Un sistema racista que no puede ofrecer empleos para todos debe ser destruido. La revolución comunista eliminará el desempleo racistas. Podemos ganar a las masas a romper con sus falsos dirigentes  y a luchar por el comunismo. Para la movilización del 02 de Octubre, la pelota está en nuestra cancha.