PARIS, 2 de Octubre — 3.000.000 de personas en toda Francia encabezados por centrales sindicales se manifestaron en contra de la reforma al plan de retiro propuesto por el gobierno, fue la tercera protesta gigantesca en un mes. Las encuestas de opinión muestran que el 70% de la población se opone a elevar la edad de jubilación, la predicción del presidente Nicolás Sarkozy de que el movimiento “se quedaría sin vapor” resultó equivocada.
El gobierno quiere aumentar la edad mínima de jubilación con una pensión parcial de 60 a 62, y la edad para la jubilación con una pensión completa de 65 a 67. Este ataque a las pensiones es parte de un ataque general de los patrones europeos al sistema de bienestar social con el fin de mantener y aumentar sus ganancias, obligando a los trabajadores a pagar por la crisis financiera patronal.
La movilización de las bases va en aumento. Frases huecas del gobierno y la negociación de concesiones están muy lejos de lo que los trabajadores quieren. Las pancartas y banderas convocan a recuperar lo perdido en 2003: la jubilación después de 37 años y medio de pagar a un fondo de jubilación, cualquiera que sea la edad del trabajador
Huelga Bloquea Envío de Petróleo en Marsella
Desde el 1 de octubre los huelguistas han bloqueado el muelle del puerto de Marsella, estrangulando los suministros de petróleo. Once barcos petroleros están anclados en el puerto. El puerto alimenta todas las refinerías de petróleo en el este de Francia, y si continúa la huelga afectará a todo el país.
También en Marsella, trabajadores de tiendas departamentales Monoprix han estado en huelga por salarios más altos desde el 17 de septiembre. Christine, una joven madre soltera que lucha en su primer huelga, declaró: “Tuvimos que ir a la huelga porque estamos enfermos y cansados de ser pisoteados. ¡Exigir un aumento salarial de 50 euros al mes-fue realmente lo mínimo! “
Los trabajadores de astilleros de la ciudad de Saint-Nazaire apedrearon a la policía durante la protesta del 23 de septiembre.
La movilización y combatividad de los trabajadores de base determinará si se gana o se pierde esta lucha de pensiones. Todo comenzó con huelgas el 23 de marzo, 1º y  27 de mayo,  24 de junio, y se reanudaron después de las vacaciones de verano. Otro día de huelgas y manifestaciones está prevista para el 12 de octubre.
Las protestas de hoy han sido más amplias, más familias con niños pequeños, y más trabajadores del sector privado que se sienten vulnerables a las represalias de la patronal si se van a huelga. El ambiente fue agradable y relajado, el tipo de protesta que se adapta a los líderes sindicales de derecha.
Racista, “reforma” contra los trabajadores
La “reforma” al retiro es una medida contra la clase obrera. Un ejecutivo al jubilarse recibe una pensión media de 3.000 euros ($ 3.750) al mes y puede esperar vivir otros 23 años. Un trabajador de fábrica recibe una pensión media de poco más de la mitad y aspira vivir otros 17 años solamente. Mediante una comparación proporcional, los ejecutivos consiguen una pensión tres veces mayor que la de un trabajador promedio. Elevar la edad mínima de jubilación dos años agravará esta desigualdad.
La reforma de la jubilación es también racista. Trabajadores sometidos a los trabajos más agotadores - en construcción, comercio y oficios de hotel y restaurante  (inégalités Observatoire des, 6/9/10) - son precisamente los empleos donde se concentran  trabajadores negros y árabes. El aumento de la edad de jubilación significa más años de uso y desgaste para estos trabajadores.
El partido gobernante UMP ha estado insinuando que el calendario para aumentar la edad mínima para recibir una pensión de jubilación completa 65-67 podría ser disminuido, y que algo podría hacerse para aumentar las pensiones de las mujeres que dejan de trabajar para criar a los hijos. Estas migajas  permitirán a los dirigentes sindicales de la CGT y  CFDT cantar “victoria” y poner fin al movimiento.
El Partido Socialista (PS) también se unió a las manifestaciones de protesta. Su objetivo es ganar el voto de los trabajadores en las elecciones presidenciales del 2012. Ningún trabajador debe llamarse a engaño: el 17 de enero, el secretario general del PS Martine Aubry declaró: “Vamos a ir a una edad mínima de jubilación de 61 o 62” y se comprometió a ayudar al gobierno de Sarkozy a lograr ese objetivo.
El 1 de octubre, Ségolène Royal, candidata presidencial del PS en 2007, propuso un referéndum para “resolver” la cuestión de la jubilación en vez de forzar al gobierno a anular la ley, arriesgando en un referéndum lo que podría ser ganado con huelgas y manifestaciones.
A finales de agosto, el negociador especial del presidente Sarkozy, Raymond Soubie, dijo a los falsos dirigentes sindicales que estaba “preocupado porque las protestas se salieran de control y que fueran más allá de la cuestión de la jubilación.” El 23 de septiembre, Sarkozy tomó nota con satisfacción de que “los principales sindicatos han excluido la idea de una huelga general o una huelga que dure más de 24 horas. “Ahora bien, según la publicación” enchaîné Le Canard “(29/9),” la alta burocracia sindical “está preocupada por un posible” aumento de huelgas rebeldes”
La organización unificada y la combatividad mostrada en Marsella y en las manifestaciones masivas, los trabajadores podrían tumbar a los falsos dirigentes sindicales y organizar una huelga general. Esto podría ir más allá de derrotar los ataques del gobierno en materia de pensiones. Podría ser un paso hacia el desarrollo de una dirección comunista necesarios para ganar la guerra contra la explotación capitalista mediante la revolución comunista.