Las madres de la escuela elemental Whittier en Chicago han dado a los trabajadores del mundo un ejemplo de capacidad para establecer una sociedad dirigida por y para los trabajadores. Cuando Ron Huberman, funcionario racista de las Escuelas Públicas de Chicago, amenazó con derribar la casa de campo de Whittier para construir un campo de fútbol para la escuela privada cercana, las madres en conjunto ocuparon el edificio durante 43 días. La casita, como ahora se le conoce a la casa de campo, se mantendrá como un centro comunitario y estará bajo control de gentes sin fines de lucro dirigidas por las madres.
La lucha por la casita (nuestra “pequeña Stella d’Oro”) se encontraba dentro de los confines de la lucha reformista de los patrones, pero al participar en la ocupación, trayendo comida, pasando la noche en la casa de campo, colaborando en el trabajo necesario, hemos ganado la confianza de la comunidad y hemos podido plantear ideas comunistas.
Una lucha importante se produjo alrededor de los polítiqueros que querían usar a las valientes madres para sacarse fotos. Mientras que el concejal Danny Solís y el Alcalde Daley fueron señalados como delincuentes racistas porque realmente lo son, otros, como el secretario de la alcaldía Miguel Del Valle fue enaltecido. Algunas madres de Whittier apoyaron a un grupo comunitario local que portaba un distintivo que decía “Del Valle para alcalde”. Denunciamos la bancarrota del capitalismo y a todos sus politiqueros protectores y cuestionamos en voz alta ¿para qué necesitamos a los polítiqueros?. Si hemos organizado la casita durante 43 días bajo amenaza de desalojo por parte del gobierno y la policía -sin duda podemos organizar el resto de la sociedad. A pesar de que no convencimos a todo el mundo, no nos desesperamos, por el contrario entendemos que es precisamente luchas como éstas que dan vida a nuestras ideas y nos permiten mantenernos y crecer en el proceso.
También se hizo evidente, la necesidad de los comunistas de encabezar la batalla contra las ideas sexistas extendidas en la clase trabajadora. Madres latinas que generalmente se les quita el poder de decidir, no sólo en el trabajo pero también en casa por maridos, rompieron este estereotipo sexista, actuaron como líderes combativas. Sin embargo, esta autonomía creó tensiones con sus esposos que se extendieron a la lucha misma. Un marido acusó a su esposa, una de las líderes clave en la lucha, de tener un romance con uno de los organizadores. A pesar del apoyo de otras madres, ella se retiró de la lucha, una señal de que hizo falta más trabajo ideológico sobre éste problema. Durante esta lucha, otras madres han estado pasando por problemas similares. Una de las madres cercana al Partido fue altamente perturbada al ser acusada de algo similar. Aunque ella sabiamente señaló que la solución a este problema” es mediante la participación de los padres en la lucha desde el principio.”
Por supuesto que no podemos cambiar la dinámica de las relaciones sexistas de la noche a la mañana pero en el contexto de la lucha de clases, como en el caso de la lucha por la casita, los hombres pueden aprender y aceptar el liderato de las mujeres y luchar juntos. Es en el proceso de lucha contra el capitalismo es donde podemos romper los roles de género que se nos han impuesto y que estorban. En el capitalismo hombres y mujeres compiten como mercancías para ser explotados, debemos crear nuevos roles como camaradas en armas que realmente debemos ser. Esta lucha en la casita y con las madres de Whittier está en sus inicios. Vamos a seguir peleando y vamos a seguir luchando.
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PLPeista da Liderato a Lucha Anti-Sexista: Toma de Edifico de 43 días de Madres en Chicago Derrota a Patrones
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- 18 Noviembre 2010 156 visitas