ISRAEL, 12 de mayo - Los trabajadores ferrocarrileros en Israel iniciaron una huelga rebelde en protesta por la detención de sus dirigentes sindicales durante una manifestación celebrada el día anterior. La manifestación se llevó a cabo como protesta a la decisión de la administración de los ferrocarriles de privatizar el servicio de mantenimiento. Este ataque patronal causó el despido de cientos de trabajadores y ha puesto en peligro la seguridad de los usuarios. La policía israelí, siempre dispuesta y deseosa de servir a los patrones, atacaron violentamente la manifestación, arrestando a diez de los líderes del sindicato de trabajadores ferroviarios. Al día siguiente, otro órgano de la patronal, el tribunal, emitió una resolución que prohíbe la huelga de los trabajadores. Los trabajadores ferroviarios desafiaron la decisión del tribunal e iniciaron una huelga rebelde exigiendo la liberación inmediata de sus compañeros encarcelados.
Este es un ejemplo de fascismo típico: el uso de una fuerza policial para intimidar y romper el espíritu de los trabajadores que luchan por defender sus puestos de trabajo. Los trabajadores ferroviarios mostraron el camino para luchar contra el fascismo – desafiando a los patrones y su podrido sistema capitalista.
En los últimos años hemos sido testigos de un proceso donde  todos los gobiernos israelíes de derecha y de “izquierda “ se han enfocado en  destruir  sindicatos, privatizando muchas empresas públicas y eliminando los derechos previamente adquiridos por los trabajadores. Los trabajadores han sido obligados a trabajar por salarios de esclavos modernos, sin contratos colectivos.
Los capitalistas y sus servidores en el gobierno han querido privatizar el sistema ferroviario en Israel durante mucho tiempo para entregarlo a un magnate local. Para lograrlo, han conducido una campaña para deslegitimar a los trabajadores. Recortaron el presupuesto de seguridad poniendo en peligro a los pasajeros, al mismo tiempo culparon a los trabajadores de la inseguridad, poniendo a los usuarios en contra de los trabajadores.
A pesar de que la privatización de los servicios públicos, incluyendo el transporte, ha fracasado en otros países y ha demostrado ser ineficaz, los patrones en el gobierno están decididos a transferir el servicio de trenes a uno de los suyos con el fin de extraer el máximo de ganancias.
Nosotros, en el PLP, apoyamos  a los trabajadores ferroviarios en su lucha para  bloquear los objetivos de la patronal. Con sus valientes acciones, los trabajadores ferroviarios demostraron  unidad y determinación para luchar contra los patrones, la policía y los tribunales. Apoyamos su firme posición para evitar que las empresas contraten mano de obra barata para sustituir a trabajadores con una amplia experiencia y formación, y al mismo tiempo evitar que la avaricia patronal ponga en peligro la seguridad de los usuarios. Pero bajo el capitalismo los trabajadores nunca ganarán. Incluso si estas reformas se ganan, con el tiempo se las quitarán en nombre de sus ganancias. Sólo cuando los trabajadores tomen el poder del Estado, vamos a tener el control para tomar decisiones que realmente beneficien a todos los trabajadores y no a un puñado de ricos patrones.