NEW CITY, NY – ¿Que queremos? ¡Beneficios! ¿Si no los conseguimos? ¡Los Cerramos!
Cientos de trabajadores del hospital, negros y latinos, militantemente gritaban y bailaban en la línea de piquete alrededor de la casa del ejecutivo Bruce Flanz del hospital Brookdale, en un barrio casi completamente blanco de New City, Nueva York, a una hora del hospital en el Bronx. El plantón fue organizado por el local 1199 del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU, siglas en ingles), que representa a más de 260,000 trabajadores de hospitales y cuidado en casa de la ciudad de Nueva York, en su mayoría negros y latinos. Los trabajadores respondían a una violación del contrato, que forzó a 3,500 trabajadores del hospital a pagar más por su seguro médico, en una campana racista y sexista para romper la militancia de los trabajadores y finalmente desertificar al 1199.
Cuando miembros del Partido Laboral Progresista hablaron con trabajadores de Brookdale al arribar esa mañana a los autobuses, se encontraron con reacciones positivas. Casi todos los trabajadores se llevaron un DESAFIO, y nosotros obtuvimos más de media docena de contactos. Desde entonces hemos estado en contacto con ellos haciendo planes para las reuniones. Más tarde nuestros nuevos amigos nos dijeron que varios trabajadores de Brookdale se llevaron varios DESAFIOS en los autobuses, distribuyéndolos, y discutieron el artículo sobre Brookdale en el viaje de ida y regreso.
Según los reportes de nuestros amigos y lectores de DESAFIO, el plantón en la casa del ejecutivo fue muy combativo. Al ver la casa del ejecutivo, el contraste racista de las condiciones en que viven los trabajadores de Brookdale y los patrones fue descaradamente obvio. Un trabajador indignado, acompañado de su joven hija, gritó, “¿estamos luchando solo por un contrato cuando esta gente vive de esta manera?” Otra mujer empezó una consigna para quemar la casa del patrón, antes que la callaran los dirigentes sindicales. La consigna más fuerte y popular, fue un llamado a cerrar con la huelga el hospital.
El odio de clases hacia los patrones fue alimentado aún más cuando descubrieron que un esquirol estaba en la casa del ejecutivo, un hombre conocido solamente como “Martínez”. Los trabajadores se amontonaron cerca de la propiedad, tratando de provocar a Martínez para que se les acercara “queremos un pedacito tuyo”, pero la policía y los líderes sindicales se llevaron a los manifestantes de ahí mientras que el esquirol Martínez levantaba su dedo medio. Un trabajador de Jamaica le advirtió: “¡No te atrevas a regresar a Brookdale!, ¡te estaré esperando!”
En los últimos seis meses, trabajadores de Brookdale han demostrado gran valor frente a los ataques patronales. Según nuestros amigos dentro del hospital, los supervisores han estado espiando a los trabajadores que organizaron la lucha. Supimos de dos casos de paros espontáneos de trabajadores en varios de los departamentos del hospital. Hace tres semanas, según varios amigos paramédicos, el departamento de bomberos de la ciudad de Nueva York dio órdenes poco usuales: ningún paciente deberá ser llevado a Brookdale. La semana pasada, los patrones del hospital anunciaron que otra ronda de despidos era inminente, algo que empeora criminalmente la crisis de personal.
Mientras que los trabajadores de Brookdale han demostrado ampliamente su odio de clases, el resultado de esta lucha será determinado por la línea política de su liderato. Es ahí donde el local 1199 representa un callejón sin salida. Los vendidos líderes del 1199, desde el presidente George Gresham y demás, traicionan su apariencia militante. Los trabajadores admitieron francamente que aunque quieren hacer huelga, ellos no confían que el liderato de la 1199 los apoye. Algunos dijeron desafiantemente que deberían hacer huelga con o sin el sindicato. Pero aparte de sus paros espontáneos, ellos aún no han seguido el ejemplo de los trabajadores de Stella D’Oro, quienes dieron liderato a una huelga anti-sexista de once meses.
Trabajadores de Brookdale necesitan una base masiva de apoyo para luchar contra sus patrones racistas y sexistas. Mientras que 1199 habla muy militante, y se autonombra el local más grande del mundo, se rehúsa a movilizar a su cuarto de millón de miembros en Nueva York en defensa de estos trabajadores. Recientemente el liderato del sindicato empezó a hablar sobre la necesidad de deshacerse de Flanz y su séquito, para permitir que oficiales estatales se tomen Brookdale. Pero estos oficiales son los mismos “salvadores” ¡quienes han recortado miles de millones de dólares en servicios a la salud y cerrado ocho hospitales en la ciudad de Nueva York!
En realidad, el patrón Flanz y su mercenario Gresham están del mismo lado. Aunque pongan un espectáculo durante las negociaciones discutiendo sobre detalles del contrato, sus argumentos son sobre qué tan rápido y cuanto le pueden quitar a los trabajadores en la crisis económica actual. Bajo el capitalismo, los patrones y el sindicato sirven solamente para la explotación de los trabajadores para sacar el máximo de ganancias. La brutalidad de este sistema es más obvia cuando el objetivo son trabajadores negros, latinos, y mujeres, como en Brookdale. A través de esta explotación, la clase dominante capitalista baja los salarios y beneficios de todos.
El mensaje del PLP de luchar se está propagando, como lo vimos en la respuesta entusiasta al DESAFIO y los contactos que tuvimos. Estas embrionarias colectivas de liderato servirán a los intereses de la clase trabajadora en vez de jugar con el miedo – estrategia del 1199 y otros sindicatos, ya que su trabajo es mantener el estatus quo capitalista existente.
PLPeístas y lectores del DESAFIO alrededor de la ciudad de Nueva York han estado circulando peticiones y volantes para difundir lo ocurrido en Brookdale. Unos días después del plantón en Nueva York, uno de los amigos del PLP estaba tomando la presión en otro barrio. Se llevó muchos volantes antirracistas para denunciar a los patrones de Brookdale. Una persona que se tomaba la presión leyó la volante y dijo: “¡Mi hermana trabaja en Brookdale! ¿En qué puedo ayudar?” Se llevó varios volantes e intercambió información. En dondequiera que estemos, podemos conocer a la gente y crear lazos más profundos.
El PLP lucha por los intereses a corto y largo plazo de la clase trabajadora. Fortaleciendo las redes de DESAFIO mientras apoyamos a trabajadores de Broodale en nuestros lugares de trabajo, estamos agudizando la lucha y moviéndonos hacia nuestra meta final, una revolución comunista.
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Obreros Del Hospital Estan Furiosos Contra Los Recortes Racistas Y Sexistas
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- 06 Julio 2011 126 visitas