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Las Ganancias De Los Patrones No Tienen Techo

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05 Agosto 2011 139 visitas

El drama de la semana pasada sobre el límite de la deuda federal, mostro a políticos paralizados entre historias de miedo sobre la posible morosidad del gobierno de Estados Unidos, marcando un significativo movimiento hacia el fascismo de parte de una clase capitalista en batalla.  
Se evitó la amenaza de morosidad cuando los Demócratas y Republicanos aceptaron $2,1 mil billones de recortes presupuestarios en la próxima década para contrarrestar un aumento al “límite” de la deuda, el tope legal puesto por el Congreso a los préstamos gubernamentales.  Pero la crisis interna de los patrones aún perdura.  La lucha por el límite en la deuda revela dos necesidades esenciales en el periodo actual:
• Sacar el máximo de ganancias de la clase trabajadora con recortes a servicios sociales críticos en un periodo de desempleo racista perpetuo.
• Disciplinar sus filas para financiar las guerras imperialistas afuera y reparar la decadente infraestructura en casa.  
Estas demandas son las características principales del fascismo, la fase del capitalismo que fuerza a la clase trabajadora a dejar su careta de democracia liberal.  El presidente Obama recientemente tomo el liderato en ambos frentes con su “Gran Ganga.”  Esta treta de “sacrificio compartido” pidió un recorte devastador de $3 mil billones al presupuesto en los próximos diez años, además de solo mil millones en aumento de impuestos para corporaciones y los ricos americanos.  
La promesa de “no nuevos impuestos de los Republicanos, promovida por los elementos fusionados alrededor del Partido del Té, le permite a Obama mantener su careta de liberal empedernido aun cuando ataca a la parte más vulnerable de la clase trabajadora: los ancianos, enfermos, y los pobres.  Como el primer presidente negro, es el arma perfecta de los patrones para imponer sus recortes racistas que recaen más que nada en trabajadores negros y latinos, los mismos que han sido golpeados más fuertemente por la crisis económica actual. (Ver recuadro)
Capitalistas Divididos
El análisis liberal sobre la batalla del límite de la deuda en Washington presentaba una falsa lucha entre los locos Republicanos y los inútiles pero sanos Demócratas, como Obama, quienes tratan de proteger una economía frágil.   
En realidad, ambos lados actuaron irracionalmente contra la clase trabajadora, en una carrera egoísta por ganancias.  Ellos representan dos campos de capitalistas con intereses fundamentalmente en conflicto.  Como Lenin dijo en Imperialismo, la Etapa más Alta del Capitalismo, hay una batalla constante entre empresarios, quienes ganan al manejar el capital en negocios productivos, y financiadores, quienes ganan de “dinero capital” y buscan extender su dominio sobre capitalistas financieros en otros países.  Las más grandes inversiones financieras foráneas requieren del “aumento de antagonismos entre naciones imperialistas por la división del mundo.”  Con esto Lenin hablaba de la guerra.  
En EEUU hoy, la actual depresión afecta a ambas facciones capitalistas; ambas demandan un robo racista al Seguro Social, Medicare y Medicaid.  Su bronca emana de como ellos reciben sus respectivas riquezas.  Los empresarios (como Koch Industries; ver recuadro) tienen un enfoque domestico a corto plazo que favorece a las crecientes compañías jóvenes.  Los financiadores, representados por Obama y el ala liberal apoyada por banqueros, tienen un enfoque imperialista a largo plazo para defender su imperio mundial, desde Irak a Afganistán a Somalia y más allá.  Los capitalistas financieros aun dominan la política de EEUU – aunque, como revela la charada de la deuda, no absolutamente.
El 28 de julio, los banqueros más grandes de la nación enviaron una cara a Obama para pedirle una resolución al impase en el Congreso.  Las consecuencias de una mora, decían, seria “muy grave” para el “liderato económico global de América” – es decir para el imperialismo.  Los firmantes eran jefes de JP Morgan Chase, Citigroup, Bank of New York Mellon, y el Boston State Street, que combinados tienen bajo su custodia $7.1 mil billones en activos globales.  En contraste, la revista Forbes calcula que la fortuna de Koch esta en $44 mil millones.  
En busca del Dinero
La estrategia de “cortar y aumentar los impuestos” de Obama, esta vez, estaba al frente del proceso político y ha sido almacenado por ahora.  Pero el presidente y sus compinches del Nueva York Times, ambos representando el ala principal de la clase dominante, pronto regresaran para demandad que patrones, grandes y chicos, paguen – y los mil billones solo serán un pago por adelantado.  
Para los patrones, es menos una cuestión de “equidad” que de estrechar sus opciones.   Ellos están dispuestos y ansiosos en exprimir a la clase trabajadora, aunque enfrentan límites objetivos.  La caída del capital financiero global destruyo millones de empleos en EEUU, además de las rentas de los impuestos que generan.  (Según el Bureau of Labor Statistics, la “verdadera” tasa de desempleo – incluyendo el sub empleo y “gente cercana marginalmente a la fuerza laboral” – era de 16.2%, más de 25 millones de personas que sufren de desempleo en el tercer año del periodo de “recuperación” de Obama).
Están exprimiendo a los trabajadores.  Devastando la ayuda social no será suficiente para mantener la maquinaria de guerra trabajando.  Obama y John Boehner, Speaker Republicano de la Cámara de Representantes, quien firmo la Gran Ganga antes de sucumbir a la presión anti-impuestos del Partido del Té, saben que ellos eventualmente tendrán que ir en busca del dinero, es decir los ricos.  
En el 2008, el promedio de sueldo para la elite capitalista de EEUU – el 10% del 1% más rico – era de $6 millones, comparado con $50,000 de una familia americana normal.  En el 2007, el 1% de la población controlaba el 43% de la riqueza de la nación (el total del tu valor menos el costo de tu casa), o la mitad de lo que vale el 95% de la población.  El gobierno federal creo estas desigualdades grotescas cortando ganancias del capital e impuestos estatales y no respetando la leyes “anti-trust”(Vanity Fair, Mayo del 2011).   
Pero, aun cuando los más grandes capitalistas de EEUU ganan más y más, ellos están contribuyendo cada vez menos al gobierno que se dedica a proteger sus intereses.  El impuesto corporativo es solamente el 7% de los ingresos federal, comparado con 23% en 1960.  La tasa de desempleo nos dice que las corporaciones no están utilizando el dinero extra para emplear a los trabajadores.  Más bien se lo están guardando.   Sin contar a los chupasangres banqueros, compañías no-financieras tienen cerca de $2 mil billones en activos líquidos.  
La avaricia desmedida de los más ricos encaja perfectamente con el credo de menos gobierno de la camarilla política del Partido del Té. Pero no funciona tan bien, con las necesidades sobrecogedoras del imperialismo de EEUU.   La reyerta del límite de la deuda fue la cara pública de la lucha de los patrones sobre como dividir la fortuna y dominara su tambaleante imperio.  La lucha amarga sobre las medidas adoptadas esta semana, sin aumentar los ingresos necesarios, es solamente un preludio de lo que nos espera.  La lucha escalara en el otoño, cuando Obama presente su “enfoque de balance” (más impuestos) al nuevo “súper” comité del Congreso encargado de llevar a cabo el trato de reducción de déficit.  
Receta de Patrones: Guerra y Fascismo
Al final, el ala principal deberá prevalecer para que el imperialismo de EEUU pueda enfrentar su competencia.  Las guerras regionales de hoy no son nada comparadas con la guerra mundial por venir, conforme rivales imperialistas nuevos (China, India, Brazil) y viejos (Francia, Alemania, Rusia) desafían la hegemonía de EEUU.  Tarde o temprano,   grandes infusiones de efectivo se requerirán para extender el ejército.  Mientras tanto los patrocinadores de Obama continuaran explotando la preocupación de la guerra para construir un movimiento masivo fascista – que incluirá la conscripción y “sacrificios” aún más extremos para los trabajadores, todo para el bien del imperialismo de EEUU.
El fascismo representa la explotación máxima de los trabajadores.  Debemos recordar que Alemania Nazi financio sus campos de exterminio con miles de campos de trabajo forzado.   Millones de judíos, comunistas y otros fueron forzados a trabajar hasta morir en las minas, fabricas, cantera, granjas y sitios de construcción.  Esta fuerza laboral gratuita aumento las ganancias de los patrones alemanes y sostuvo su guerra.  
Bajo el capitalismo, las crisis financieras no son causadas por la deuda o los déficits.  Reflejan las contradicciones de un sistema de ganancias que nunca podrá llenar las necesidades de los trabajadores.  Es por eso que debemos luchar por un mundo dirigido por trabajadores para la clase trabajadora, no por banqueros parásitos.  ¡Luchar por una sociedad comunista para la clase trabajadora dirigida por el PLP! ¡Únetenos!

 

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Koch Desafía a Rockefellers; Trabajadores Debemos Rechazarlos a Todos
Los hermanos Koch, quienes financian al Partido del Té y madrean a Obama, compran petróleo y productos manufacturados en muchos países.  Ellos están inmersos en la acumulación industrial en EEUU pero no son dueños de ningún banco ni ganan de la gran maquinaria de guerra de EEUU. Sin embargo, ellos están tratando de establecer su nicho a su manera “imperialismo barato.”
Los Koch financian la fundación Cato.  Su experto en el Medio Oriente, León Hadar piensa que el “creciente déficit y el sobre extendido ejército, no le deja otra alternativas a los americanos más que recortar los gastos de defensa achicando el papel de EEUU en el Medio Oriente.” (Huffington Post, 5/7/11)
Hadar, sin duda, oliendo un posible proveedor petrolero Koch, ve un acuerdo con Terán en un futuro: “Los Estados Unidos deberá tomar parte en cualquier negociación que lleve a acuerdos regionales sobre Afganistán e Irak, un proceso que podría convertirse en oportunidad de mejorar las relaciones con Irán.” (Cato Institute, 1/7/11)  Esto, claro, está en contra de los intereses del ala imperialista de EEUU  liderada por Rockefeller, la cual controla el pedazo más grande de producción de petróleo en el Medio Oriente.  
Obama Cómplice del Ala Dominante Rockefeller; Koch Quiere un Pedazo del Pastel
Los hermanos Koch suenan con alcanzar a Rockefeller pero lo más que se han acercado al poder ha sido la obstrucción del Congreso por el Partido del Té.   Ellos tienen un largo camino para poder alcanzar el historial de Rockefeller de convertir su monopolio Standard Oil en un imperio banquero.  Habiendo desbancado al clan JP Morgan en la década de 1930, la Segunda Guerra Mundial les dejo la dirección de los bancos más grandes de EEUU, por lo tanto un gran recurso para mantener el control del capital en la industria de guerra de EEUU, posicionándolos para poder moldear la política exterior de EEUU para proteger sus intereses imperialistas.   
Durante el genocidio en Vietnam de 1960 y 1970, James y David Rockefeller personalmente dirigieron Citigroup y JP Morgan Chase.  Nelson Rockefeller fue gobernador de Nueva York y después se convirtió en vicepresidente de EEUU.  David Rockefeller, como presidente del Concilio en Relaciones Exteriores, dirigió la maquinaria política con más influencia del imperialismo de  EEUU;  la universidad más importante de EEUU como presidente de Harvard; y su “filantropía” más importante a través de las fundaciones Rockefeller.   
El desafío de los hermanos Koch a este gigantesco imperio los sumerge en una fiera batalla con los más poderosos capitalistas en el mundo, una batalla sobre quién podrá explotar a más trabajadores.  Los Rockefeller han estado cosechando súper ganancias de los trabajadores en los cinco continentes.  Los hermanos Koch estuvieron detrás del ataque a los maestros y trabajadores estatales de Wisconsin, recortándoles el sueldo, beneficios y derechos colectivos.  El único interés que la clase trabajadora tiene en esta lucha es la de derrocar a ambos lados con una revolución comunista.