Al-ARAKIB, ISRAEL, 14 de febrero — Una fuerza policial masiva, armada hasta los dientes y lista para el combate, atacó salvajemente a los residentes de la irreconocible villa Árabe-Beduina de Al-Arakib. Las casas de los residentes han sido brutalmente destruidas no menos de 16 veces (!) desde julio del 2010. Otra vez se han quedado desamparados en medio del desierto cuando les destruyeron sus chozas improvisadas. La policía arrestó a la mayoría de los hombres de la villa, pero las mujeres y los niños siguieron luchando y tratando de bloquear la ruta de la aplanadora. En un acto de barbarie los policías entonces los atacaron con gases lacrimógenos, palos, y balas de caucho, hiriendo a por lo menos dos mujeres y un niño. La policía se negó a permitir que se evacuara al niño herido por varias horas. El objetivo de esta brutalidad policial fascista es forzar a que los residentes entreguen su tierra al estado de Israel, a pesar de que es la tierra ancestral de los residentes y de la que tienen títulos. Como primer paso, el Sionista Fondo Nacional Judío, intentará plantar árboles sobre las ruinas de la villa, para prevenir que los residentes regresen a su tierra. Como segundo paso, sin embargo, tienen planeado construir un nuevo poblado – llamado Hiran – sobre las ruinas de Al-Arakib. Sólo se permitirá la residencia en Hiran a los judíos religiosos acaudalados.
Pero hay más detrás de este robo territorial racista que el fascismo del gobierno Israelí y del ultra-nacionalista Fondo Nacional Judío. Ronald Lauder, un billonario de New York, heredero del imperio financiero de Estee Lauder, y uno de los mayores contribuyentes al Fondo Nacional Judío, es el magnate de bienes raíces que intenta enriquecerse con la construcción de Hiran.
Este no es un incidente aislado; el gran capital estadounidense esta detrás de las peores atrocidades del régimen separatista de Israel. Por ejemplo, el magnate de Miami, Irving Moskowitz, mandó a que la policía Israelí desalojara familias Árabe-Palestinas para construir apartamentos de lujo en las ruinas de sus casas. Esto se ha dado en Issawiye, Sheikh Jarrah y Silwan (vecindarios en Jerusalén Este.) Los patrones Israelí locales sacan grandes ganancias del fascismo Israelí, también, amasando fortunas con el robo de tierras, construcción de asentamientos coloniales, y la industria de la “seguridad”.
La única respuesta que nosotros los trabajadores de todas las naciones debemos tener es la unidad y la lucha de resistencia. La policía Israelí podrá tener armas, palos, gases lacrimógenos y balas de caucho; Irving Moscowitz y Ronald Lauder podrán tener millones de dolares, pero nosotros tenemos a las mayorías. La clase trabajadora produce todo. Si luchamos como una fuerza unida, seremos capaces de derrotar a los capitalistas y a sus sirvientes fascistas en todos los paises. Pero mientras exista el capitalismo, existirá también el racismo y el fascismo. Por lo tanto, la única manera de librarnos de estos es derrocando el podrido sistema capitalista con la revolución comunista. Esto le dará el poder a la clase trabajadora – en otras palabras, ¡establecerá la dictadura del proletariado!