El 9/11 a las 11:30 P.M. recibí una llamada de un compañero del tránsito, quien me informaba que los trabajadores del sindicato United Transportation Union (UTU),  después de dos años de trabajar sin contrato en LA METRO, estaban a punto de votar por un nuevo contrato el domingo a la 1  P.M.  Ninguno de los choferes sabía si el contrato era “bueno” o “malo”.  El liderato del UTU no les había informado nada, excepto que se “¡presentaran el domingo a votar!”
Para el domingo en la mañana habíamos congregado un pequeño grupo de amigos y camaradas en el hotel donde se llevaría a cabo la votación.  Llevábamos volantes haciendo un llamado al votar “NO” al contrato misterioso, además de copias de DESAFIO.   Nos encontramos con choferes en el estacionamiento y para cuando entraban al salón de reuniones cada chofer tenía una volante o un DESAFIO en la mano, o ambos.   
No estaba seguro si me sacarían si yo entraba al salón en donde se votaba, (no soy chofer) pero mis temores eran tontos.  En cuanto entre me di cuenta que el liderato del sindicato tenía muchas otras cosas de que preocuparse (que de mi).  Se enfrentaban a mil choferes enojados, gritando y demandando que se les diera información sobre el contrato – el cual, la mayoría de los choferes, sabía era un contrato vendido.  La gente de seguridad no pudo hacer nada, a pesar de amenazar físicamente a los choferes, ellos rehusaron sentarse, callarse, o votar por un nuevo contrato.   
Un poco después, en una cafetería, dos choferes dijeron que el Comité General del sindicato nunca pudo controlar la reunión.  Unas horas después de que llegamos a casa, un chofer me llamo y dijo que la votación fue 365 a 206 en contra del contrato.  
Esta experiencia me recordó que siempre es bueno estar listo para actuar, aun sin aviso previo.  El trabajador que me llamo estaba contento de que nos hubiéramos presentado a oponernos al voto.  El voto en contra del contrato por parte de los choferes, la reciente huelga de los trabajadores de Verizon, y la posibilidad de una huelga de supermercados (aquí al sur de California) nos dio la oportunidad de vender el DESAFIO a los choferes y pedirles que voten NO al contrato.  Como anécdota: Todos estuvimos de acuerdo que no pudimos haber tenido un mejor 9/11.  
La parte más difícil está por venir, seguir los contactos que tenemos y trabajar para que exista una presencia comunista en las continuas luchas del tránsito en L.A.
Rojo Retirado