En los primeros meses del 2011, Antonio Gramsci Jr., el nieto del fundador del Partido Comunista Italiano, presentó un concierto de música renacentista en Roma en el último día de una exhibición impresionante, “Avanti popolo: Il PCI nella storia d’Italia,”conmemorando la historia del Partido Comunista Italiano, que fue fundado en 1921.
Hace veinte años, en 1991, el PC italiano fue disuelto después de setenta años de lucha. En ese momento era el partido “comunista” más grande en la Europa Occidental, y el segundo más grande en el parlamento italiano, obteniendo aproximadamente 30% del voto. Artículos del Desafío a menudo declaran que la revolución comunista, no la reforma, es la única vía hacia la victoria obrera sobre el capitalismo. Examinar la historia del PC italiano nos ayuda ver el por qué.
Poco después de su fundación, el Partido y los obreros del Italia se enfrentaron a un enemigo peligroso, ya que los Fascistas de Mussolini marcharon en Roma en 1922. El rey designó a Mussolini para que fuera su primer ministro y poco después Gramsci y otros fundadores estaban en la cárcel. Gramsci nunca salió de la cárcel, allí murió en 1937, dejó sus famosos Cuadernos de la Cárcel. Sin embargo, durante la II Guerra Mundial, los comunistas y otras fuerzas anti-fascistas lucharon valientemente. Después de la liberación de Italia Mussolini fue capturado mientras que intentaba escaparse y su cuerpo, junto con otros 14 líderes fascistas, fue colgado de los pies en las farolas de la plaza central de Milán.
A pesar de esta victoria aparente, Palmiero Togliatti, el nuevo líder del Partido Comunista Italiano, regresó de la USSR para encontrara un país ocupado por los ejércitos británico y estadounidense y devastado por los bombardeos de los Aliados, la guerra civil y escasez severa de comida. En esta coyuntura crítica, Togliatti y los comunistas italianos cometieron un error grave al aceptar la lógica de la Frente Popular, una alianza de fuerzas anti-fascistas, que incluía comunistas, anarquistas, socialistas y la burguesía liberal. Empezaron a apoyar medidas reformistas democráticas y abandonaron la filosofía de la lucha armada para establecer el comunismo.
El PC italiano llegó a ser el partido “comunista” más grande en Europa Occidental y el segundo más grande partido político de Italia. Irónicamente, entre más grande se hacía, actuaba menos comunista. En la práctica, los comunistas italianos eran reformistas en el parlamento pero hipócritamente predicaban la revolución en las manifestaciones del partido.
Para 1964 el centralismo democrático fue abandonado y las facciones reformistas se multiplicaron. En 1972, Enrico Belinguer, el nuevo líder, anunció el “compromiso histórico” de colaborar con los socialistas y católicos de centro-izquierda: ya ni se predicaría la revolución mientras que se practicaba el reformismo. El PC italiano ahora era un partido abiertamente reformista.
El congreso del partido en 1991 fue el fin. El PC italiano fue disuelto y el nombre “El Partido Democrático de Izquierda” fue adoptado, que hoy día se ha convertido en el “Partido Democrático,” e imita al modelo estadounidense.
Se puede sacar lecciones valiosas de la historia del Partido Comunista Italiano. No podemos rechazar los que fundaron el partido y fueron encarcelados por su compromiso al comunismo, como Antonio Gramsci. Tampoco podemos ignorar a los partisanos comunistas que lucharon y murieron durante la II Guerra Mundial. También tenemos que reconocer como los militantes del partido participaron en huelgas, protestas y otras luchas con la esperanza de derrotar al capitalismo.
Pero nuestros predecesores italianos nos han demostrado que ejerciendo puestos electoreros exige el mantenimiento del estado capitalista, no la rebelión contra él. Así que, la lección más importante que se puede sacar de los errores del PC italiano es que la revolución no puede coexistir con la política electoral. Hace mucho tiempo, Carlos Marx había advertido a los obreros que “la clase obrera no podía simplemente apoderarse de la maquinaria estatal ya existente, y ejercerla para sus propios propósitos.” En vez de eso, dijo, el estado entero (partidos políticos y prácticas, las cortes, los policías, etc.) tiene que ser destrozados.
Al escuchar las últimas notas del concierto de Antonio Gramsci, la sala abarrotada se reventó por los aplausos. Muchos de los presentes, viejos y jóvenes, todavía tienen esperanzas de un porvenir mejor, uno que nunca resultará del reformismo, pero solo de la revolución comunista. El PC italiano no fue un fin, sino un principio, porque hemos aprendido de sus errores. Antonio Gramsci Jr. tomó una copia del Desafío y envió sus “saludos rojos a sus camaradas estadounidenses,” palabras para fortalecernos en nuestras luchas, dondequiera que estemos en el mundo.
Imágenes y textos italianos disponible en <http://ilpcinellastoriaditalia.it/index.html>.,<http://partitocomunistaitaliano.blogspot.com>
Carlos Marx: La Guerra Civil en Francia
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1870s/gcfran/index.htm
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Partido Comunista de Italia:De Valientes Anti-fascistas a Pantano Electorero
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- 21 Octubre 2011 136 visitas