Mi camarada en el PLP y yo tratamos de animarnos para sobrepasar nuestra resistencia de entablar conversaciones con nuestros amigos en la comunidad. Decidimos ir a la manifestación de Ocupar Wall Street en la Plaza Dilworth aquí en Filadelfia. Él trajo DESAFÍOS Para vender.
Llegamos a la intersección donde está ubicada la Alcaldía y pasamos por las líneas de las “carpas de ocupación” hacia el gentío que estaba reunido abiertamente en la Carpa Tecnológica. Fue presentada por una coalición -- Todas las Madres son Madres Trabajadoras; Día de Pago para los Hombres; La Huelga Global Femenina; y DHS--Regrésanos Nuestros Niños -- habían unas 35 personas, desde adolescentes a jubilados, escuchaban atentamente a las explicaciones de la injusticia sexista y económica que enfrentan los padres y niños.
Estas experiencias dolorosas fueron frecuentemente generadas por agencias gubernamentales y organizaciones no gubernamentales (ONGs) que supuestamente asisten las familias. El gentío estaba compuesto de partes iguales de negros y blancos, al igual de asiáticos orientales y latinos; dos tercios eran mujeres. Nos estaban instando a luchar para apoyar la justicia, y exigir mejores servicios para las madres, padres, y niños.
En medio de este mítin, me llegó un fuerte recuerdo de cuando era una joven escuchando líderes de protestas y experimentando el nacimiento de mi propia mente política. Se estaba formando una fila para ´´hablar en voz alta´´ en el micrófono. Yo tuve una ´´educación comunista´´ del PLP- por medio de mi esposo, nuestro club del PLP, líder de área, leyendo DESAFIO, atendiendo convenciones del Partido, después llevando estas ideas a compañeros del trabajo, amigos, y miembros de mi familia y participando en demonstraciones anti-fascistas lideradas por el PL.   
Le comente a un camarada mi idea de decir un par de palabras en el micrófono. Estuvimos de acuerdo y me hice en la file para que me dieran el micrófono unos momentos después y empecé a hablar.
Estuve de acuerdo de que el sexismo nos oprime de muchas formas crueles. La mayoría de hombres y sus niños sufren los efectos de este sexismo hacia las mujeres que aman y lo experimentan directamente en si mismos a su vez. Encaramos los mismos problemas básicos y los podemos encarar juntos cuando nos unamos a crear una sociedad sin opresión sexista. Varios aplaudieron en el público.
Dije que la divisan e injusticias del sexismo, añadían al peor tipo de racismo y patriotismo, manteniéndonos culpando otros grupos de obreros, ambos empleados y desempleados. Mientras reconocí que mucha gente reacciona negativamente a la palabra ´´comunismo´´, declaré que la única manera de derrotar el sexismo y el racismo es de organizar todos los obreros, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, a derrotar el capitalismo.  
Este sistema de incremento de ganancias no nos puede permitir a los obreros ningunas ganancias sin quitárnoslas de una vez. Dije que nos tenemos que deshacer de todo este sistema y pedí una sociedad liderada por comunistas donde la necesidad de los obreros dirige las decisiones.  
A este punto me estaban tocando el hombro para devolver el micrófono, pero pude concluir que el Partido Laboral Progresista estaba dirigiendo esta lucha para crear un mundo de igualdad y compartimiento y que el periódico que estábamos distribuyendo les daría más información. La audiencia dio un cálido aplauso.
Mi camarada y yo distribuimos el resto de los DESAFIOS. Discutimos las fuerzas y debilidades de nuestras acciones y palabras y acordamos que la práctica es importante.  
La continua guerra declarada contra la clase trabajadora esta sucediendo queramos verla o no. Dedicamos esta carta para inspirar nuestros compañeros del PLP (como tú) de poner en practica las ideas del Partido para crear guerreros de la clase obrera determinados a traer nuestra meta comunista al mundo.