Brooklyn, 11 de Enero — La creciente ola de fascismo en Estados Unidos es evidente en la escuela secundaria Clara Barton.   Bajo el Director Richard Forman, la administración esta enfocada en el orden y la disciplina mientras descuida las necesidades de los estudiantes.  Un sistema de seguridad ha convertido la escuela en una cárcel.  Se ha impuesto un uniforme sin evidencia que esto beneficie el aprendizaje.  Cursos importantes no se ofrecen para todos los estudiantes que los necesitan.  Los maestros que luchan por hacer mas por los estudiantes son removidos como “exceso”.
Predeciblemente, la escuela esta reprobando.  Según información del New York Times, solo 43% de los estudiantes reciben un diploma, y menos de la mitad se inscriben en la universidad después de la graduación.   Forman se deshace de maestros a quienes los estudiantes acuden cuando tienen problemas en la escuela o su hogar.   Estos maestros le mostraron el mundo a sus estudiantes en vez de mantener sus cabezas solamente en los libros.  Ellos trataron de empezar nuevos clubes y clases de aprendizaje avanzado.  Pero ahora ya no están.  
El racismo de Forman aflora cada día.  El y otros oficiales de la escuela parecen mas preocupados con la apariencia física de los estudiantes que su educación.  No han hecho nada para enfrentar la falta de clases, con solo una clase disponible por materia.  Mientas que la Asociación de Padres y Maestros, principal aliado de Forman, ha presionado para que todos los estudiantes usen uniforme, pero nunca discutieron como la escuela podría proveerles las clases que los estudiantes necesitan.   Los estudiantes de noveno a onceavo grado deben usar uniforme, mientras que los de grado doce deberán vestir “para el éxito,” camisas con cuello y pantalón de vestir.  Se ha prohibido el uso de jeans, camisetas, vestidos y suéteres.  Los estudiantes que no llevan el uniforme son castigados.
Además, promover el uso de uniformes en lugar de una mejor educación toma tiempo y lleva a castigos injustos.  Los estudiantes tienen que pararse en la puerta cada mañana para mostrar sus camisas de cuello, lo cual a veces los hace llegar tarde a sus clases, recibiendo calificaciones mas bajas.  
Aun peor, los estudiantes son criminalizados al ser forzados a pasar por un escaneo antes de entrar a la escuela.  Son acosados todos los días por la seguridad y por oficiales de la escuela.  Un estudiante fue forzada a quitarse su “hijab” (velo tradicional que usan las mujeres musulmanas) para mostrar su camisa con cuello.  Después de que se fue, la llamaron dos veces más para que mostrara su camisa nuevamente.  Cuando le pregunte sobre el incidente me dijo, “Lo que mas me sorprende es que el Dr. Forman se quedo parado ahí y no dijo nada.”  El director usa este racismo para intimidar y dividir a los estudiantes y para mantener el sistema de opresión del Departamento de Educación.  
Clara Barton esta muy lejos de ser la única escuela que tiene que lidiar con recortes al presupuesto y el creciente fascismo.  La escuela secundaria “elite” Brooklyn Technological tiene problemas similares, incluso falta  papel, maestros y libros.  Casi todas las escuelas públicas de Nueva York reflejan las desigualdades del capitalismo, un sistema donde la clase trabajadora sufre mientras que los ricos mandan.  Mientras tanto, no falta dinero para que los patrones de EEUU compitan con China y para pelear por proteger su petróleo en Oriente Medio.  
    Clara Barton tiene un largo historia en la lucha estudiantil, desde protestas contra las restricciones a los estudiantes que traen agua, a las asambleas antirracistas y los plantones contra los recortes presupuestarios.  Todos los estudiantes tienen que ser mas activos en la construcción de un movimiento para luchar por un nuevo mundo.