Cuando Sinsajo, el tercer libro de Los Juegos del Hambre, comienza, Katniss ve la destrucción de su distrito y la llevan al Distrito 13 por debajo  de  la tierra. Los gobernantes de Panem por mucho tiempo habían tratado la destrucción completa del Distrito 13 como un ejemplo de lo que le pasaría a los que se rebelaran.
El Distrito 13 por mucho tiempo había sido parte del programa de armas nucleares de Panem. Los sobrevivientes del Distrito 13 tenían armas apuntadas hacia la Capital e hicieron un acuerdo de ´´hacerse los muertos a cambio de que los dejaran solos´´. Katniss se entera de que los hijos de los sobrevivientes de esa lucha de  hace 75 años estaban ahora organizando una rebelión en contra de los gobernantes fascistas de Panem.  
El Distrito 13 tiene algunos aspectos de la vida igualitaria comunista. Todos, incluyendo los líderes, comparten los limitados recursos disponibles y comparten el trabajo y producción. Esta vida colectiva y confrontación nuclear señalan un paralelo a la antigua Unión Soviética socialista – tal vez sugiriendo que son los comunistas de  quienes se puede depender para liderar la lucha.
La autora hace una descripción extremamente negativa de la vida en el Distrito 13 que refleja una representación de la Unión Soviética y la China socialista en los medios de comunicación capitalistas. Todos en el Distrito 13 se visten con uniforme, espera en filas por sus comidas sin sabor y siguen reglas estrictas. El Distrito 13 es sombrío y oprimido. Los líderes pueden compartir la comida y la ropa, pero las decisiones y el poder son solo para las elites. Incluso una pequeña desviación del compartimiento maquinal se enfrenta con un castigo violento en vez de lucha colectiva y camaraderil.     
Mientras que Katniss todavía a menudo piensa solo sobre las necesidades de su familia y amigos, también ve la fortaleza en la disciplina del Distrito 13 en la lucha en contra de la Capital y acepta ser el ´´sinsajo´´ símbolo del levantamiento. La mayoría del Sinsajo es la historia de la rebelión. Desafortunadamente es solo una historia que enfatiza los triunfos de la propaganda de Katniss y su valentía en vez de las masas de los obreros que realmente son la única fuerza que pueden (y logran) derrotar a los gobernantes de Panem y sus fuerzas fascistas.   
Al final Katniss combate en contra de Snow el Presidente de Panem en una pelea individual que rebaja las descripciones anteriores de una revolución unida de los obreros. Al mismo tiempo, se describe la líder del Distrito 13 como cada vez más envidiosa y obsesionada con el poder. Al final incluso se muestra a Katniss como fría y sin corazón.
Esto empuja las mismas ideas sínicas que los medios de comunicación capitalistas le ofrecen a los obreros todo el tiempo: incluso si los obreros se rebelan y ganan, nada cambiará en realidad. Al final del libro, se masacran niños y Katniss llega a creer que los líderes de la rebelión (incluyendo sus amigos) son responsables por tácticas brutales e inmorales como aquellas de la Capital.  
Después los nuevos gobernantes proponen un Juego del Hambre a la muerte con los niños de los gobernantes antiguos. Para vengar la muerte de su hermana en la rebelión, Katniss aprueba. Finalmente, Katniss toma acción individual para asesinar la líder de la rebelión en vez de contar con el colectivo de los concursantes anteriores que tal vez hubieran prevenido nuevos Juegos del Hambre. El epilogo de la historia propone que un líder nuevo mas suave ha tomado el control y se ha reformado el sistema. Sin embargo, las acciones requeridas para obtener este final feliz no se muestran.
El análisis de la autora de los terrores del fascismo son fuertes y convincentes, pero ella no puede en verdad imaginar o describir cual seria la solución. El anti-comunismo que se le enseña a la mayoría de obreros en las escuelas se demuestra claramente en el último libro, donde la sociedad tipo comunista del Distrito 13 eventualmente se revela igualmente de mala que el fascismo. Su representación de personajes femeninos fuertes muestra su actitud anti-sexista, pero el individualismo en vez del colectivismo es la característica definitiva de la ´´heroica´´ Katniss.
Sin una perspectiva comunista, Los Juegos de Hambre no tiene una alternativa real para destacar y solo deja el lector con la idea derrotaría de que nunca nada cambiara. Como comunistas si tenemos una visión donde los obreros pueden gobernar la sociedad de una manera nueva que aplaste el estado capitalista racista, sexista, explotación y las interminables guerras por ganancias. Estas son las ideas que debemos presentarles a los lectores de los Juegos de Hambre: Únansenos, tenemos un mundo que ganar.