La intensificación de la competencia inter-imperialista les presenta a los gobernantes de EEUU con una misión política imposible.  Por un lado, ellos deben aplastar brutalmente a sus rivales y enemigos  internacionales para proteger la caída de sus ganancias cada vez mas disminuidas.   Por otro lado, deberán sostener su fachada de democracia legal para poder mantener la lealtad de los trabajadores.  
Este dilema explica porque el Nueva York Times – el cual representa al capital financiero, la facción dominante de la clase dominante estadounidense – que además de alagar, reprendió su candidato preferido a la presidencia; Barack Obama.  El 30 de mayo, el Times publico un esposé de la campaña de asesinatos por bombardero de Obama: “‘Listas de asesinatos’ secreta son la prueba de los principios y voluntad de Obama.”  Al siguiente día imprimió un editorial cauteloso sobre el mismo punto. (“Demasiado Poder para un Presidente,” 31/05)
El artículo y la opinión presentaban a un Obama capaz aun con las imperfecciones como líder.  Vistas juntas, ambas piezas eran aduladoras más que una critica hostil.    
Los capitalistas de EEUU enfrentan desafíos a su imperio de energía global de al Qaeda y el Talibán, los patrones iraníes, y finalmente de sus rivales chinos y rusos.  En un esfuerzo de aglutinar a los gobernantes alrededor de la respuesta de Obama a este desafío, el articulo del Times describe a un guerrerista sin miedo ni remordimiento, preparado para cruzar cualquier frontera en busca de los enemigos de EEUU y asesinarlos.  “[Obama] acepta la acción letal sin chistar…él ha seguido al creciente enemigo hacia nuevas y peligrosas tierras.” El periódico también alago la “habilidad legal” de Obama en preservar los canguros de la corte militar de George W. Bush y las practicas de tortura bajo la fachada de “rendición, comisiones militares y detenciones indefinidas.”  
El Times definió como brillante militarismo a largo plazo las amenazas de Obama de invadir Pakistán: “En un discurso de campaña del 2007…el Sr. Obama ha pregonado su plan de atacar las bases terroristas en Pakistán – aun si los lideres pakistaníes se oponen.  En ese entonces sus rivales, incluyendo a Mitt Romney, Joseph R. Biden Jr. y la Sra. Clinton,  habían considerado ese pronunciamiento como una bravuconada de campaña.”
Desafortunadamente para los imperialistas de EEUU, los bombarderos asesinos de Obama han creado otros problemas, algo que ha notado el Times.  Uno de esos problemas es que esos ataques aéreos podrían ser el desenlace de una III Guerra Mundial en donde todos actuarían de la misma manera.  “Con China y Rusia observando, los EEUU han marcado un precedente internacional de enviar ataques aéreos a través de las fronteras para asesinar a enemigos.”  (Ver articulo, pg. 4) Otro problema es la tonta noción que los ataques aéreos podrían remplazar una guerra terrestre.  “El Almirante Dennis Blair, antes director de inteligencia nacional, dijo que la campaña de ataques era peligrosamente seductora.  ‘La cosa ventajosamente política que se tiene que hacer – bajo costo, sin bajas estadounidenses, da la apariencia de fortaleza.’” (NYT, 29/5)   
El editorial del Times, superficialmente crítico, apuntaba a otro segmento de lectores, uno que es igualmente crítico de las metas de guerra de los imperialistas: La clase trabajadora de EEUU, y especialmente a los trabajadores que votan.  Siguiendo la farsa patronal que ellos si respetan la ley, el enfoque era en los asesinatos racistas masivos de islámicos, pero no en temas de procedimiento: “[Obama] es un político, sujeto a presiones de re-elección.  Nadie en esa posición debería poder ordenar unilateralmente el asesinato de ciudadanos americanos o foráneos…sin el consentimiento de alguien fuera de su circulo interno político.”  Ya que los asesinatos ordenados por la Casa Blanca podrían ser expuestos a cuestionamientos en un año de elecciones, el Times demanda que una autoridad “fuera” de la clase dominante apruebe estas atrocidades.    
Para ayudar a consolidar la alianza patriota de sus lectores de la clase trabajadora, el Times describe al bombardero Obama como un ejemplo del otrora Presidente John F. Kennedy en sus “Perfiles de Valentía” (En 1955, JFK publico un libro escrito por un fantasma, para ensalzar ocho senadores que habían tomado posiciones no populares en beneficio del imperialismo de EEUU.) Después de que censurara cada semana a Obama, el Times editorializo, “A su merito, el Sr. Obama cree que debería tomar responsabilidad moral por estas decisiones, y ha leído las guerras-justas de Augustine y Thomas Aquinas.” (A nombre de asesinar infieles, estos dos santos justificaban y endosaban “guerras justas” por las fuerzas imperialistas principales de su día.)
El articulo “Lista de Asesinato Secreta” llego hasta a caracterizar a los consejeros principales de Obama como santos de tiempos modernos.  Harold Koh, abogado principal del Departamento de Estado, fue citado diciendo, “Si John Brennan es el ultimo hombre en el cuarto con el presidente, yo congio, porque Brennan es una persona de una rectitud genuinamente moral.  Es como si tuvieras un cura con fuertes valores morales que de pronto tomo el mando de una guerra.”
Claro que, el Times, Obama y San Brennan no tienen problemas morales con el largo historial de asesinatos masivos por el capitalismo de EEUU, desde las masacres de civiles japoneses con  bombas atómicas a la masacre de tres millones de vietnamitas y el reciente millón de iraquíes.   
La “moral” asesina de Obama y compañía, es cada vez más difícil de vender a quienes viven a diario en la mira de sus robots.  Imperialistas liberales como George Soros conocen bien el problema.   Soros, el multimillonario, es dueño y maneja el Guardián de Derechos Humanos (HRW, siglas en ingles), el cual recientemente cito a un activista yemení: “Estos ataques bombarderos son una política estúpida…Cada vez que asesinan a civiles yemeníes están creando mas odio contra América” (31/5).  Al mismo tiempo, estos asesinatos al azar crean racismo anti árabe y anti musulmán en EEUU y otros lugares.  
Soros entiende que el descontento yemení podría desestabilizar a la vecina Arabia Saudita, el puntal del dependiente de petróleo imperio capitalista estadounidense.  También entiende que un  apoyo más extenso de las Naciones Unidas y la “comunidad internacional” es necesario para la causa de EEUU.  Para ese fin, la alocada propuesta de Soro imita a la del Nueva York Times: Mantener los asesinatos por bombardeos robóticos pero hacerlos “mas democráticos” con una “justificación legal” mas fuerte, y así aplacar a la gente que es bombardeada:
Para ganar la confianza de los yemeníes, EEUU deberá transferir el comando de todos sus ataques por aviones robots de la CIA al ejercito de EEUU y proveer una racionalidad detallada de porque los asesinatos en Yemen son legales bajo la ley internacional.  Deberá insistir en más transparencia del Comando Conjunto de Operaciones Especiales de  EEUU, el cual también se reporta conduce ataques en Yemen bajo el velo del secreto parecido al de la CIA.  Eso no solo dará mas información a los yemeníes sobre los ataques de EEUU, sino también les permitirá buscar desagravio por cualquier ataque ilegal (HRW, 31/5/12).
Las medidas “anti-guerra” de los capitalistas inevitablemente esconden el maniobro hacia una masacre mas grande.  En realidad, es el sistema patronal que impulsa a los imperialistas hacia la guerra y desentraña horrores sin nombre contra la clase trabajadora internacional.  Para los capitalistas, la guerra no es una aberración.  Es la lógica extensión de un sistema de ganancias que se alimenta de la miseria y la explotación.  La guerra es necesaria cuando las especulaciones  diarias de un sistema – de los despidos masivos, recortes a servicios sociales y la educación y la legalizada persecución de inmigrantes – no son adecuadas para las necesidades de sus gobernantes.  Además las guerras capitalistas aumentan el racismo y sexismo utilizado para justificar la explotación de cientos de millones en Asia, África, y América Latina, además de trabajadores negros, latinos e inmigrantes en EEUU.
Para que la clase dominante de EEUU mantenga sus ganancias y su posición de gran jefe en el mundo, un presidente como Obama es ideal.  Aunque Mitt Romney esta dispuesto a perseguir la agenda asesina de los capitalistas, Obama es más capaz de ganar la lealtad de los trabajadores hacia los intereses de la clase dominante.  La tarea del Partido Laboral Progresista, en unión de quienes nos apoyan dentro de las organizaciones de masas, es remover la niebla capitalista de las elecciones y el candidato menos malo, y desenmascarar el sistema podrido que representan.   
Dada la gran ofensiva de la clase dominante, unirse y construir el PLP para organizar una revolución comunista es la única respuesta para la clase trabajadora internacional.  Es la única forma como podremos liberar a nuestra clase del sistema mas atrozmente opresivo de la historia. Es la única forma como podremos crear una sociedad sin patrones ni ganancias, dirigida por y para la clase trabajadora internacional.  ¡Únetenos!