PARIS, 27 de Octubre —  Las limitaciones de las huelgas en Air France-KLM y la compañía estatal de ferrocarril (SCNF) muestran porque los trabajadores deben romper los estrechos confines dentro de los cuales sus sindicatos operan – como socios minoritarios de los patrones.   Las huelgas no fueron un verdadero desafío a las políticas anti-obreras de ambas compañías, a las cuales ayudo el “menos malo” gobierno socialista.  Solo una minoría de trabajadores salió a la huelga.  Los trabajadores solamente podrán avanzar si dejan de operar dentro de las leyes patronales y se alejan de la meta imposible de reformar el capitalismo y luchan por una revolución comunista.  Ambas huelgas fueron frenadas por la ley patronal Diard, que obliga a los trabajadores de transporte dar aviso 48 horas antes de la huelga, impidiendo la solidaridad y permitiendo a los patrones planear una acción contra la huelga.   
Solo algunos de los 49,000 trabajadores de Air France se adhirieron a la huelga; no se cancelaron vuelos y solo algunos se retrasaron.  Aunque los trabajadores de carga hicieron huelga, ningún personal de vuelo lo hizo.  En Toulouse, un gran número de  maleteros, trabajadores guías y los que reciben las maletas de los pasajeros hicieron huelga lo cual solo retraso los vuelos unos 15 minutos.
Ayer, unos 500 trabajadores protestaron  afuera del aeropuerto principal de Francia, Roissy Charles de Gaulle, a pesar de la presencia de un gran número de policías y gendarmes.  Los huelguistas coreaban consignas protestando contra  el plan de restructuración Transform 2015 (ver abajo)
La ley Diard permitió que los patrones de Air France movilizaran a 6,500 trabajadores de Air France y pagar a sus compañías rivales para que reciban a sus pasajeros y así romper la huelga.  
Gobierno Socialista Refuerza el Capitalismo
 “Estamos muy enojados con el gobierno [socialista], ya que no ha cumplido su promesa de revocar la ley Diard,” dijo un líder sindical.  Su mal-dirigida fe en las promesas electorales del “menos malo”; los socialistas son exactamente la razón por la cual los trabajadores de Air France necesitan liderato revolucionario.
Transform 2015 es un plan de recortar gastos de 2 mil millones de euros (2.6 mil millones de dólares).  Anulara los acuerdos laborales existentes para conseguir un aumento de 20% de productividad para el 2014, y despedirá al 10% de la fuerza laboral además de reestructurar vuelos cortos y medianos.   
El plan continúa los ataques de la Agencia de Seguridad Aérea Europea (EASA, sigla en ingles) a la seguridad aérea.  Mientras pretende armonizar las regulaciones de seguridad de varios países europeos, el EASA propone que el personal de vuelo trabaje 20 horas consecutivas ¡sin descanso y sin parar para comer! Ignora un estudio independiente Moebus porque los patrones dicen que sus resultados son “muy restringibles y poco realistas.”
Los trabajadores aéreos, sin duda, necesitan llevar a cabo una lucha internacional – una que rompa con las barreras nacionales de los sindicatos.  
Esta previsto que la huelga de Air France termine el 29 de octubre,  hoy habrá protestas  en Roissy Charles de Gaulle y en las oficinas de Air France el 29 de octubre.  A otros trabajadores del aeropuerto, entre ellos temporales, servidores civiles, sub contratados y otros trabajadores industriales que luchan contra sus compañías, (como los del automóvil) se les está pidiendo que se unan a la protesta  del 29 de octubre.  
Huelga del Ferrocarril Nacional
Casi 35% de 245,000 trabajadores de ferrocarriles  se fueron a la huelga por 73 horas empezando a las 7 am del 24 de octubre, por aumentos salariales, empleos y contra los planes gubernamentales de reestructurar las redes del ferrocarril.  Treinta por ciento de los trenes veloces y 33% de los trenes normales  fueron cancelados.  En la región de Paris, el tráfico estaba estancado en unos 230 kilómetros ya que muchos usaban sus autos en vez de los trenes.  Uno solo puede imaginar el efecto que el poder de los trabajadores tendría si todos los trabajadores hubieran hecho huelga indefinida.  
La ley patronal de aviso anticipado de huelga también minimizo el impacto.  Los patrones usaron carruajes y trasladaron a pasajeros a otros trenes que si funcionaban para romper la huelga.  
La “oferta” inmediata del SNCF fue de un “aumento” de 0.5%, con la inflación anual de casi cuatro veces más al 1.9%, ¡el salario inicial está por  debajo del mínimo!  Mientras que los ejecutivos del SNCF se embolsaron 15% de aumento salariar el año pasado.
Los patrones de SNCF le pidieron al ministro de finanzas, en secreto, su visto bueno para un aumento ligeramente más alto para los trabajadores y así frenar su ira contra los planes del gobierno socialista de reestructurar las redes del ferrocarril, pero los “menos malos” socialistas decidieron extender el congelamiento de salarios de los servidores públicos a los trabajadores del SNCF.   La Unión Europea requiere que todos los países miembros habrán su servicio de trenes a la competencia privada.  
Para “salvar”  la compañía estatal, los socialistas intentan bajar los salarios de los empleados nuevos y acabar con la protección laboral.  Esto es exactamente lo que hizo Alemania, en donde solo 27% de los  trabajadores del ferrocarril –  de más de cincuenta  anos– aun tienen seguridad laboral.  
Ademas, los patrones del ferrocarril están jugando con las cifras, diciendo que el número de trabajadores se ha mantenido cuando en realidad se han recortado 1,600 empleos.  Los que venden los boletos  y los  conductores restantes trabajan más, y los empleos de mantenimiento son subcontratados a compañías privadas en donde los trabajadores no han sido entrenados en los estándares de seguridad.  
Los liderzuelos de los sindicatos han organizado lo que difícilmente se podría llamar verdaderas huelgas, se han convertido en socios menores de los patrones y su gobierno en la represión de los trabajadores.  Solo un gobierno y una sociedad dirigida por trabajadores comunistas  puede dar fin a este  sistema de ganancias explotador.