Una vez más, el presidente Obama ha hecho una promesa hueca a los trabajadores indocumentados y sus familias, que puede convertirse en trampa peligrosa y cruel. Como informó DESAFIO, Obama tomó una “acción ejecutiva”, declarando que a ciertos inmigrantes indocumentados se les dará un estatus de “acción diferida” por dos años. Para calificar, la persona tiene que ser menores de 30 años de edad, haber sido traídos antes de los 16 años por un padre indocumentado, haber vivido en EEUU durante más de 5 años, y haberse  graduado en secundaria u obtenido un GED. Además, no deben tener ninguna convicción mayor a un “insignificante” falta menor. A todos los solicitantes les serán tomadas sus huellas digitales y serán evaluadas por el FBI.
Si son aprobados, solo se les otorgará licencia de conducir y se les permitirá trabajar. Obama aclaró que este programa no dará  tarjeta verde o condición de ciudadano. Al cabo de dos años, el inmigrante tendrá que repetir el proceso. No habrá ninguna apelación si el funcionario de inmigración local, niega la solicitud.
Lo que Obama no dijo cuando anunció su plan es que debido a que se trata de una “acción ejecutiva”, puede cambiar de opinión en cualquier momento y cancelar el programa, o ser cancelado por cualquier otro presidente en el futuro. Pocos días después del anuncio de Obama, el congresista de Arizona Quayle introdujo leyes para bloquear este programa.
La maldad del programa de Obama radica en que tiende una zanahoria muy tentadora a  jóvenes que están tratando desesperadamente de sobrevivir. Sin embargo, esa zanahoria es tramposa,  ya que expone a los jóvenes y a sus familiares a la deportación. Cualquier joven que se inscriba en el programa tendrá que revelar su dirección. Los miembros de la familia indocumentada no tendrán ninguna protección, y pueden ser arrastrados a la deportación inmediata o posterior.
Además, si el programa es terminado repentinamente, el gobierno tendrá los nombres y direcciones de todas estas personas para su eventual deportación. Esta es la misma trampa que sufrieron inmigrantes haitianos elegibles para el Estatus de Protección Temporal (TPS) después del terremoto de Haití. Conscientes de las consecuencias, pocos se inscribieron a ese programa.
La maldad radica en el hecho de que este programa es sólo un anuncio. No hay una política, no hay regulaciones, no hay solicitudes para ser llenadas, no hay procedimiento para saber cómo se llevará a cabo. No es la primera vez que Obama hace este tipo de anuncios con consecuencias han desastrosas. El año pasado, Obama anunció que - el gobierno sólo deportaría a personas con órdenes previas de deportación o aquellas que hubieran cometido delitos. Muchas personas, incluidos abogados de inmigración, se ilusionaron. Sin embargo, los oficiales de ICE siguen deportando personas sin órdenes de deportación y sin antecedentes penales.
Al ser cuestionado sobre este tema, el ICE dijo que (1) todavía estaban aplicando la vieja política, porque después de 9 meses del anunció de Obama, no había orientación de cómo llevarlo a cabo, y (2) ¡se considera que cualquier persona que esta aquí sin documentos,  está cometiendo un delito! Está claro que Obama está dispuesto a ponerse de pie para hacer promesas vanas  a la gente, sabiendo que no se llevarán a cabo y que suponen un gran peligro para cualquier persona que confía en sus anuncios.
La realidad es que la clase dominante está desesperada por reclutar jóvenes a su ejército imperialista. El coronel Margaret Stock, un abogado de inmigración quien se desempeñó en West Point, dijo que el ejército listo para aceptar el Dream Act, porque los jóvenes inmigrantes son los soldados perfectos: cumplen órdenes, no se quejan  y no causan problemas.
Obama como cualquier guerreador imperialista está de acuerdo con su coronel. Se ha puesto una trampa para orientar a los jóvenes inmigrantes a ingresar a las fuerzas armadas (porque  la mayoría no encontrara empleos que no existen), en cambio las agencias gubernamentales obtendrán nombres y direcciones de familiares indocumentados que este o futuros presidentes puedan usar para deportarlos.
Un sistema que no puede brindar bienestar a todos, no merece existir. Debemos continuar nuestra lucha por la revolución comunista, sólo entonces la gente no será clasificada como “legal” o “ilegal”. Sólo entonces los trabajadores podrán vivir vidas creativas y productivas.  ¡Derrumbemos todas las fronteras, trabajadores del mundo, uníos!