Los patrones imperialistas de EEUU mientras enfrentan la creciente competencia global, especialmente al cambiar su enfoque hacia Asia, y como necesitan organizar a la sociedad para preparase para una probable guerra con China,  tienen que resolver dos grandes problemas: (1) un ejercito caro e inadecuado; y (2) una clase trabajadora no muy patriota y por lo tanto renuente a ser conscriptos para que los patrones mantengan su imperio mundial.  
Es por eso que ahora los consejeros de seguridad nacional y militar, se concentran en el Centro para una Nueva Seguridad Americana (CNAS, siglas en ingles) que representa el ala dominante de los imperialistas de EEUU, y han creado un plan que combina la conscripción obligatoria, salarios bajos,  destrucción de sindicatos, y en general bajar el estándar de vida de la clase trabajadora, generando mas ganancias a las corporaciones y banqueros.   Thomas Ricks, un veterano socio en el CNAS, presento dicho plan en un artículo del New York Times (10/07/12):
Una renovada conscripción, incluye a  ambos hombre y mujeres, con tres opciones para nuevos conscriptos saliendo de la escuela superior:  
•    Dieciocho meses de servicio militar con salario bajo pero con beneficios post-servicio excelentes, incluyendo universidad pagada [si sobreviven la guerra];
•    Servicio nacional civil por un poco mas de tiempo pero con un salario bajo;
•    Libertarios que se oponen a la conscripción, podrían negarse a hacerlo.
Ricks cree que esta nueva conscripción podría curar a los patrones de EEUU del tan temido “Síndrome de Vietnam,”  es decir la reacción de la clase trabajadora a la conscripción que asesino a 3,000,000 de vietnamitas y 58,000 soldados en la guerra de Vietnam.  (En realidad el síndrome es la sana reacción de la clase trabajadora a ser carne de cañón de los imperialistas) También él espera que los trabajos forzados y los salarios de hambre puedan ayudar a revivir el margen de utilidades de los capitalistas de EEUU, el cual cae vertiginosamente comparado con el de sus rivales chinos.  
Los detalles de la propuesta de Rick son aun más sucios que sus demandas principales.  Ricks no solo ampliaría el ejército de EEUU, lo haría más letal.  Los conscriptos se quedarían en el país, dejando libre a la más dura y supuestamente más comprometida fuerza de voluntarios para combatir en el exterior.  Claro, los conscriptos ganados al lavado de cerebro de la “elite asesina” del Pentágono, “podrían escalar a la fuerza profesional y recibir entrenamiento de armas.”
Servicio Nacional = Esclavitud Civil
Aquellos que no escojan el ejercito “podrían dar servicio civil nacional por un periodo un poco mas largo y con el mismo sueldo bajo – dando clases en áreas de bajos recursos, reconstruyendo infraestructura, limpiando parques” – empleos que en estos momentos son sindicalizados, en parques, escuelas y construcción.  Así que el ardid para destruir los sindicatos de Rick podría crear un ejército masivo de esquiroles y acabar con los beneficios que tanto le costó a los trabajadores sindicalizados ganar, para beneficio de los patrones de EEUU.
Como los gobernadores, Walker de Wisconsin y Cuomo de Nueva York, él les tira a aquellos empleados públicos que él dice “tienen sueldos excesivos.”  Los tres culpan a los trabajadores municipales por vaciar los márgenes de utilidad y recibir los fondos que serian mejor gastados en las guerras imperialistas.
“Imaginen,” dice Ricks, “cuanto se ahorraría si unos cientos de conserjes en las escuelas de Nueva York fueran de 19, con energía y ganando unos $15,000 mas casa y comida” en vez de trabajadores de mas edad que ganan tres a cuatro veces mas, y tienen beneficios de salud, vacaciones y días de enfermedad – todo ganado durante décadas de lucha – quienes ahora se unirían al ejercito de desempleados.  Además, Ricks dice, “cuantos trabajo que se sub contrata del sector privado podría hacerlo los jóvenes de 18 años por mucho menos.”
Esto golpearía especialmente a jóvenes trabajadores negros, latinos e inmigrantes, quienes ya están al fondo de la escala de salarios y además sufren del doble de desempleo que trabajadores blancos.  Ellos serian aun mucho mas explotados que ahora.  
La clausula de oposición de Rick simplemente excomulgaría a trabajadores ganados por los enemigos políticos domésticos, el ala imperialista liberal, especificar libertarios (aquellos que se oponen a casi todo el “control” gubernamental), explícitamente incluiría al Partido del Te, a aquellos que no les gusta la intervención foránea de EEUU: “Aquellos que desean declinar su ayuda al tío Sam tendrán que prometer no pedir nada  – ni Medicare, ni prestamos universitarios subsidiados y ninguna garantía hipotecaria.  Aquellos que quieren menos gobierno, lo tendrán.”
En verdad, los hijos de los ricos no necesitan servicio de salud subsidiado por el gobierno, ni prestamos para la universidad ni garantías hipotecarias.  Pero la juventud obrera y aun los hijos de profesionales tendrían la pistola en la cabeza: “escoger” el servicio militar nacional/conscripción o negarse y no obtener nada.  
Expertos y políticos liberales (como Charles Rangel, congresista negro de Harlem) dicen que una conscripción completa fomentaría igualdad de clase en EEUU.  También dicen que esto aminoraría las posibilidades de guerra al poner a toda la población en riesgo.  En realidad dicen: “que todas las clases – ricos y pobres – inviertan en las guerras futuras” lo cual haría que los políticos y los ricos pensaran dos veces antes de apoyar dichas guerras.  Pero, la respuesta para la clase trabajadora no es “unirse con los chicos ricos” para una “igualdad de oportunidad” de asesinar a trabajadores y jóvenes en guerras para proteger las ganancias de los patrones de EEUU.  La respuesta es la unidad de la clase trabajadora para hacer una guerra de clase contra los capitalistas que explotan a nuestra clase.  
Pero, aquí existe un motivo militar más oscuro.  El finado Charles Moskos, un académico financiado por Rockefeller, y que ayudo a crear el reporte racista Hart-Rudman, escribió en 2003, “para crear aceptación de las muertes en combate: crear una conscripción que pone a los conscriptos en la cima de la escala social…” (United We Serve, Brookings Institution).   Esto, piensa el, convencerá a los jóvenes de la clase trabajadora a ir a la guerra. “con” sus hermanos y hermanas ricos, ignorando el hecho que los ricos tienen maneras de evitar el combate, no así los trabajadores.  Y, sin mencionar a Chima como enemigo en una posible III Guerra Mundial,  que tiene mas gente en edad militar que EEUU tiene de residentes, a Ricks le emociona movilizar un ejército graduado de unos cuatro millones de  “gente común.”
Mientras que el equipo de re-elección de Obama, influenciado por el CNAS claramente promueve el plan de Ricks, no es probable que Obama lo endose (hasta que sea electo, si lo es).  El llamado a servicio nacional del Senador John Kerry, del partido demócrata le costó la elección presidencial en el 2004  Obama quiere mantener su careta del “menos malo” para que, sin importar lo mal que se vea, el republicano Romney se vea peor.  Pero, todos los demócratas “menos malos” elegidos en los últimos 50 años, terminaron estableciendo las políticas que decían eran las que los republicanos promocionaban.  
Es mas, Obama promociona políticas que ni el mismo Bush se atrevió – extender la guerra afgana con 30,000 tropas adicionales; virtualmente invadió Pakistán con las Fuerzas Especiales y bombardeos; intensifico la guerra a Yemen, Somalia y Libia mientras mantiene las bases de EEUU en y alrededor de Irak; maniobrando ataques a Irán; deportando mas inmigrantes de lo que Bush se hubiera imaginado; extendiendo los asesinatos aéreos de la CIA de civiles y gobiernos; espiando a millones en EEUU. – y todo bajo la fachada de que los demócratas son “el partido de los trabajadores.”  ¡Malditos, si, menos no!
Hoy, nuestro Partido puede crecer con la repugnancia masiva a matar o morir por el Tío Sam/ExxonMobil, de la clase trabajadora.  Llevando la política comunista a las organizaciones de masas a las cuales pertenecemos e involucrándonos en la lucha de clases, los trabajadores y jóvenes pueden ser ganados a ver que la lucha por una revolución comunista es la única alternativa a los horrores del capitalismo.  De esta manera podemos crear un Partido Laboral Progresista masivo, el arma necesaria para destruir a los patrones y su sistema de ganancias y abrir paso a un mundo dirigido por los trabajadores.