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ESPAÑA: LAS PROTESTAS FRENAN DESALOJOS, PERO...Desempleados Buscando En Basureros Un Poco De Comida

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04 Enero 2013 106 visitas

La depresión económica internacional provocada por las contradicciones internas del sistema capitalista está golpeando duro particularmente en España. El desempleo en ese país ha llegado a un 25%, el 22% de los hogares españoles viven bajo la línea de pobreza y un 30% vive en el borde de la pobreza (NYT, 10/26; MercoPress, 2/24)
El aumento de la pobreza ha llevado a un rápido aumento de gente sin techo y ha acentuado la ayuda humanitaria para pobres dirigida por la Iglesia Católica. Julio Beamonte, director del centro de ayuda más grande en España, Cáritas católicas, comentó en junio que la pobreza en España ahora rivaliza con la pobreza que Europa experimentó por las consecuencias y los desastres de la Segunda Guerra Mundial (Catholic News Agency, 6/6)
Un secretario de Caritas resumió la situación: “Hay más gente pobre que el año pasado, y se han hecho más pobres. Después de cuatro años de dificultad financiera la pobreza es más amplia, más intensa y se está creando una sociedad polarizada en la que la diferencia entre ricos y pobres es cada vez mayor. “(MercoPress)
Un informe reciente de NPR llamado Todas Las Cosas Consideradas analizó un nuevo fenómeno masivo en las ciudades españolas “gente buscando reciclables en contenedores de basura”. Esta práctica, que siempre ha sido común en Estados Unidos, consiste en extraer residuos urbanos de vertederos (contenedor de basura) para rescatar alimentos y bienes vendibles, particularmente metales que se pueden vender como chatarra. Uno de estos recolectores de reciclables dijo al reportero: “antes construía casas nuevas, hacía renovaciones y reconstruía casas históricas.” Ahora busco reciclables en la basura para comer.”
Un inmigrante marroquí que buscaba chatarra en un basureo de Barcelona le dijo al reportero: “Ahora parece que gran parte de la humanidad no tiene trabajo ni nada. Así que esto es mejor que robar. Puedes echarte un clavado en la basura, no hay problema “. Luego se inclinó al contenedor de basura cuando un amigo sostenía sus pies. (NPR, 11/11)
En medio de esta creciente pobreza, la clase capitalista está buscando nuevas formas de beneficiarse de la pobreza. Restaurantes en España han comenzado a ofrecer recalentar alimentos traídos por los trabajadores si pagan por el uso de cubiertos y platos (Reuters blog, 9/24) Tras señalar que “la pobreza está volviendo a Europa” La empresa inglesa Unilever ha cambiado su estrategia comercial en Europa a un modelo del tercer mundo. Ahora ofrecen a consumidores españoles “paquetes” que incluyen: detergente, champú y porciones de alimentos como puré de papas (Telegraph, 8/27) A largo plazo,  estas porciones individuales resultan más costosas, pero es lo que los trabajadores que viven al borde de la pobreza puede comprar.
Los trabajadores españoles no están conformes con sostener la crisis capitalista sobre sus espaldas. Protestas masivas han obligado a las autoridades a aprobar una moratoria de dos años para detener los desalojos de familias pobres que no pueden pagar sus hipotecas. Sin embargo, la naturaleza temporal de estas reformas no resuelve el problema. La revista patronal Business Week advirtió que esta moratoria no es un regalo para la clase obrera, “España está tratando de equilibrar la amenaza de agitación social con la protección de los bancos”. Así mismo, Deutsche Bank goon Bernd Volk dijo que “La moratoria parece claramente destinada a casos extremos y se supone que no diluirá los derechos de los bancos “. (BW, 11/16) La nueva ley española demuestra tanto la importancia de la resistencia activa y los límites de la reforma bajo el capitalismo. Estos trabajadores han ganado una victoria temporal en la vivienda a través de la lucha en las calles, pero se necesita la destrucción del sistema capitalista a fin de cubrir plenamente y de forma permanente las necesidades de la clase obrera.
Este aumento de la pobreza extrema no se limita a España, está afectando a todos los países del mundo. Los países capitalistas del mundo podrían estar en desacuerdo sobre algunas cuestiones como la forma de dividirse el botín extraído de los trabajadores, pero están unidos en su creencia de que la clase obrera debe asumir el 100% de la carga de la crisis capitalista actual.