NEW YORK CITY, 9 de Febrero — A pesar del frió que congelaba y la nieve, hoy se congregaron por lo menos 75 estudiantes de la Universidad Columbia para defender los derechos de los mal pagados trabajadores de Faculty House. Se les unieron cerca de 25 trabajadores miembros de otros sindicatos y siete miembros de la Iglesia St. Mary de Harlem. Fue una marcha ruidosa y militante, con una unidad que no se visto en décadas.
El grupo de Solidaridad Obrero-Estudiantil se formó el otoño pasado, compuesto en su mayoría por estudiantes del primer año, muchos de los cuales tuvieron conexiones con Ocupemos Wall St. Su primera actividad la hicieron en apoyo a las oficinistas de Barnard (Escuela femenina de Columbia) que amenazaban irse a la huelga por los recortes salariales y beneficios. Los estudiantes distribuyeron volantes en varios eventos para graduados y organizaron marchas en el campus, convirtiéndose en un factor importante del triunfo de los trabajadores de Barnard.
En los últimos dos meses, han estado apoyando a los trabajadores de Faculty House, que no han recibido un aumento en los tres últimos contratos. Además los trabajadores quedan cesantes los veranos y otros feriados durante los cuales reciben $65 semanales. Columbia le añade un 22 por ciento de propina a todas las cenas pero de eso los trabajadores no reciben ni un centavo. Ahora les quieren reducir los beneficios de salud y no les ofrecen nada en compensación. Su sueldo es tan bajo que muchos trabajan de 60 a 80 horas por semana para cubrir sus cuentas.
Han echado a los estudiantes que han tratado de asistir a las negociaciones, pero estos han hecho protestas afuera. Han hecho peticiones, han hablado con los catedráticos, han organizado charlas y han pasado volantes. Cada semana crecen sus reuniones.
Columbia es una institución elite de la clase dominante, gobernada por una junta integrada casi totalmente por banqueros, dedicada a entrenar a la próxima generación de lacayos de la clase dominante. Su estudiantado es en su mayoría blanco, acomodado, y desconectado del vecindario pobre y en su mayoría trabajadores negros de la comunidad de Harlem. En los años 60, en medio del tumultuoso movimiento estudiantil que creció en oposición a la invasión de Vietnam por los EEUU, miles de estudiantes de Columbia se manifestaron y ocuparon edificios en protesta contra la construcción de un gimnasio exclusivo en Harlem. Esa lucha la ganaron los estudiantes.
Ahora, sin embargo, Columbia se está posesionando de 17 acres de Harlem, causando la perdida de viviendas de bajo costo, pequeños negocios y trabajos. A pesar de que ha existido una oposición comunitaria por años, solo un pequeño numero de estudiantes han participado. El año pasado cerca de 15 participaron en una ocupación de 5 días en la calle 125 en Harlem, pero casi todos ya se han graduado.
Este nuevo y entusiasta grupo de estudiantes va por buen camino, forjando la lucha unidos con los trabajadores universitarios. Durante las últimas reuniones, también han participado los vecinos de la Iglesia St. Mary, que es un importante paso hacia adelante. Esto podría permitir la expansión y continuación de la lucha para forzar a que Columbia contrate más residentes locales.
Columbia prometió 7,000 nuevos trabajos para la comunidad como parte de su acuerdo de expansión, pero hasta ahora no ha contratado a ninguno. El racismo de Columbia es aparente en la manera que trata a sus trabajadores, en su mayoría negros, Latinos e inmigrantes, y a sus vecinos en Harlem.
Los estudiantes están horrorizados por la injusticia y desigualdad que ven en una universidad que pretende ser un baluarte de los valores liberales. Pero, de hecho, los valores liberales son los valores capitalistas, y los liberales son simplemente aquellos que entienden la importancia de pretender que la igualdad y justicia son posibles bajo el capitalismo. El capitalismo depende de la competencia por las mayores ganancias y del racismo para dividir y debilitar a los trabajadores.
Mientras los patrones de EEUU compitan con sus rivales imperialistas por los recursos del mundo, el capitalismo no puede mantener una mascara bonita. Por lo tanto, los estudiantes deben reconocer que ellos también serán los futuros trabajadores y que la unidad con los trabajadores que ganan menos es un imperativo para forjar un movimiento lo suficientemente fuerte para derrocar al capitalismo, crear una sociedad totalmente nueva, una sociedad comunista, basada en la igualdad y la distribución de bienes y servicios de acuerdo a las necesidades.
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Trabajadores Y Estudiantes Se Unen Contra Recortes Racistas En La Universidad Columbia
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- 14 Febrero 2013 113 visitas