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Sarkozy, Socialistas: Mismas Mentiras

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14 Marzo 2013 89 visitas

PARIS, 5 de marzo — Decenas de miles de trabajadores se manifestaron en esta ciudad contra el acuerdo fraudulento “Empleo Seguro”, y otros 200,000 se unieron en 174 marchas de protesta en el resto del país.
El más expresivo contingente en la marcha en París fue el de 250 trabajadores de la planta automotriz Peugeot que corearon contundente “!No despidos, No cierre de fábricas!” Y “!Estamos aquí hoy, continuaremos mañana!”, “Yo no voté por François Hollande, porque sabía que era la misma porquería, el mismo aire contaminado”, declaró Mohamed, un trabajador de Peugeot. “No ha habido una ruptura con el anterior gobierno [Sarkozy]”, dijo Jean-Pierre, otro manifestante en Paris. A los 66 años, recién jubilado, teme que no le “garanticen su pensión”
En Lyon, trabajadores de Renault mostraron pancartas donde se leía, “¡El acuerdo es una verguenza!” En Toulouse, el desplegado principal condenó “El acuerdo del 11 de enero es una canallada.” En Nantes participaron grandes contingentes de trabajadores metalúrgicos y trabajadores de la fábrica de Airbus.
En Le Mans, los trabajadores corearon, “!No a la flexibilidad, No a la competitividad, No a la movilidad!” En Reims, las manifestaciones detuvieron el tráfico de autobuses y tranvías. Más de 200 trabajadores del caucho de Michelin se unieron a la marcha de protesta en Clermont-Ferrand. “Los jóvenes no quieren ver su futuro disminuido”, comentó un trabajador de Michelin. En Lille, marcharon contingentes de la acerera ArcelorMittal Dunkerque, de la fábrica de balancines Peugeot, la fábrica de automóviles Toyota, de la cadena de tiendas de muebles Conforama, y la fábrica Fraisnor lasaña.
Las manifestaciones fueron organizadas por tres confederaciones sindicales, la CGT, FO y Solidarios en contra de la ley anti-obrera que el gobierno planea adoptar en mayo. El gobierno socialista tildado de “menos malos” entabló platicas con las dirigencias sindicales y las asociaciones patronales. El 11 de enero, tres confederaciones sindicales, la CFDT, CGC, CFTC, que representan una minoría de los trabajadores, firmaron un acuerdo de traición en la que la nueva ley anti-obreras se basará.
La característica principal de la propuesta de ley permite a la empresa reducir salarios y cambiar las horas de trabajo, supuestamente por un limitado período de dos años, con el fin de “aumentar la competitividad”, y supuestamente para evitar despidos. La ley también crearía “contratos de trabajo intermitentes” - permitiendo a los patrones emplear a los trabajadores solo el tiempo que los necesiten. También permitiría a los patrones mover sus fábricas de una región a otra. Los trabajadores que se niegan a moverse a otras instalaciones serán despedidos y no serán elegibles para los beneficios de desempleo.
A cambio de estos obsequios, los tres sindicatos vendidos supuestamente ganaron “derechos compensatorios” para los trabajadores. Tales compensaciones están sujetas a futuras negociaciones y nadie tiene garantía legal de ellas. Los diputados pertenecientes al partido de derecha UMP, que perdió las últimas elecciones presidenciales y legislativas, votarán en favor de la ley con el Partido Socialista, a pesar de que el ex ministro de Trabajo, Xavier Bertrand criticó el acuerdo por “no ir lo suficientemente lejos”. El gobierno socialista indicó que permitirá cambios superficiales en la futura ley, ninguno sustancial.
Ni los líderes sindicales, ni las elecciones o leyes garantizan a los trabajadores una vida digna, y mucho menos garantiza el valor total creado por su trabajo. Mientras los capitalistas ejercen el poder del Estado, las leyes siempre los favorecerán. Es evidente que la clave para obtener derechos reales para los trabajadores radica en que nuestra clase trabajadora elimine al gobierno de los patrones. Eso sólo puede ser realizado por un partido revolucionario que dirija la clase obrera a una revolución comunista para destruir el capitalismo y crear una sociedad dirigida por y para los trabajadores.