La guerra civil en Siria tiene a los gobernantes de EEUU en una disyuntiva. Su blanco es el régimen del presidente sirio Bashar Assad en línea con su necesidad permanente de asegurar el gas y petróleo del Medio Oriente. Solo limitando el acceso de sus rivales imperialistas a estos recursos pueden los patrones de EEUU mantener su ventaja económica y militar.
Al mismo tiempo, los capitalistas de EEUU se preocupan que una invasión a Siria pudiera repetir su fiasco en Irak y Afganistán – especialmente por el escepticismo y falta de apoyo de los trabajadores a la próxima guerra por ganancias. Zbigniew Brzezinski, consejero de seguridad nacional de Jimmy Carter y otros presidentes de EEUU, le dijo a Bloomberg Televisión que la intervención militar en Siria arriesgaría “un desastre a larga escala para los EEUU.”
En agosto pasado, Obama advirtió a Siria que estaría cruzando “una línea roja” e invitando intervención de EEUU si usaba armas químicas. Entre los recientes reportes de que ambos, Assad y la oposición siria han usado gas venenoso (New York Time, 6/5/13), Obama deberá escoger entre fuerza militar no popular y la pérdida de su credibilidad. Un encabezado del Times (5/5/13) decía que Obama estaba “reacio a enredarse en otra guerra en el Medio Oriente, y consiente que la mayoría de los americanos se opone a la acción militar, el presidente, deliberadamente, no ha explicado lo que su ‘línea roja’ realmente implica.”
Por ultimo (los gobernantes israelitas, actuando como frente de EEUU, han lanzado dos ataques aéreos contra misiles iraníes en Siria, marcando su propia línea roja, para parar los envíos al enemigo de Israel, Hezbollah.)
La promesa de intervención de Obama tiene a sus defensores en la prensa liberal y los centros de estudios clamando que su preocupación mana de un raro error diplomático de su parte. El presidente nunca debió dar ese ultimátum de armas químicas, dicen ellos. “De contado, lo dicho por Obama puso a EEUU en un aprieto con Siria,” dice el encabezado del Times del 5 de Mayo. Un artículo en la misma edición del director del Brookings Institute, Daniel Byman, culpa la falta de planeación de Obama: “En el caso de Siria, la línea roja en las armas químicas parece haber sido puesta sin una decisión de cómo se podría responder a tal infracción.”
Pero Obama no metió la pata en el dilema de Siria. Él está encajonado en su servilismo al capital financiero de EEUU. En particular, Obama deber proteger los intereses de ExxonMobil y otras compañías energéticas en competencia con los capitalistas chinos y rusos, quienes ven a Siria como la entrada para sus propios interese imperialistas.
ExxonMobil ha empleado a James Jeffrey, ex embajador de EEUU al ocupado Irak, para ayudar a negociar grandes acuerdos petroleros con Bagdad (Reuters, 8/2/13). Sin reconocer a sus amos de Exxon, Jeffrey escribió un artículo para el Washington Post del 27 de abril titulado “Intervención Estalación.” En el que identifica al imperialismo de EEUU como el principal enemigo de Siria: “Irán, Rusia y China tienen profundos intereses en la preservación del régimen de Assad.” Después enfatiza la oportunidad temporal de los patrones de EEUU: “El balance del poder en el vecino inmediato de Siria esta tan cargado a favor de los Estados Unidos y sus amigos que es poco lo que China y Rusia (o Irán) podrían hacer para contrarrestar a los Estados Unidos directamente.”
Es decir, la disminuida “capacidad de un contragolpe de Rusia, China, o Irán, no deberá disuadir a Washington de tomar las acciones militares necesarias en Siria,” dijo Jeffrey. Aludiendo al control que sus patrones de Exxon, tienen en los campos petroleros iraquíes y saudís, dijo, “la estabilidad del Medio Oriente es clave para los intereses de EEUU…así como estar dispuestos a llevar a cabo nuestra amenaza de la línea roja en cuanto al uso de armas químicas.”
Según un vocero de Exxon, la maquinaria de guerra de EEUU es muy capaz de llevar a cabo la amenaza a Siria. Se refería a el reporte del 17 de abril en Los Ángeles Times: “El Pentágono está enviando unas 200 tropas a Jordania, la vanguardia de una posible fuerza militar de 20,000 o más que podrían ser desplazados si la administración de Obama decide intervenir en Siria para asegurar el arsenal químico o prevenir que una guerra civil de 2 años inunde las naciones vecinas.”
Obama podría atacar Siria pronto. Si no lo hace, significara que estrategas a largo plazo de los patrones de EEUU han prevalecido. Estrategic Forcasting, Inc. Una agencia de análisis político con mucha influencia con clientes como el Pentágono y muchas compañías de Fortune 500, advierte a Siria:
Muchas cosas están más allá del poder militar de los Estados Unidos…Tú no puedes parar una guerra civil añadiendo otra facción a la guerra a menos que esa facción traiga un poder avasallador. Los Estados Unidos tienen mucho poder, pero no poder avasallador, y el uso de poder avasallador significa pérdidas avasalladoras. Y tú no puedes trasformar la cultura política de un país desde afuera, a menos que estés preparado para devastarlo como se hizo con Alemania y Japón.
Sin importar el horario de los patrones para atacar a Siria, la clase trabajadora internacional deberá prepararse para más guerras por petróleo en el Medio Oriente – y posibles guerras mundiales – conforme los rivales imperialistas se pelean por el máximo de ganancias que necesitan para sobrevivir. Con ese fin, nosotros debemos construir un partido comunista internacional, la única meta del Partido Laboral Progresista es organizar la destrucción del capitalismo – con sus ganancias, racismo, sexismo, pobreza masiva, desempleo – y establecer una sociedad comunista dirigida por y para la clase trabajadora. Esto significa ganar a millones de trabajadores, jóvenes y soldados a nuestra meta.