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Combatir Ataques Sexistas a Trabajadores

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19 Junio 2013 81 visitas

La empresa donde trabajo se encuentra en la parte norte del estado de México que es una de las  la zonas  más pobres de este lugar. Esta empresa paga $600 pesos semanales a mujeres y $650 a  hombres, este salario es de hambre,  de miseria al igual que indignante, esta es una de muchas empresas que explotan a los trabajadores, se aprovechan de las condiciones de este lugar, pues es una de  las zonas con mayores carencias, la mayoría de las personas no tienen terreno propio, sus casas son de ladrillo y lodo techadas de lámina y cartón, viviendo en una situación precaria, la necesidad las obliga a aceptar trabajos peligrosos y de muy bajo sueldo, casi  todas estas personas no han terminado ni la primaria.
En esta empresa la mayoría son mujeres y en gran   parte son  menores de edad, solo se encuentran 3 hombres en la línea de producción, siendo las mujeres las que absorben la mayoría de trabajo muy pesado, arriesgándose a sufrir lesiones  de gravedad, no tienen seguro social ni equipo de seguridad, la poca oferta de trabajo aunado con  el bajo nivel de estudios  que este maldito sistema los obliga mantener, hace que estas mujeres tengan que soportar jefes que las humillen, rompiendo su dignidad, gritándoles obscenidades enfrente de todos, destruyendo su dignidad haciéndoles sentir que son solo basura.
Cuando me di cuenta que una muchacha estaba llorando, porque nuestro  jefe le gritó por algo insignificante, yo le reclamé gritándole y exhibiéndolo en frente de todos, que no era la forma correcta de dirigirse a una persona, a una mujer, ni mucho menos a una menor de edad, era tanta mi furia que al final terminé por golpearlo.
Después el contratistas se enteró de la situación, me reclamó de  porque había golpeado a mi jefe, alegando que no puede permitir este tipo de violencia en su empresa, cuando la violencia que fomenta nuestro jefe es mucho más grave, pues la violencia en forma de palabras humillan y degradan tu integridad, crean heridas que casi nunca cierran.
Al final terminaron por correrme de la empresa, aun así el supervisor amenaza por demandarme, pero lo bueno de esta situación es que me permitió comentarles sobre nuestra línea  a unas de mis compañeras y recibieron nuestro periódico. Los trabajadores tenemos en nuestras manos nuestra libertad, debemos luchar por una vida digna, desapareciendo el  racismo, el individualismo y el sexismo  que hace nos destruyamos entre nosotros, mientras los capitalistas disfrutan de la riqueza que nosotros creamos. Luchar por nuestros niños que ya no sufran, luchar por una vida digna, luchar por nuestra libertad, luchar por la revolución comunista. ¡Trabajadores del mundo uníos!