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Después de Mandela Emerge Lucha Anticapitalista

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13 Febrero 2014 91 visitas

Muchas de las ilusiones del ANC (Congreso Nacional Africano)/ SACP (Partido Comunista Sur Africano) han sido enterradas con Mandela, entonces podemos comenzar a ver el periodo de Mandela diferentemente. Por ejemplo, siempre ha habido luchas y movimientos en Sur África no controlados por ellos. Mucho antes de que Mandela saliera de la prisión, había un movimiento de masas fuerte en los 1980s que era independiente de ANC/SAC, quienes la mayoría de lideres estaban en el exilo o encarcelados.
La lucha de clase continuó a pesar de su ausencia, guiado por un movimiento vagamente afiliado ‘democrático radical’ llamado Frente Democrático Unido (UDF), comprometido de nuevos sindicatos de obreros negros militantes como los obreros de Dunlop Rubber en Durban, organizadores basados en la comunidad entre los jóvenes negros llamados “los camaradas”, reclutan resistentes entre hombre jóvenes blancos, y una cultura vigorosa de protesta y resistencia en arte de afiches, drama ( “Obras de Dunlop”), y poesía militante para audiencias de obreros  (“Alzamiento de la Mamba Negra”).
El UDF no desarrollo política comunista ni un partido revolucionario, aunque pudo haber sido tierra fértil para ambos. Pero en 1990 el liderazgo de ANC/SACP volvió y comenzó a negociar un final al apartheid legal.
Estas negociaciones de Pretoria fueron “desmovilizadoras” para activistas de UDF (en su frase), y muchos permanecieron cautelosos de las fuerzas de Mandela como resultado. El legado de UDF continuo después de la elección victorioso de 1994 de ANC: en los movimientos independientemente organizados de ocupantes ilegales en los pueblos cabañas descritos en el libro de Ashwin Desai, Somos Los Pobres; en la oposición a la ley económica neoliberal de ANC/SACP/COSATU ( Congreso de Sindicatos Sudafricanos) llamada GEAR; y en la campaña en contra de la epidemia del VIH/SIDA llevada por ex ANCs como Zackie Achmat, quien se rehusó a tomarse la medicina de VIH el mismo hasta que no fuese disponible para los pobres.
Este tipo de fuerzas continuaron la resistencia hasta  la ‘normalización’ del capitalismo bajo la clase gobernante quien se había abierto estrictamente para incluir empresarios, mientras instalaba una clase política nueva negra en el gobierno. Incluso algunos sindicatos en COSATU, la federación de sindicatos tipo AFL-CIO (Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales) que fue la tercera parte de “la Alianza”, continuo en  hacer huelgas en contra de la pauperización de los obreros bajo GEAR. COSATU hasta cierto punto se convirtió, con intelectuales izquierdistas, un lugar de disentimiento del ANC.
Ahora hay nuevas rebeliones clasistas  y nuevos destellos como la de UDF, de anti-capitalistas organizando en Sur África. El sindicato de obreros mineros afiliados con COSATU fue desafiada por un grupo nuevo del sindicato mas militante que guio la huelga sangrienta de mineros de platino en contra del gigante multinacional LONRHO y sus apoyadores del ANC. La ultima vuelta a la izquierda fue el anuncio en la convención de sindicato de obreros de metal (el sindicato mas grande en toda África) que estaban definitivamente rompiendo  con el ANC, y que, por que el SAPC había abandonado la clase obrera, el sindicato trabajaría para un nuevo partido para luchar por el socialismo.    
Aunque todavía estaban expresando tristeza y respeto en la muerte de Mandela, los obreros de metal estaban de hecho repudiando su línea y sus organizaciones. Hay muchos otros, desde estudiantes e intelectuales a huelguistas ilegales y el movimiento de vivienda, quienes se les esperan a que se añadan al llamado del regreso de una lucha anti-capitalista a Sur África. Sin duda al comienzo mantendrá muchos aspectos de la vieja línea comunista (como el socialismo como transición al comunismo.)
Pero un nuevo terreno se ha abierto con la muerte de Mandela. El PLP y comunistas revolucionarios en todas partes tienen que ponerse en solidaridad con las nuevas luchas en Sur África. Como obreros en movimiento en Haití y Bangladesh, son aperturas a un nuevo movimiento comunismo internacional levantado de las viejas cenizas.