El Capitán América: El Soldado del Invierno – la secuela a El Primer Vengador del 2011 – rompió records para la apertura de una película en abril, obteniendo cerca de $100 millones. La película es un espectáculo especial de dos horas de efectos especiales, del cual Hollywood espera recibir ingresos masivos.
    Regateando en la moda reciente de películas de revistas de historietas que toman su material muy en serio, El Soldado del Invierno se aventura en algunos temas recientes que podría sorprender aquellos escépticos de éxitos de taquilla de Hollywood. SHIELD, la agencia súper secreta de la cual hace parte el Capitán América, se revela a ser no lo que parece, ya que su secreto la hace propensa a abusos extraordinarios. Es claro que la misión de SHIELD es una metáfora de guerra contra el terrorismo y los abusos que vienen de esta. El revelar los secretos de SHIELD, se ve como un gran acto de heroísmo, una alusión a la filtración de Edward Snow den de los documentos de la NSA que no se puede equivocar.   
Sin embargo, estos temas hacen segundón al trompo más popular de las películas de acción estadounidenses, de mentalidad de asedio. En ningún momento en El Soldado del Invierno (o en ninguna de las películas de la franquicia de Marvel) como mundo naturalmente nos referimos a los Estados Unidos, ya que no se muestra ninguna otra parte del mundo en la pantalla- no está en peligro. Incluso cuando nos enteramos que una organización militar secreta amenaza nuestra “libertad” (este concepto amorfo en el centro de todas las películas patrióticas), descubrimos que realmente hay conspiraciones masivas malvadas para esclavizar a personas. ¿Entonces donde nos deja esto?
Así el enemigo sea el terrorismo, el enemigo nacional del día (Rusia, China, Irán, Corea del Norte, escoja), crimen, drogas o el abismo fiscal, se nos mantiene en un estado constante de miedo por parte de los medios, los políticos, etc. Con tanto miedo intrigante es fácil olvidar que los Estados Unidos se gastan más en el ejército que los otros diez derrochadores combinados. Películas como El Soldado del Invierno muestran un Estados Unidos  en peligro constante de ataque, pero los hechos históricos muestran que es el resto del mundo el que está en peligro constante de ataque de los Estados Unidos.
En breve, El Soldado del Invierno ayuda a perpetrar una imagen del ejército de EEUU como victima de un mundo peligroso en vez del imperialista villano que hace el mundo más peligroso. Esta inversión de victimas y victimizadores es una victoria ideológica importante que justifica los gastos absurdos del ejército mientras calla el desacuerdo en contra de incrementar las aventuras del ejército de EEUU al exterior.
En El Soldado del Invierno la misión del ejército de EEUU se puede salvar con tal de que soldados nobles como el Capitán América estén a cargo. Esta es una visión del mundo en la cual el imperialismo no existe como concepto y los villanos no son los banqueros buscando maximizar ganancias, pero malvados que hace el mal por el mismo mal. Estas películas construyen una fantasía que la clase obrera de EEUU está supuesta a vivir dentro, donde cuestiones incomodas de clase y poder nunca aparece. Fuera del entretenimiento estúpido, estas películas presentan un punto de vista sobre simplificado del mundo que le sirve al capitalismo.