En días pasados participé junto con un numeroso grupo de la organización comunitaria donde soy miembro activo, en una protesta frente a 2 restaurantes de comida rápida, uno de ellos de la gigante corporación internacional M´c Donalds.
La protesta fue por la campaña que están realizando numerosas organizaciones comunitarias y sindicatos a nivel nacional para que los trabajadores de estos establecimientos tengan un salario mínimo de por lo menos $15 dólares la hora y tengan derecho a la Unión o Sindicato ya que su salario de miseria apenas alcanza para vivir y mantener a sus familias y son trabajadores muy explotados.
Esta protesta comenzó bien temprano en la mañana antes del amanecer ya que era una acción nacional donde muchos trabajadores iban a declararse en huelga y otros iban a hacer desobediencia civil.
En el caso de la protesta en la cual participé que fue en New York, protestamos cerca de 2.000 personas y esta fue muy militante. Hubo 34 arrestados en la desobediencia civil y seguramente las listas de quienes iban a ser arrestados ya estaban en manos de la policía.
Se gritaron consignas bien militantes como: Huelga, huelga, huelga, Obreros Unidos Jamás Serán Vencidos, entre otras.
Un detalle en el que todos los participantes se fijaron fue la inmensa cantidad de policías que estaban alrededor del lugar de la protesta. Yo comenté en voz alta ¨Si ellos creían que estaban en Ferguson, pues temían a la clase obrera que tienen el poder y la verdad. ¨ Por eso no nos dejaron marchar por el centro de la calle sino que todo el recorrido lo hicimos por la acera.
Hubo una señora que dijo que ellos, los policías, nos estaban protegiendo y unos compañeros entre ellos yo, le dijimos que ellos no nos estaban protegiendo que ellos estaban protegiendo los intereses de los patrones, que ellos estaban allí para reprimir y arrestar a los trabajadores como los hicieron en Fergusson y como lo han hecho alrededor del mundo.
Tuve la oportunidad de repartir 200 periódicos durante la marcha los cuales fueron muy bien recibidos aunque hubo también algunos que fueron tirados en la calle pero los volví a recoger y los entregué a otros trabajadores que los recibieron y los guardaron para leerlos después con más calma dijeron.
Me sentí muy emocionado por ver a los trabajadores a esa hora, gritando nuestras consignas y por eso creo que es muy bueno seguir trabajando dentro de las Organizaciones Comunitarias, Uniones, Iglesias, etc., porque así es la manera en que podemos a ampliar las bases de nuestro Partido hasta ser un Partido masivo a nivel internacional y estar preparados de forma consciente para cuando llegue el momento hacer la revolución y darle el poder a la clase trabajadora para construir la sociedad comunista.
Combatiente Rojo