Puerto Príncipe, 10 de Octubre — Cuando muere el otrora dictador Jean-Claude Duvalier,  consejero cercano del presidente de Haití Michel Martelly,  lo único que lamento la clase trabajadora es que haya muerto de muerte natural.   
Las organizaciones de derechos humanos se quejaban que Duvalier, depuesto del poder en 1985, nunca fue juzgado o convicto por la ley.  Pero, es una ilusión buscar “justicia” bajo el capitalismo.  Como dijo el periodista Marvel Dandin, hay muchas razones por las que nunca se responsabilizó al régimen de Duvalier por sus crímenes:  
Los regímenes que le sucedieron siguieron la misma línea de corrupción y violaciones a los derechos humanos;
La oligarquía capitalista haitiana  —  básicamente una mafia organizada —  nunca perdió su dominio;
Los líderes que le siguieron a Duvalier estaban aliados a la oligarquía y hacían ganancias del contrabando y el tráfico de drogas;
La administración publica de Haití sigue protegiendo a especuladores y mafiosos;
El sistema judicial es comprado y vendido por los ricos;
En lugares como Haití, los grandes poderes imperialistas dependen de regímenes corruptos para garantizar sus intereses políticos y financieros.   
Padre Fascista, Hijo Fascista
Desde 1957 a 1985, por tres décadas, los trabajadores padecieron la horrible brutalidad del mando de los Duvalier, el hijo, conocido como “Bebe Doc,” y su padre, “Papa Doc,”   Los Duvalier eran conocidos por sus crímenes contra la humanidad, malversación de fondos públicos, arrestos ilegales, tortura y prisión y exilio forzado de sus oponentes.  Tenían todo el apoyo de EEUU y otros imperialistas pues se consideraban los más grandes anti-comunistas de la región.  Ellos son la muestra de que solo bajo el comunismo podemos encontrar verdadera justicia en este mundo.  Bajo el capitalismo,  solo obtenemos patrones y criminales,  y sus guerras contra los trabajadores.  
En 1978, supuestamente para lidiar con la epidemia de la Fiebre Porcina, todos los cerdos nativos de Haití fueron asesinados y remplazados con carísimos cerdos estadounidenses que pocos podían costear.  
En 1984, bajo el presidente Ronald Reagan, la Caribbean Basin Initiative (CBI) trato de contrarrestar movimientos guerrilleros en Nicaragua y El Salvador con beneficios comerciales a regímenes derechistas en la región.  Esto llevo a meses de huelgas de hambre y manifestaciones masivas en contra de Jean Claude Duvalier y sus asesinos paramilitares, los Tonton Macoutes.  Bajo un acuerdo secreto entre los gobiernos de EEUU, Francia y Haití, Duvalier recibió una escolta policiaca y un avión militar estadounidense.  El dictador de segunda generación al fin fue dechouke (depuesto).
Rehabilitando un Asesino de Masas
En enero del 2011, para sorpresa general, Martelly le dio la bienvenida a Haití a Duvalier después de 25 años de exilio y vagancia en Francia, donde vivió una vida de lujo con los millones que le robo a las masas haitianas.  
Los Duvalier, como buenos enemigos del comunismo, asesinaron a decenas de miles de trabajadores progresistas y comunistas.  Según el historiador Charles Dupuy, “Miles de oponentes fueron sentenciados a prisión o al exilio.  Por lo menos 50,000 personas murieron en la prisión Fort Dimanche en Puerto Príncipe.”
Igual que los Duvalier, Martelly recientemente dijo que los trabajadores y estudiantes haitianos deben temerle al comunismo.   El abogado de Martelly dijo que a los comunistas no se les daría funerales nacionales o de estado.  Aunque esto no es nuevo, los patrones atacan ferozmente al comunismo porque le temen.  En las luchas obreras contra la explotación capitalista, el racismo, sexismo y las guerras por ganancias, la estrategia e ideología comunista es la peor amenaza a la clase dominante.  Es más, los comunistas del Partido Laboral Progresista deberán prepararse para estos ataques intensificando su trabajo en Haití.  La clase trabajadora haitiana ha sufrido por la falta de liderazgo comunista en las luchas en todo el mundo.  Debemos continuar organizando a estudiantes, campesinos y trabajadores y construir una base para la revolución comunista.  
Ahora Le Toca a Martelly
Aunque la noticia de la muerte de un tirano deje frías a las masas haitianas, el actual tirano, un notable criminal, sigue haciendo de las suyas frente a las narices de los imperialistas.  Es Martelly, quien ahora explota a los trabajadores y acepta sobornos de los patrones estadounidenses para mantener a Haiti a salvo para el capitalismo.  Martelly es conocido como “Tet Kale” por su cabeza sin pelo.  Pero en Creole, esta frase también se refiere a la forma como esquilan a los cerdos.  ¡La clase trabajadora no permitirá que Martelly y su pandilla lo logren tan fácilmente!