Tel-Aviv, 17 de Marzo — Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel desde el 2009 (y antes de eso de 1996 a 1999) fuer re- elegido una vez más. Este, abiertamente fascista, sirviente del multimillonario estadounidense Sheldon Adleson, gana las elecciones advirtiendo a los votantes que “los árabes están yendo a las urnas en masa.” Esta treta racista llevo a muchos israelíes a votar por él, y no por la competencia derechista. Con esto logro una aplastante victoria sobre el campo sionista – el llamado partido “izquierdista” que se basa en el viejo partido obrero y elementos del ya difunto partido Kadima.
Ahora el racismo está a la orden del día en ambos lados del campo político sionista - el campo de Netanyahu con su propaganda anti-palestina, igual que la “izquierda” del movimiento sionista, es decir, el viejo Partido Obrero (quienes ahora son denominados “campo sionista”). Varias personas en la órbita del Partido Obrero, como el “publicista” Yair Garbuz, expresaron su descontento por perder la elección, con términos descaradamente racistas sobre “los primitivos judíos Mizrachi quienes besan los Mezuzot y adoran talismanes” otro racista, el profesor Amir Herzroni, se atrevió a decirle a una mujer Mizrachi que llego a la entrevista junto con él, “hubiera sido mejor si sus padres se hubieran quedado a pudrirse en Moroco.”
Estas elecciones nos mostraron la verdadera cara de los sionistas: racistas y marionetas del imperialismo estadounidense, y odian a la clase trabajadora.
Mucha gente de izquierda estaba molesta por el resultado de estas elecciones. Pero nosotros como comunistas señalamos a nuestra base que no debemos preocuparnos que un títere de los patrones derrote a otro títere; aun si Herzog (del campo sionista) hubiera ganado las elecciones, aun así enfrentaríamos los mismos aumentos en impuestos, recortes presupuestarios, y más guerras, sin mencionar el continuo acoso a Gaza.
Netanyahu es el sirviente del multimillonario Sheldon Adelson, es verdad, pero Herzog es también esclavo de los patrones locales como lo es el magnate de prensa Arnon Moses, dueño del periódico Yediot Ahronot, que también es servil lacayo del ala Rockefeller del capitalismo estadunidense. Las elecciones fueron una pelea entre patrones racistas; nosotros no somos parte de ningún bando en esta pelea de amos, y debemos enfocarnos en la verdadera lucha para la emancipación de la clase trabajadora y para acabar con el apartheid sionista en Israel-Palestina.
También señalamos que a aproximadamente 4 millones de palestinos que viven en áreas bajo el yugo militar israelí no se les permite participar en estas falsas elecciones; los gobernantes deciden a quien se le permite votar y quien cuenta los votos, y después se jactan de que su país es una “democracia.” Una democracia en donde a la tercera parte de su población no se le permite votar, esas son las elecciones capitalistas.
El camino hacia la liberación, les decimos a los trabajadores con quienes hablamos de esto, es a través de la revolución comunista y la construcción de un movimiento de masas trabajadoras de todas las etnias – Ashkenazi, Mizrachi, judíos, palestinos, árabes, inmigrantes y refugiados. Los ricos usan el racismo y ahora intensifican sus ataques a nuestra clase, encarcelando a cientos de refugiados en lo que llaman “instalaciones residenciales abiertas” en Holot (es decir, campos de concentración) sin juicio.
Asesinan a cientos de palestinos en Gaza, y para el trabajador judío preparan más guerras imperialistas donde asesine o muera para que los patrones sigan lucrando. Nuestra respuesta es construir un movimiento de trabajadores de todas las etnias para la liberación de nuestra clase. Ya es hora de organizarse y acabar con este sistema maldito de guerra y opresión. Debemos reemplazarlo con un sistema que sirva a nuestra clase.
No es el momento de desesperanza, es el momento de construcción de un nuevo sistema alternativo de base.
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Elecciones en Israel: Aplastar el Estado Racista con la Revolución Obrera
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- 26 Marzo 2015 74 visitas