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Todo Imperialismo es Veneno para los Obreros

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23 Abril 2015 85 visitas

Howard W. French, El Segundo Continente  de China: Como Millónes de Migrantes Están Construyendo un Nuevo Imperio en África, 285 páginas, Vintage Books, 2014
 El  nuevo libro de Howard French, El Segundo Continente de China, avanza la noción que la China, un país todavía admirado por mucha gente en el “tercer mundo” de enfrentarse a los viejos poderes imperialistas de Europa y Norte América, está construyendo un nuevo imperio. El gobierno chino describe sus actividades en África como una interacción de “ganar y ganar”,  solidaridad fraternal entre los países desarrollados.
Pero los comunistas rechazamos esto como propaganda capitalista de interés, basado en el análisis del imperialismo desarrollado por Lenin hace casi un siglo (mira la caja). Hasta los africanos capitalistas fundamentales temen la presencia la burguesía china como una forma de “poder suave” del la construcción de imperio. Esto representaría un cambio dramático de las actividades de la China adentro de África durante el periodo socialista de la China debajo Mao Zedong, un tiempo cuando la “solidaridad del tercer mundo” era más que un eslogan.
Obreros chinos y negocios en África
Este libro suministra al lector con fotos útiles de un continente masivo y pobremente mal entendido a través de una serie de perfiles cortos de personas en la tierra en una docena de países en África. El autor hablo con inmigrantes Chinos y Africanos, enfocado en las razones porque los inmigrantes se mudaron a África, su papel en la economía y la manera que su presencia es vista por los Africanos.
Los Africanos entrevistados fueron desde funcionarios  de gobierno y ONGs hasta trabajadores Africanos ordinarios empleados por empresas Chinas.  French también entrevisto a una gama amplia de Chinos. Como el habla Mandarín, sus entrevistas no fueron limitados a esos inmigrantes más educados quienes podían hablar Ingles, pero también incluyo inmigrantes chinos de clase trabajadora. La atracción de África es intenso para mucho de ellos. Algunos fueron atraídos por los sueldos que son más altos comparados a los trabajos que pueden encontrar en la China.
Algunos habían acumulado dinero trabajando en proyectos para grandes empresas Chinas y cuando sus contratos se terminaron decidieron quedarse en África, consiguieron un poco de terreno o abrieron una tienda. En África, cual tiene casi el 60% del mundo con terreno no usado para cultivar, la posibilidad de poner su propia hacienda es mucho mejor que en su país de la China. Estos granjeros o operadores de restaurantes Chinos o casillas al lado de la carretera parecen ser la mayoría del un millón de Chinos viviendo en África hoy en día.
Mucha de la crítica del libro de la presencia creciente China en África en este libro enfoca en interacciones entre dueños Chinos de negocios y los trabajadores Africanos que ellos contratan – o no contratan por el prejuicio. La critica Africana del practico Chino culpan a los recién llegados de no contribuir al entrenamiento de Africanos o la garantía de transfeir tecnología a la población local, pero la culpa de esto es frecuente echado a las elites Africanas quienes son descritos como demasiado ambisiosos de aceptar regalos a cambió de negocios que son desventajosos para su gente.
Aunque el Sr. French de la impresión como dar una cuenta igual que también alude a comportamiento explotadora y paternalista de poderes Europeos y Americanos en África, los Chinos son los que son citados de llamar a los Africanos “vagos.” Son dueños Chinos de que oímos regañar y pegar les a los empleados negros. Nunca nada grafico del la colonización del pasado es mencionado, como los Portugueses cortándoles las manos de trabajadores de minas por no entregar oro suficiente.
En vez, los supuestamente beneficios del estilo occidental de “reformas democráticas” son contantemente captadas y demostradas en contraste a las transacciones de negocios pragmáticos Chinos que incluye ignorar las politicas abusivas del los gobiernos anfitriones. La lista de los carniceros apoyados por los EE.UU. en África y otras partes pobres del mundo nunca es presentados para comparación, solamente referencia al servicio de labio actual para la “construcción de capacidad democrática,” como que si el interés económico y político basado por los EE.UU. fuera como menos “pragmático” y sin principios comparado a los nuevos intrusos Chinos.
Inversiones en la infraestructura y ejercito - un rival imperialista serio
Además de las inversiones de capital Chino privado en África, hay proyectos de infraestructura del gobierno Chino, frecuente comprometido como parte de un negocio de construcción para materias primas en cual los Chinos cierran precios para que recursos sean extraidos sobre un numero de años. Un ejemplo es el negocio de $6 billones reciente negociado con el Congo.
Los Chinos van a construir nuevas carreteras, líneas de trenes, hospitales y escuelas a cambio de tener acceso a uno del los depositos más grande del mundo de cobre y cobalto por los próximo 20 años. En otra empresa de mina de cobre en Zambia la falsa retorica de “ganar y ganar” surge en los detalles de conflictos violentos entre dueños Chinos y trabajadores Africanos. Cuando mineros protestaron las condiciones de trabajo extremadamente severos y peligrosos por bajos salarios pagos, ellos fueron heridos por sus patrones (http://www.lusakatimes.com/2010/10/15/chinese-shoot-injure-11-collum-coal/).
Dos más negocios importantes de recursos grandes apoyado por el gobierno Chino perece mencionar. Involucra desarrollo de recursos d petróleo en Sudan y Libia. En el 2011 el gobierno Chino evacuo a diez mil trabajadores de la industria petrolera China de Libia durante el conflicto que llego al derrocamiento de  Gadafi.  (Los Chino salieron de algunas inversiones de $30 billones cuando abandonaron a Libia.) En Sudan, los Chinos hicieron un poco mejor. Ellos primero apoyaron al gobierno Sudanés en Kartum que peleaban en contra los rebeldes separatistas en el sur (quienes recibían ayuda de los EE.UU.).
Pero cuando los rebeldes triunfaron en dividir su provincia rica en petróleo del control del régimen de Kartum, los Chinos hábilmente cambiaron su “amistad” a ese lado y continuaron sus proyectos de gas y petróleo. Como parte de su desarrollo de la industria petrolera del Sur de Sudan (80% del petróleo exportado de allí hasta la China) no hay solamente trabajadores de petróleo Chino. Ahora hay tropas Chinas en la región como parte de una “fuerza de mantener la paz” de la ONU que protege los pozos de petróleo y las tuberías que la exportan. La mayoría del Segundo Continente de la China juguetea con la pregunta de que si la China realmente se ha convertido un verdadero imperialista en África.
El libro no hace ningún real esfuerzo de responder la pregunta hasta el epilogo en cual el autor finalmente llega suavemente al lado afirmativo de la pregunta. Pero el ignora o se esquiva la parte principal de esta etapa mas alta del capitalismo: Lla tendencia inevitable hacia guerra para dividir y re-dividir el mundo para la explotación capitalista.
 En referencia a la salida China de Libia, el autor ignora las fuerzas de los EE.UU y Francia que intervinieron en el lado de los rebeldes en contra Gadafi. Las implicaciones del conflicto militar entre los súper-poderes compitiendo para los recursos de África son claros, aunque este autor no lo menciona. Ninguna parte en el libro ni menciona AFRICOM, el mando militar de los EE.UU. para África, establecido en el 2008.