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Bay Area: No Libertad de Expresión para Fascistas

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01 Septiembre 2017 68 visitas

BAY AREA , 27 de agosto—Un grupo multirracial de 25 militantes y amigos del Partido Laboral Progresista se unieron a los cientos de antirracistas que detuvieron manifestaciones nazis ¡por dos días.
San Francisco
Los racistas habían planeado un plantón en Crissy Field durante tres meses. Al acercarse la fecha, los políticos y otros oficiales empezaron a decirle a la gente que no fueran al plantón por miedo a la violencia. Le otorgaron mas poderes a la policía y crearon restricciones para la protesta, para que fuera pacifica. Si a los políticos en realidad les importara la violencia, no habrían permitido que se presentaran los racistas. El discurso racista envalentona a algunos a cometer violencia racista además de normalizar un mundo de pobreza racista y violenta y el terror estatal. El capitalismo permite que los racistas tengan libertad de expresión porque permite que los patrones continúen dirigiendo la sociedad y haciendo el máximo de ganancias.
A pesar de los ruegos de políticos y otros liderzuelos, cientos planearon ir a Crissy Field, a desafiar a los racistas, lo cual demuestra la valentía y sabiduría de la clase trabajadora sobre la necesidad de luchar contra el racismo. Militantes del Partido Laboral Progresista, sin saber que esperar, hicieron un reconocimiento del área para prepararse en caso de que ocurriera alguna situación peligrosa. El viernes por la tarde, un día antes del plantón, los racistas anunciaron que no habría plantón en Crissy Field, que irían a Alamo Square. Temían a los cientos que los enfrentarían.
Al escuchar la noticia, amigos y camaradas se reunieron para idear otro plan. Hablamos sobre todas las posibilidades y nos preparamos par aun conflicto violento. Al principio de la reunión, muchos estaban nerviosos por lo que ocurriría al siguiente día. Muchos de nosotros no habíamos estado en una situación como esta, y una persona había estado antes en una sola protesta. Al terminar la reunión, confiábamos en el plan y en nosotros mismos, en nuestra capacidad de navegar en condiciones impredecibles. Esta valentía fue especialmente impresionante pues la mayoría son adolescentes, dos mujeres tomaron el liderato.
La mañana de la protesta, nos reunimos para repasar el plan. De pronto alguien anuncio que los racistas también habían cancelado el plantón en Alamo Square. Hablamos sobre si deberíamos de ir a Crissy Field o a Alamo Square. Decidimos ir a Alamo Square preparados para lo que fuera, pues los racistas aun podrían presentarse.
Cuando llegamos a Alamo Square, vimos a cientos de antirracistas, ningún neo nazi. El plantón se convirtió en una marcha de victoria, pues los racistas no se presentaron en San francisco porque los habíamos asustado. Durante la marcha distribuimos el DESAFIO y dirigimos consignas. Algunos se acercaron al altoparlante y hasta crearon sus propias consignas. En nuestro grupo comentaban que hicimos un buen trabajo durante la marcha, siempre con energía, aun cuando la marcha general decaía. También se comentaba que un grupo de quince con mucho ímpetu podía cambiar una gran parte de la marcha. Al final cuando decidimos irnos, esperando a unos camaradas, una brigada de policías de San Francisco (SFPD) se acerco a nosotros. Alguien comenzó a corear “¿Como deletreas racista? ¡SFPD!” Fue impresionante, pues mostro el antirracismo audaz de nuestros jóvenes camaradas.
Después de la marcha nos reunimos para analizar la marcha. Durante la discusión alguien dijo que un grupo de racistas habían estado en Crissy Field y que los antirracistas los superaban en números. Después de una pequeña discusión decidimos, aunque con miedo, que debíamos enfrentar a los nazis. Nerviosos nos fuimos a Crissy Field. Cuando llegamos pudimos ver a los racistas y antirracistas amontonados y una línea de policías. Había tantos bloqueos que nos tomo treinta minutos llegar ahí. Para cuando llegamos los nazis habían huido. Sentimos una extraña combinación de alivio y frustración, por no haber podido confrontarlos. Aunque estábamos nerviosos, y aun cuando nada paso, nos fortalecimos con la experiencia. Tuvimos la suficiente confianza unos con otros como para entrar una situación que pudo haber sido peligrosa. Aprendimos la importancia de construir grupos de gente que puedan luchar juntos en el futuro.
Berkeley
Al día siguiente, nos reunimos nuevamente para discutir como manejar el plantón que los neo nazis planeaban en Berkeley. Un camarada dijo que a los racistas les gusta jugar a las escondidas en San Francisco, pero la historia muestra que cuando dicen que se presentan en Berkeley, usualmente lo hacen. Nos preparamos para la violencia, hablamos de la importancia de mantenernos juntos y escuchar al liderato.
Fuimos al parque de reunión de los antirracistas, a unas cuadras de donde se plantarían los racistas. Distribuíamos literatura mientras los organizadores de la marcha daban sus discursos. Poco después escuchamos que los racistas habían empezado a llegar y nos urgía enfrentarlos. Aunque sabíamos que los nazis se reunían en el Centro Cívico, razón por la que tantos se presentaron, los liderzuelos no quisieron marchar hacia el Centro Cívico. Creemos que la intención fue mantener a la gente sumisa y frenar las confrontaciones. Los liderzuelos querían que escucháramos sus discursos en vez de usar el poder obrero para frenar a los racistas. ¡Fue absolutamente exasperante! Comenzamos a grita “¡Marchemos, Marchemos!” otros se nos unieron. Los liderzuelos nos dijeron que marcharíamos pronto y trataron de silenciarnos.
Cuando finalmente comenzamos a marchar, dirigimos las consignas, inyectando la energía en la gente. Al frente de la marcha alguien tamboreaba, empezamos a corear las consignas al compás del tambor. A la gente le encanto la consigna: “¡Llega, no te vayas, saquemos a los Nazis de la ciudad!”
Para cuando llegamos al Centro Cívico, ningún racista estaba a la vista y la policía había bloqueado todo el parque. Fue frustrante, los liderzuelos habían retrasado para que no pudieran confrontar a los nazis. Después de distribuir nuestra literatura nos fuimos, no había racistas que enfrentar y la multitud estaba nerviosa. Alguien comento que la gente quería enfrentar a los nazis y no pudieron, la violencia podría irrumpir, pues no había otra forma de canalizar su ira. Así ocurrió, cuando nos íbamos, algunos lanzaban bombas de humo, aparentemente sin razón, lo cual podría crear situaciones peligrosas y lastimar a otros trabajadores. La clase trabajadora esta encabronada por el creciente racismo y fascismo, pero los liderzuelos no nos dejan usar nuestra ira de manera productiva. Recordándonos que necesitamos construir un PLP revolucionario comunista que pueda canalizar nuestra ira hacia la lucha contra el capitalismo finalmente destruyéndolo.
 Cuando nos reunimos para discutir nuestras acciones de los últimos dos días, un camarada comento que nuestras acciones fueron inspiradoras porque pudimos reunir a casi treinta personas para luchar con nosotros. Si nos seguimos reuniendo y teniendo grupos de estudio, esta puede ser la base de una lucha mas militante y atraer a mas gente en el futuro. También porque muchos de ellos eran jóvenes, nuevos y multirracial. Además los camaradas jóvenes y nuevos dieron liderato y fortalecimos nuestra confianza en nosotros. Esta semana fue un buen recordatorio de la necesidad de trabajar en organizaciones de masas. Participar en plantones es importante, pero no se logra en un plantón lo que se puede lograr con un trabajo a largo plazo en organizaciones de masas.
Para construir un partido de lucha, no es suficiente hablar con los trabajadores. También debemos atrincherarnos en nuestro trabajo, estudio, y construir relaciones a largo plazo, liderar las luchas doquiera que estemos Es la única manera de construir un partido que pueda destruir el capitalismo. En general este fin de semana fue energizante para los camaradas y amigos del PLP del Área de la Bahía. Estamos entusiasmados con las futuras batallas.