THE BRONX, 15 de Abril—La policía no sabía en lo que se metían cuando arrestaron a Yajaira Saavedra. Ella y su familia son dueños del restaurante La Morada, un lugar de lucha contra el racismo y defensa de los trabajadores inmigrantes e indocumentados. Mientras los policías racistas hacían lo suyo en el Sur del Bronx, acosando a trabajadores negros y latinos, nuestra clase se disponía a luchar.
La familia Saavedra-Méndez llamó a una conferencia de prensa comunitaria. El Partido Laboral Progresista participó, pues reconoce que esto es parte de una lucha mayor contra el capitalismo y el racismo. “Tenía la impresión que estaba en una ciudad santuario, pero la vigilancia policial crea más barreras que afectan injustamente a la clase trabajadora, como somos los de mi familia y los vendedores locales”, le explicó a la prensa Natalia Méndez, la madre de la familia (Civil Eats, 18 de enero). Queda claro que el santuario no protege a los trabajadores.
Acoso policial
El 11 de enero, Yajaira Saavedra, hija de Natalia, vio que agentes del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) llevaban a cabo una emboscada frente a La Morada y empezó a filmar el incidente. No se había dado cuenta que dentro del restaurante habían tres policías de civil. Uno le exigió que dejara de filmar. Una vez que se identificó como policía secreto este le ordenó que cerrara el restaurante. Cuando ella le exigió que le mostrara la orden judicial, el policía respondió, “No tengo una orden, pero tengo una placa y una pistola y si no haces lo que digo voy a tumbar este restaurante”, blandiendo la pistola mientras hablaba.
Cuando Yajaira le exigió que se fuera del restaurante, el oficial regresó con más miembros de su pandilla para arrestar a Yajaira. Sin leerle sus derechos, la tiraron a una camioneta negra y se la llevaron a la estación. La hermana de Yajaira, a quien también amenazaron con arresto, sufrió un ataque de pánico y tuvo que recibir atención de los técnicos de emergencias médicas. La comunidad se movilizó inmediatamente exigiendo que soltaran a Yajaira, lo que ocurrió tres horas más tarde (Civil Eats, 18 de enero).
Seguridad en la lucha
Yajaira tiene el amparo de DACA, la llamada Acción Diferida, que es el programa de la era de Obama que pospone las deportaciones de los inmigrantes indocumentados que llegaron al país de niños. Por eso, la podrían haber deportado fácilmente como resultado de este arresto.
A los Saavedra-Méndez se les conoce por luchar contra el racismo. Yajaira organizó un grupo para promover el acceso a la educación para inmigrantes indocumentados. Su hermano Marco ha infiltrado centros de detención ya tres veces, la más reciente con Dream 9, un grupo de luchadores indocumentados que salieron de EEUU y regresaron para documentar y denunciar las condiciones fascistas de la inmigración a EEUU durante el gobierno de Obama (The Independent, 12 de enero, 2018).
Yajaira tenía razón cuando dijo, “Como inmigrantes indocumentados, siempre estamos alertas cuando hay redadas de inmigración y redadas policiales. Ambas crean el terror”. La campaña masiva de terror patronal deporta a los inmigrantes diariamente por cargos menores como manejar sin permiso, posesión de marihuana, robos menores, o violaciones a sus probatorias (The Pew Charitable Trust, 21 de diciembre, 2016). Las reformas liberales como DACA, que sólo postergan la deportación bajo condición de permanecer pasivo ante el sistema, mantiene a los trabajadores en limbo y en un permanente estado de miedo.
Aunque a los trabajadores se nos dice una y otra vez que nos callemos y no opongamos resistencia, el Partido Laboral Progresista cree que la única seguridad es luchar. Elaborando esto un poco más, la participación en una lucha global contra el terror policial, el racismo y el capitalismo, es la única protección que tenemos los trabajadores.
Aburguesamiento vecinal: guerra contra los trabajadores
El arresto de Yajaira se da en un contexto en el que se intensifica el Aburguesamiento del Bronx. En la medida que suben los alquileres y aparecen nuevas viviendas, los antiguos residentes confrontan desalojos. Este proceso, que se hace posible por el racismo y terror policial, es parte del capitalismo—un sistema en que el lucro de la clase dominante siempre es más importante que nuestra seguridad y bienestar (NYT, 3 de marzo, 2017).
El aburguesamiento barrial depende del aumento del terror policial contra los trabajadores negros y latinos. La ciudad está construyendo un nuevo precinto policial avalado en $68 millones, cuyo local actual queda a pocas cuadras de La Morada (ABC News, 7 de octubre, 2018). En el 2013, se dio a conocer una grabación del Inspector Adjunto del precinto en el que le ordenaba a la policía la detención y el cateo de “negros de 14 a 21 años” (Daily News, 21 de marzo, 2013). La policía mantiene aun una Guerra contra las drogas en el área. Al principio de este año, el Alcalde de Blasio ordenó redadas en el vecindario contra desamparados y adictos, que después tuvo que cancelar debido a las críticas públicas (Politico, 13 de enero). Las redadas no solucionan la adicción, y más bien encubren la violencia contra los trabajadores mayormente negros y latinos.
Es importante recordar que todo esto pasa en una “ciudad santuario” bajo una administración demócrata.
Los políticos liberales son el mayor peligro
Los políticos liberales no ofrecen una solución verdadera a la violencia fascista anti-inmigrante, ni favorecen a nuestros hermanos de clase trabajadora. Durante la conferencia de prensa de la familia Saavedra-Méndez, a la que asistió el Partido Laboral Progresista, los trabajadores expresaron, con justicia, sus sospechas del estado liberal, cuestionando el concepto del Sueño Americano y la responsabilidad policial. “El Sueño Americano, la Promesa Americana: la única promesa que América nos da es que como persona negra o triguena nos van a dar de golpes”, explicó un residente.
Así como los trabajadores no deben dejarse engañar por el descarado racismo anti-inmigrante de la derecha, tampoco deben dejarse atraer por los esfuerzos liberales para redimir la política electoral a través del patriotismo multicultural. En respuesta a los ataques abiertos de Trump contra los inmigrantes, los liberales han apoyado las llamadas “ciudades santuario” para proteger a los trabajadores inmigrantes. ¿De qué sirve una “ciudad santuario” si los residentes no pueden pagar los alquileres y viven acosados por la policía? La gente vive con miedo de que la detengan y la separen de sus seres queridos. Igualmente, las legislaciones como DACA y el estatuto NYS DREAM, ofrecen reformas temporales e insuficientes, y al mismo tiempo promueven la aceptación entre la gente del Sueño Americano multicultural.
Cualquier movimiento que este bajo el liderazgo patronal va a servir los intereses patronales. El movimiento de santuarios bajo el liderazgo patronal va a servir los intereses a largo plazo de la clase dominante de EEUU. En la medida que los patrones se preparan para la Tercera Guerra Mundial, van a usar el patriotismo multicultural para forjar un ejército dispuesto a luchar por el imperio de EEUU.
Los comentarios que escuchamos durante la conferencia de prensa nos da la confianza que los trabajadores van a resistir estas narrativas liberales, y debemos continuar luchando junto a los trabajadores para garantizar que así sea.
En vez de reformas liberales, debemos exigir cambios revolucionarios. Debemos abolir las fronteras y crear un mundo seguro para todos luchando por el comunismo.
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NYPD tienen en blanco antirracista, obreros exponen fascismo liberal
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- 21 Abril 2019 79 visitas