La guardia nacional (GN) reprimió, una vez más, con golpes y gases lacrimógenos a la caravana de migrantes hondureños que intentaban cruzar la frontera entre Guatemala y México. Varios fueron detenidos y deportados a sus países, algunos lograron escapar al monte donde enfrentarán varios peligros. Con esta acción el gobierno de AMLO y los liberales en la clase gobernante de México que representa están declarando que la migración obrera es un delito. También revela que el capitalismo en crisis siempre resulta en el fascismo a pesar de las apariencias de un cambio populista dizque transformativo.
La migración es provocada por la desigualdad capitalista que condena a la miseria, la explotación y la violencia a millones de trabajadores. Estos se ven forzados a salir de sus lugares de origen con la falsa esperanza de mejorar su situación o escapar del peligro de las pandillas o los cárteles, pero el capitalismo ataca a los trabajadores en todos los rincones del mundo, llegan a un callejón sin salida, donde son víctimas del racismo, la superexplotación e incluso el esclavismo.
La única escapatoria a este sistema criminal es la revolución comunista para lograr una sociedad organizada y dirigida por los trabajadores que funciona con base en las necesidades sociales de la mayoría de la población trabajadora y no de una minoría rapaz.
GN arma estatal de represión
Cabe recordar que la creación de la GN suponía un apoyo a la seguridad pública. Sabemos que solo se trataba de maquillar las intenciones de la clase patronal que desde el sexenio de Calderón intentaba aprobar la ley de seguridad interior, con el fin de entregarle al ejército el control de las operaciones de protección dentro del territorio del país.
La GN funciona a través de un Consejo permanente presidido por el Secretario de Seguridad Pública, el Secretario de Defensa y el Secretario de Marina, designados por el Presidente; en términos generales su estructura es completamente militar. Este Consejo tiene la facultad de evaluar y conformar las estrategias de acción, designar a los mandos, entre otras cosas, para garantizar la seguridad de los ciudadanos; sin embargo, por su estructura no tiene que presentar cuentas ante el Gobierno Federal.
Eso, en conjunto con la aprobación de la ley de armas de fuego, que cambia la manera en que se puede decidir cómo usar fuerza letal, tenemos una policía política con labores represivas contra la clase trabajadora. Antes de la aprobación de esta Ley, la decisión sobre el uso de la fuerza letal se basaba en repeler los ataques, es decir, que solo podían disparar después de haber sido atacados, ahora la ley incluye que pueden atacar incluso sin estar completamente seguros de que las personas están armadas, que fue mucho de porque el ejército fue investigado en los sexenios de Peña, por ataques que no podían comprobar o no pudieron comprobar que las personas que los “atacaron” estuvieran armadas.
 Y el aumento de los elementos para considerar y aplicar la prisión preventiva, la GN tiene derecho de arrestar a aquel que se ve sospechoso, con la ventaja de que no tienen obligación de presentarte ante el Ministerio Público hasta 48 horas después, son un claro ataque a la clase trabajadora, una prueba de lo que nos espera en los próximos 5 años, el aumento de las prácticas fascistas para garantizar un ambiente propicio para la inversión extranjera.
AMLO sirviente del imperialismo
Como buen liberal, López Obrador finta con la izquierda y golpea con la derecha. Se presenta como protector de los migrantes y los reprime con miles de elementos de la Guardia Nacional desplegados en la frontera con Guatemala. Quizás la zona sur del país tenga mayor presencia policíaca y militar, incluso más que la zona norte del país donde el crimen es mayor. En el sur están los principales megaproyectos de este gobierno, el corredor interoceánico, el tren maya, la refinería de tres bocas y el programa sembrando vida.
El primero es un proyecto largamente anhelado por el imperialismo de EU y ahora también de China. Las fuerzas armadas están desplegadas en esta zona para contener la protesta social a los llamados megaproyectos y al parecer en el norte la contención se deja a la fuerza paramilitar de las bandas criminales.
Obrador ha aprovechado su enorme apoyo político para concretar los planes de los capitalistas nacionales e imperialistas, pero el peor daño ha sido la desmovilización de las luchas sociales. Ninguna protesta ha surgido de la represión de los migrantes, la derecha respalda los ataques y la izquierda guarda un silencio cómplice. El PLP llama a los trabajadores a manifestarse en contra de la represión fascista y organizar nuestra única salida: la revolución comunista.