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Colombia: Escuela comunista analiza la esclavitud salarial
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- 10 Noviembre 2019 84 visitas
En días pasados se realizó una escuela política revolucionaria en Colombia a la cual asistieron camaradas amigos y lectores de nuestro periódico desafío. La discusion se centro en el desempleo racista, el sexismo, la esclavitud salarial, el nacionalismo patronal y la necesidad que tenemos de construir una gran base social para el comunismo.
Una buena discusión política con importantes aportes de los asistentes, un buen número de trabajadores y estudiantes mostrando un gran potencial de liderato para seguir formando nuevos cuadros y nuevo liderato revolucionario, que seguirá luchando por la construcción de partido laboral progresista, debatiendo en las mesas de trabajo sus conceptos sobre el desempleo y su impacto mortal sobre las familias obreras asegurando que el desempleo es inevitable bajo el capitalismo, y su corrupta relación con el nacionalismo anti-inmigrante acelerando la guerra patronal contra el proletariado y la necesidad de la unidad obrera en este periodo de guerra, crisis capitalista y aumento del desempleo.
Importante debate en la construcción de base política desarrollando relaciones entre las masas en diferentes organizaciones, reuniones, manifestaciones, protestas, analizando la contradicción imperialista, con el ala liberal mostrándose como amiga y benefactora de la clase obrera, la lucha internacional por la unidad de grupos de estudio y la distribución del desafío, fueron las principales conclusiones.
En el análisis de la “esclavitud salarial” se destacaron aportes importantes como:
• El capitalismo no puede proveer trabajo suficiente debido a sus contradicciones y que se beneficia del desempleo.
• La clase obrera aunque es mayoría está dominada por una minoría que tiene en la conformación del estado burgués su aparato legislativo, represivo y en la mentira su mejor soporte.
• Los capitalistas crean un ejército de desempleados que deambulan por el mundo en busca de oportunidades creando racismo, individualismo, nacionalismo y división entre los proletarios.
• Debemos rescatar el internacionalismo comunista ayudándonos como clase en cualquier país, o situación que nos encontremos.
Seguir propagando entre los trabajadores del campo y la ciudad, estudiantes y soldados la unidad y línea comunista del PLP como necesidad política de los obreros del mundo para destruir un sistema patronal de explotación salarial que no puede dar soluciones reales al hambre, miseria, brutalidad policiaca , mala salud y destrucción de la naturaleza.
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Huelguistas se suben mas allá de la división del sindicato
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- 10 Noviembre 2019 85 visitas
FILADELFIA—Como parte de una mayor lucha contra General Motors, varios camaradas del PLP y docenas de otros trabajadores se unieron a la huelga de United Auto Workers (UAW) afuera de una planta de distribución en Filadelfia el mes pasado en una manifestación de solidaridad. A pesar de que esta huelga ha llegado a su fin, hay lecciones importantes que podemos extraer. ¡Principalmente, que los trabajadores necesitan dar un paso más allá de la huelga por mejores condiciones, y aplastar este sistema capitalista con la revolución comunista!
Los trabajadores deben luchar juntos
Trabajadores de numerosos campos salieron a apoyar a los huelguistas y enfatizaron la interconexión de la lucha de todos, reconociendo que la huelga de General Motors fue una acción que podría beneficiar a todos los trabajadores. La facultad y el personal de CUNY organizados en el sindicato del Congreso del Personal Profesional (PSC) señalaron que algunas de las mayores luchas que enfrentan los profesores son sorprendentemente similares a las que alentaron a los trabajadores de GM a la huelga: el trato injusto de los trabajadores de tiempo parcial y los pobres beneficios de atención médica. Como dijo un trabajador, “tu lucha es nuestra lucha”. ¡El mismo enemigo, la misma lucha!
Los patrones harán cualquier cosa para dividir a la clase trabajadora. Algunos de los trabajadores en huelga parecían, por el momento, aceptar la narrativa racista “América primero” y expresaron su deseo de que General Motors trasladara la producción de regreso a los Estados Unidos. Sin embargo, los trabajadores también expresaron empatía por sus hermanas y hermanos en México, diciendo que “no los culparon en absoluto” por estar molestos por los diseños recientes de General Motors que ocurrieron en México. También elogiaron a los trabajadores mexicanos de GM que se negaron a trabajar horas extras en respuesta a la huelga.
¡Es el papel de los comunistas y nuestro partido, PLP, agudizar el aspecto internacionalista de esta contradicción y ganar a los trabajadores automotrices de los Estados Unidos a México para el PLP!
Los trabajadores también rechazaron la noción capitalista de que algunos trabajadores merecen más paga que otros. En respuesta a los límites salariales más bajos para los nuevos trabajadores, un huelguista declaró explícitamente: “No nos importa si alguien nuevo está ganando lo mismo que nosotros, los trabajadores con antigüedad, incluso si no es lo que nos pagaron cuando comenzamos. Estamos contentos por ellos”. Un joven trabajador expresó su consternación porque le pagaban más que a sus compañeros de trabajo de tiempo parcial, a pesar de que hacen el mismo trabajo. Otro agregó que los jefes mienten sobre cuánto dinero ganan los trabajadores de GM para poner a la comunidad en contra de ellos, una estrategia que también se usa contra los trabajadores y maestros de la MTA.
Obreros negros clave para la revolución
Los trabajadores fueron posicionados en dos entradas diferentes, una para gerentes y otra para empleados. Algunos camaradas notaron que los trabajadores blancos estaban estacionados en la entrada más cómoda del gerente, que tenía un refugio más grande, mientras que los jóvenes trabajadores negros estaban estacionados cerca de la entrada de los empleados en la carretera, un lugar que algunos llamaron “peligroso”. Esto sirvió como un recordatorio importante de que incluso dentro de una acción significativa de solidaridad de los trabajadores, los trabajadores deben estar atentos para garantizar la unidad multirracial.
Tres PLPistas hablaron con uno de los huelguistas negros en la entrada de los empleados, quienes nos dijeron que eligieron esta entrada debido al flujo de tráfico y que habían solicitado más apoyo en vano. Por eso decimos que los trabajadores negros son clave para la revolución. Estos jóvenes trabajadores negros fueron estratégicos para llegar a la comunidad con su lucha en lugar de optar por la estación de piquetes más cómoda. A pesar de la preocupación de un joven trabajador negro que “no tenía tanta experiencia”, lo instamos a asumir un papel de liderazgo e intercambiamos información de contacto.
La lucha por el comunismo avanza
Cuando los camaradas comenzaron a irse, algunos de los trabajadores expresaron que esperaban que su huelga significara que otros no tendrían que hacerlo. Un compañero señaló bruscamente que la lucha no terminará después de este ataque. Comentó que la clase dominante continuará atacando a los trabajadores. Otro trabajador expresó de manera similar que necesitamos una “ola de lucha”. La contradicción entre jefe y trabajador no puede destruirse sin la revolución comunista.
Cuando terminó la huelga, el trabajador negro con el que nos contactamos temía que los trabajadores de GM se declararan en huelga “por nada”. Un PLPista no estuvo de acuerdo y le enfatizó al trabajador la importancia de aprender sobre la corrupción del sindicato, el coraje de los trabajadores y hasta qué punto necesitamos seguir luchando. Porque por lo que estamos luchando no nos lo van a dar; solo puede ser tomado. Este sistema nunca nos permitirá vivir tan cómodamente como los gobernantes que nos explotan.
Cuando se le preguntó, “¿no crees que sería mejor si los trabajadores manejaran todo y nos deshiciéramos de los jefes?”, Un joven huelguista respondió que sus jefes “no hacen nada. Podríamos operar la planta sin ellos”. La clase trabajadora internacional no necesita jefes. A través de la revolución comunista, podemos construir un mundo donde los trabajadores manejen todo por nosotros mismos.
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El retiro de los EE. UU. en SIRIA llevará a más guerra
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- 26 Octubre 2019 80 visitas
La retirada de las tropas estadounidenses por el presidente de los EE.UU., Donald Trump de Siria agudiza dramáticamente la división dentro de la clase dominante de los Estados Unidos. Es una gran victoria para los pequeños fascistas, el ala aislacionista y de tendencia doméstica de la clase dominante de los Estados Unidos, y una gran pérdida para los grandes fascistas, los capitalistas financieros del ala principal que han liderado el imperialismo estadounidense desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Esto debilita drásticamente la posición de Estados Unidos en el Medio Oriente y ha abierto la puerta para que Rusia se haga cargo, al menos por ahora, como el perro alfa ejecutor de la región.
No se puede engañar a los trabajadores para que apoyen a ninguno de los sectores de la clase capitalista empapados de sangre. En vez del final a las “guerras interminables” prometidas por Trump, la intensificación de la competencia inter-imperialista entre Estados Unidos, Rusia y China conducirá inevitablemente al fascismo abierto y la próxima guerra mundial, una que matará a cientos de millones de trabajadores. Solo la revolución comunista puede derrocar y desmantelar al letal sistema capitalista.
Estados Unidos retrocede, Rusia avanza
En diciembre de 2018, cuando Trump por primera vez anunció una retirada de las tropas de Siria, John Bolton, su asesor de seguridad nacional y los intervencionistas de la vieja guardia en el Partido Republicano lo sabotearon. El secretario de defensa del ala principal de Trump, James Mattis, renunció por la decisión y dijo que era exactamente lo que buscaba el Estado Islámico (ISIS), los pequeños capitalistas que habían amenazado los intereses petroleros de Estados Unidos. Pero los pequeños fascistas detrás de Trump, incluyendo la familia Koch, persistieron. Lograron un importante golpe de política exterior, enfureciendo al ala principal y erosionando aún más el viejo orden mundial liberal basado en el dominio militar de los EE. UU.
Cuando las tropas estadounidenses se retiraron del noreste de Siria, dejaron un vacío que Turquía y Rusia estaban ansiosos por llenar (NYT, 15/10). Turquía invadió Siria y comenzó a bombardear y matar a civiles a lo largo de la frontera sirio-turca. Las tropas rusas y sirias leales al presidente Bashar al-Assad ya se movilizaron para ocupar la gran parte del territorio que antes tenían los rebeldes kurdos nacionalistas respaldados por Estados Unidos. Los patrones kurdos, quienes se habían aliado con los EE.UU. para luchar contra el ISIS, se vieron obligados a hacer un trato rápido con el asesino Assad para contener el ejército turco y las milicias sirias rebeldes.
El 22 de octubre, dos semanas después del retiro de las tropas estadounidenses, El presidente ruso, Vladimir Putin, se sentó con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, para dictar un acuerdo de reparto de poder con Assad y dejar en claro quién estaba a cargo. “Rusia acordó ayudar a Turquía a crear una ‘zona segura’ en el noreste de Siria que esté libre de combatientes kurdos que Ankara ve como una amenaza terrorista” (Wall Street Diario, 22/10). Más allá de preparar el escenario para una limpieza étnica racista, el acaparamiento de tierras confirma el nuevo estatus de Rusia “como la fuerza dominante en Siria y un importante corredor de poder en el Medio Oriente más amplio ... a expensas de los Estados Unidos “(NYT, 22/10).
¿La próxima guerra petrolera?
Mientras tanto, los jefes imperialistas de Rusia también están usando la retirada de Estados Unidos para fortalecer sus lazos con los mayores productores de petróleo. El 14 de octubre, el presidente Vladimir Putin se reunió con el príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman para explorar “oportunidades más prometedoras en los dos países en todos los campos, incluida la cooperación en energía y la inversión en infraestructura” (gulfnews.com, 15/10). En un comunicado que envió escalofríos a través de las mesas directivas de ExxonMobil y JPMorgan Chase, el príncipe heredero Mohammed bin Zayed, líder de facto de los Emiratos Árabes Unidos, declaró: “Considero a Rusia como mi segundo hogar. Estamos conectados por una relación estratégica profunda” (NYT, 15/10).
Tanto Rusia como el archienemigo estadounidense Irán han entrenado y armado a las tropas en Siria durante años. Con Estados Unidos retirándose, están listos para sacar provecho de su inversión. Rusia originalmente intervino para ayudar a Assad en 2015, cuatro años después de que estallara la sangrienta guerra civil de Siria. Para mantener a los trabajadores sumisos, la campaña de bombardeos de Rusia ha maximizado deliberadamente las bajas civiles. Cientos de bombas fueron lanzadas sobre hospitales “para aplastar los últimos focos de resistencia” contra Assad (NYT 10/13). Una consecuencia inesperada de estas atrocidades puede ser empujar a los rebeldes sirios a los brazos del ISIS, que todavía es un factor en el área.
Ahora que se han hecho cargo, los gobernantes capitalistas de Rusia serán puestos a prueba. Queda por ver si pueden controlar y contener a los patrones sirios, turcos y los kurdos y a la misma vez prevenir un avivamiento de ISIS. Pero la pesadilla para los grandes fascistas liberales es que Rusia ahora está dando forma a los acontecimientos en el Medio Oriente, una región geopolíticamente crucial. Los principales jefes del ala financiera no pueden aceptar este realineamiento sin luchar. Tendrán que responder militarmente en la región, lo que se suma a su urgencia de eliminar a Trump para las elecciones de 2020, si no antes.
“Fortaleza América” versus el orden mundial liberal
Foreign Affairs, el diario del grupo de expertos sobre política exterior de los gobernantes liberales, el Consejo de Relaciones Exteriores, ha atacado implacablemente la política de Trump en Oriente Medio. En un artículo reciente titulado “Desastre en el desierto”, Martin Indyk rompe el plan del equipo de Trump de descargar la responsabilidad de contener a Irán y vigilar la región volátil sobre los aliados de EE. UU. Israel y Arabia Saudita (noviembre-diciembre de 2019).
En 2016, el libertario Instituto Charles Koch alertó contra armar a los rebeldes sirios anti-Assad: “[Para] asegurar [que] las decisiones realmente sirvan a nuestros intereses estratégicos vitales, los líderes estadounidenses deben considerar las dificultades de entrenar a las fuerzas rebeldes incontables y perseguir ... el cambio de régimen en el Medio Oriente. Estas decisiones pueden acarrear altos costos fiscales para los Estados Unidos ... “.
Trump aprovecha cínicamente los sentimientos contra la guerra de decenas de millones y los retuerce para obtener apoyo para la estrategia Fortress America del ala doméstica. Los pequeños fascistas como los Kochs no tienen ningún problema con el envío de aviones no tripulados de los EE. UU. para bombardear a civiles: asesinatos en masa a bajo precio. Pero no quieren pagar la factura de impuestos de una guerra terrestre en el extranjero para proteger las inversiones de los grandes fascistas. Están dispuestos a pasar a un segundo plano y esperan que los jefes rusos se atasquen en el atolladero de Siria.
Guerra imperialista vs. revolución comunista
En respuesta al abandono por parte de Trump de los rebeldes kurdos que ayudaron a Estados Unidos a detener al ISIS en el norte de Siria, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó una medida bipartidista que condena el ataque de Turquía. Los republicanos en el Senado de los Estados Unidos, por otro lado, mantienen sus planes desconocidos. A pesar de que los demócratas avanzan con su juicio político, la base de Trump se mantiene firme. Si los republicanos piensan que pueden mantener su mayoría en el Senado en 2020 detrás de Trump, continuarán apoyándolo. Si ven que Trump cae y amenaza con llevarlos con él, pueden unirse a la medida para deshacerse de él. Si bien la división entre los grandes fascistas y los pequeños fascistas es primaria, el oportunismo de los políticos títeres de los patrones no puede ser sobreestimado.
El mundo está nadando en volatilidad, desde la inminente lucha de destitución de Trump hasta las rebeliones masivas en Líbano y Chile y las crisis de refugiados en Siria y América Central. Los trabajadores no tienen nada que ganar al aliarse con un conjunto de gobernantes capitalistas “menos malos”. Mientras los patrones se preparan para su guerra mundial, la clase obrera internacional debe prepararse para destruir el sistema capitalista. Solo el comunismo puede acabar con el flagelo del imperialismo y crear un mundo donde las guerras con fines de lucro se conviertan en un recuerdo lejano.
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Siria ofrece un ejemplo clásico de lo que le sucede a la clase trabajadora cuando la rivalidad inter-imperialista se combina con el robo local. Se estima que 400.000 trabajadores fueron asesinados y más de la mitad de la población se convirtió en refugiados, con cinco millones obligados a huir del país. Bajo Barack Obama, los imperialistas estadounidenses fomentaron la “Primavera Árabe” y convirtieron una rebelión de 2011 contra el brutal régimen de al-Assad en un baño de sangre. Para contrarrestar a los matones regionales en el norte de Siria como ISIS, los terroristas estatales de los Estados Unidos armaron a sus propios matones, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG). Turquía organizó una milicia competitiva contra Assad. Irán envió miles de tropas a Siria para apoyar a Assad.
En 2014, cuando ISIS invadió grandes secciones del este de Siria y el norte de Irak, la administración Obama lanzó una campaña de bombardeos para vencer a los terroristas más pequeños. Al año siguiente, Obama envió tropas a Siria. Después de que Rusia intervino en 2015 para apuntalar a Assad y sus partidarios iraníes, que en ese momento estaban perdiendo la guerra, ISIS y la mayoría de las otras fuerzas rebeldes fueron aplastadas. Pero el YPG, más tarde denominado las “Fuerzas Democráticas Sirias”, sobrevivió con la protección de Estados Unidos para reclamar y controlar la región noreste de Siria. Con la retirada de Trump, el futuro de YPG está en duda. Lo mismo puede decirse de millones de civiles kurdos, que históricamente han sido víctimas de violencia racista en Siria, Irak y Turquía.
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Los Grandes Fascistas pagan alto precio por juicio político al Trump de Pequeños fascistas
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- 26 Octubre 2019 104 visitas
La pelea entre los grandes y pequeños patrones fascistas aumenta mientras Trump retira las tropas estadounidenses de Siria. La decisión de los grandes patrones fascistas liberales de continuar con el juicio político contra Trump esta destrozando la institución de la presidencia. Trump se revela tal cual es, un interesado oportunista, quien llego a un acuerdo para servir a sus amos, los pequeños patrones fascistas. El segregacionista, arquitecto de las encarcelaciones masivas, Joe Biden, también es desenmascarado como corrupto, ya que su hijo, Hunter, se ha estado haciendo rico gracias a su nombre.
Esta pelea interna devela las instituciones patronales. Ambos lados están mostrando los cínicos chantajes y acuerdos que diariamente se dan tras bambalinas. Ningún otro presidente, de ahora en adelante, estará exento de la duda sobre su propia corrupción o ser servil a un grupo u otro de patrones. Mientras la casa de la clase dominante estadounidense se encuentra envuelta en crecientes batallas entre las facciones fascistas, para nuestra clase solo nos queda avanzar rechazando los sobornos o falsas esperanzas ofrecidas por cualquiera de estos asesinos. Nosotros debemos luchar por la revolución comunista y el poder obrero.
El daño causado por el juicio político muestra la desesperación de los grandes patrones fascistas liberales por recuperar el control de la presidencia. En los últimos 70 años un tremendo poder se ha concentrado en la Casa Blanca. La presidencia Trump se ha convertido en un sostenido golpe contra las instituciones de – la CIA, OTAN, y NU – asegurando un orden mundial dirigido por los imperialistas estadounidenses existente desde la Segunda Guerra Mundial. Durante todo este tiempo los poderes concentrados en la Casa Blanca han aumentado convirtiéndola en el premio mayor del poder de la clase dominante estadounidense. La clase dominantes estadounidense se ha convertido en la mas poderosa y letal de la historia dentro del ecosistema de estas instituciones.
Esta situación sirvió a los grandes fascistas cuando ellos tenían el control del sistema. Pero recientemente, los grandes patrones fascistas liberales vieron que una presidencia fortalecida era la forma de controlar a los pequeños fascistas, los patrones domésticos. Esta es una propuesta dentro del reporte Hart Rudman, la cual habla de minimizar el poder de la Cámara de Representantes, donde los pequeños fascistas habían ganado el control de muchos distritos, a través de la creación de juntas directivas nacionales del presidente y el liderato de la Cámara y el Senado (Reporte Hart Rudman 2001).
Conforme los pequeños fascistas adquirían poder y se tomaban el Senado, los grandes fascistas miraron hacia la presidencia como su línea de choque. En 2016, pensando que Hilary Clinton seria electa presidente, William Howell, experto liberal sobre la presidencia de la Universidad de Chicago, decía que debería darse mas poder a la presidencia; “Si [el presidente debería tener mas poder]…porque…el Congreso canaliza intereses locales a corto plazo” (U of Chicago Big Brains podcast ep. 27). Ahora que los pequeños fascistas tienen control de la Casa Blanca, Howell y el resto de los grandes fascistas que lo apoyan han cambiado de opinión diciendo; “existen algunos poderes que el presidente...tiene…que deberían ser disminuidos…La capacidad del presidente de politizar el Departamento de Justicia es profundamente problemático. Los poderes de perdón del presidente son profundamente problemáticos, y los poderes unilaterales del presidente son heterogéneos (U of Chicago Big Brains podcast ep. 27).
El patriotismo liberal es una fachada del creciente fascismo
Los grandes patrones fascistas liberales, saben que podrían estar mordiendo su propia cola al destruir esta institución, “Los demócratas podrían arrepentirse…de lastimar la presidencia cuando el sucesor de Trump tenga que enfrentar el creciente poder global chino, el revanchismo ruso, la búsqueda de hegemonía regional iraní, y la proliferación nuclear de Corea del Norte” (John Yoo, NYT 24/9). Si los grandes fascistas pueden recuperar el control de la Casa Blanca, podrían tratar de reconstruir la institución. No nos sorprendamos si deciden avanzar con el modelo propuesto en el reporte Hart Rudman, de una pandilla de fascistas al frente, o alguna forma de renovación para cimentar su control del poder.
La incapacidad de los grandes patrones fascistas liberales de asegurar el control de la Casa Blanca, y la ilegitimización de la Presidencia es un gran retroceso para los grandes patrones fascistas liberales. Históricamente los patrones estadounidenses han usado la presidencia como su fachada cuando envían a la clase trabajadora a asesinar y morir por los intereses patronales. Muchas mas guerras se vislumbran en el horizonte conforme los patrones chinos y rusos presionan al imperialismo estadounidense alrededor del mundo. Un presidente ilegitimo presenta graves problemas políticos para los patrones.
Para reconstruir la confianza en su decrepito sistema capitalista los grandes fascistas tratan de usar los movimientos liberales que dirigen para promocionar la consigna fascista de “patria primero”. Para la clase trabajadora seria devastador creer en la promesa de la unidad de clase con los grandes fascistas liberales alrededor del mundo. Nuestra consigna, hoy y siempre, deberá ser: poder para la clase trabajadora, luchemos por el comunismo.
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Grandes Fascistas en Acción – Política de Inmigración Estadounidense
Los Grandes Fascistas son el ala liberal/imperialista/financiera de la clase dominante estadounidense. Su plan es llevar a cabo un fascismo multicultural mas extenso y devastador, para disciplinar a sus enemigos en la clase dominante y atacar a la clase trabajadora en preparación para las guerras mas extensas contra sus rivales imperialistas.
La inmigración es solo un aspecto de lo peligroso que son los grandes fascistas. Cuando un sistema de vigilancia fascista llamado SBI fue implementado en Tucson en 2006 a 2011, los migrantes fueron encausados a tierras impregnadas de desiertos que convertían el suroeste de Tucson en una “tierra de tumbas abiertas” donde mas de 1,200 migrantes obreros perecieron durante el periodo en que la red SBI fue implementada (thehill.com, 11/2/19). Hoy, los demócratas, fingiendo ser pro-inmigrantes, apoyan una propuesta similar la de “fronteras inteligentes” contraria al muro propuesto por Trump, “combinando sensores remotos, torres fijas integradas, drones y otros recursos de inteligencia” y “crear una barrera tecnológica tan alta que no podrá ser saltada, tan ancha que no podrá ser rodeada, tan profunda que no se podrá pasar por debajo” palabras de James Clyburn, el demócrata #3.
La Identificación Real, es otro ejemplo de del gran fascismo del ala liberal, financiera, de a clase dominante estadounidense. Las organizaciones masivas dirigidas por los liberales han promocionado arduamente para que los indocumentados tengan una identificación gubernamental en las ciudades santuario. En doce estados y DC, a los indocumentados se les ha otorgado licencias para conducir. Ahora resulta que ICE utiliza este documento para organizar sus redadas en el estado de Washington (NYT,3/10/19). Y pronto, todos tendrán que tener una “Identificación Real” nacional para poder viajar en avión. Mientras que trabajadores bien intencionados lucharon por el ‘derecho’ a una ‘identificación para todos’ los grandes fascistas alinean a toda la sociedad por una forma estándar de identificación gubernamental que denote el estatus migratorio.
Trump ha construido un movimiento racista anti-inmigrante masivo. Llamarlo pequeño fascista no disminuye su peligro para nuestra clase. Mientras tanto los grandes fascistas convierten el movimiento antirracista, pro-obrero de las fuerzas anti-Trump en un movimiento que atacara a los trabajadores de manera mucho mas peligrosa de lo que Trump podría imaginar. Se presentan dos opciones a los trabajadores, ambas son fascistas. PLP debe ofrecer una tercera opción y esta deberá ser comunista.
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Justicia para Leonard Shand significa comunismo
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- 26 Octubre 2019 78 visitas
CHICAGO, 23 de octubre—30,000 obreros de la educación de Escuelas Públicas de Chicago están en huelga en contra de las condiciones de aprendizaje racista afectando a más de 300,000 estudiantes, la mayoría que son negros y latinos. Una mezcla de obreros de educación multirracial e inter-generacional hizo marchas diarias, manifestaciones y eventos públicos de interés. Esto muestra el potencial de unidad de la clase obrera y la fortaleza en una de las ciudades más segregadas de EE.UU.
Estamos aprendiendo a luchar en contra de las escuelas racistas capitalistas y luchando a aprender cómo solo la educación comunista puede proveer una educación de calidad para los estudiantes. Esta lucha audaz antirracista está en riesgo constante de ser vendida. Como todas las reformas, la lucha se compromete cuando la clase obrera solo confía en los patrones y los liderzuelos de los sindicatos quienes ultimadamente le sirven al sistema.
Sesión de lucha de clases
Los obreros de la educación lanzaron una huelga el 17 de octubre. Los maestros hicieron mezclas de canciones populares como la de Lizzo “la verdad duele” para que entre en la lucha de contrato. En una escuela, los maestros hicieron una reunión de baile para bloquear el tráfico. Facebook se ha sobrellenado con videos mostrando marchas de creatividad de la clase obrera. Aun así, otros lideraron marchas por barrios y propagaron conciencia de clase. Obreros de otros sindicatos y organizaciones comunitarias se unieron a las acciones y añadieron su propio carácter a los piquetes.
Unidad estudiantes-padres-trabajadores
La huelga galvanizo a estudiantes jóvenes e inspiraron veteranos y educadores retirados a continuar la lucha. En una marcha de solidaridad, un maestro joven del PL condeno los ataques racistas a la educación de los estudiantes negros y educadores por medio de eliminar fondos y cierres de escuelas continuos.
Ha habido apoyo inmenso de parte de los estudiantes, padres y otros obreros en la ciudad. Los patrones trataron de crear una brecha entre los maestros y los padres, pero fallo. Los estudiantes y padres han estado en la línea de piquete sin disculparse apoyando a los maestros. En la escuela donde PListas han estado organizando, ayudamos en tocar puertas y en alcanzar la comunidad. Fue esencial para continuar la huelga y crear apoyo masivo entre los obreros de la educación, padres y estudiantes.
Comunistas del Partido Laboral Progresista (PLP) internacional trajeron solidaridad a los huelguistas. La huelgas pueden ser escuelas para el comunismo y demonstrar el poder potencial de la clase obrera. Estamos activamente trabajando dentro de la huelga, buscando para empujar los límites más allá de las metas de reforma. Combatimos por la línea de que la educación es valiosa para las masas es una quimera bajo el sistema racista de ganancias.
Aplasten el racismo y límites del reformismo del sindicato
En su base, la huelga es un movimiento antirracista en contra de las condiciones deplorables racistas que es la norma dentro de las escuelas bajo el capitalismo. En 1995 se pasó una ley racista que severamente limito las razones por las que podían hacer huelga los maestros de Chicago.
Pero, como resultado del combate (en contra del terror policiaco, deportaciones, y gentrificación), la lucha para mejorar las condiciones en las escuelas se ha expandido más allá de las demandas económicas. Las demandas reflejan la idea que las condiciones labores de los maestros son las condiciones de aprendizaje de los estudiantes – emplear trabajadores sociales y enfermeras, clases más pequeñas, un sendero a viviendas asequibles para miles de estudiantes y más.
La trampa liberal
No importa como de bien intencionadas sean las demandas, los patrones no protegerán los estudiantes de la clase obrera. Los demócratas y republicanos ambos les han hecho la guerra a los estudiantes y obreros indocumentados por medio de detenciones masivas y deportaciones. Y con la movida de Chicago de volverse en una “ciudad global” (lea: re segregación y gentrificación), más desplazamiento de obreros negros y latinos seguro sigue (The Atlantic, 3/28/18).
Se debe entender el contrato dentro de este contexto: el alcalde liberal Lori Lightfoot ya está celebrando $250 millones de dólares de “cambio trasformador” que le llegara a comunidades explotadas en los lados Sur y Oeste (Chicago Sun Times, 10/22).
Ni el alcalde racista Lightfoot ni el liderazgo de CTU (sindicato de maestros de Chicago) asegurara condiciones de aprendizaje para los estudiantes antirracistas. Así es la naturaleza de las instituciones capitalistas. En vez, el liderazgo del sindicato aceptara algunas reformas menores, después canalizo la base de vuelta a los salones. Los patrones del sindicato continuaran a guiar a los obreros a los campos de los liderzuelos liberales pro-capitalistas como Bernie Sanders, Elizabeth Warren y Jesse Jackson.
Nada justo bajo el capitalismo
Las manifestaciones hacen un llamado por un “contrato justo,” pero nada es justo bajo el capitalismo. Por definición, los obreros no pueden mantener el valor verdadero de su trabajo. Sin el robo de salarios, no hay ganancia para los patrones. Este sistema de ganancias es la base de la educación para los niños de la clase obrera.
Aun así la lucha para un nuevo contrato el sindicato empuja bajo el mal liderazgo del sindicato como la culminación de la lucha. No importa que los patrones violen ningún contrato cuando quieran, porque aún tienen el poder estatal (y usan la policía, los medios, cortes y el ejército para ejercer el poder).
Si violan el contrato, ¿Qué va a hacer el mal liderazgo del sindicato? Empujan más allá de los límites que han puesto los patrones o empujar los obreros a arbitración legal? Nos aseguraran que se van afrontar nuestros problemas en la próxima lucha. Después desarman los obreros de su potencial de militancia y la reforma capitalista continua.
Lucha para aprender, aprender a luchar
La historia muestra los avances en la educación para las masas se hicieron en periodos revolucionarios con comunistas y obreros a cargo. Después de la Revolución Bolchevique, la Unión Soviética transformó a una sociedad agraria analfabeta a una nación industrializada avanzada dentro de la gran longitud de una generación. Durante la Gran Revolución Proletaria Cultural en China, el mundo fue testigo de la campaña más grande de alfabetismo en la historia humana. Millones de estudiantes jóvenes de las ciudades viajaron por los campos para romper barreras entre el trabajo manual y mental.
Este es un legado revolucionario que el PLP comunista busca aprender y construir en esto. Obreros, estudiantes, padres – únanse a nuestra lucha internacional. ¡Lucha para aprender, aprende a luchar!