El infierno capitalista está azotando a la clase trabajadora de Pakistán. Cientos de miles de trabajadores se manifiestan en las calles todos los días, oponiéndose al dominio patronal de sus vidas. Están luchando contra el desempleo masivo que se ha incrementado en un 43% desde 1999. Alrededor del 75% de la población del país de un total de 180 millones (la sexta más grande en la tierra) no gana más de 2 dólares al día. Mientras que Pakistán tiene el séptimo ejercito más grande del mundo y un arsenal nuclear, 110 millones de personas se ven en apuros para comer, incluso dos comidas al día.
De sus diez millones de obreros industriales, la mitad son controlados por falsos sindicatos de empresa, esencialmente, títeres de los empresarios, mientras que la otra mitad los trabajadores están excluidos de la dirección sindical por completo. Dieciocho millones de trabajadores agrícolas están completamente desorganizados. El trabajo infantil se está extendiendo. No hay electricidad de 14 a 22 horas al día y no hay gas natural durante dos o tres días a la semana.
Las industrias están cerrando y huyendo a niveles salariales incluso más bajos en Bangladesh. Los precios inflacionarios de los productos básicos han subido de entre 300 y 500 por ciento.
Las mujeres, que constituyen la mitad de la población, son el blanco de asesinatos en nombre del “honor” por costumbres religiosas y culturales patronales y se enfrenta a ataques de ácido en la cara, tortura, violaciones en grupo, matrimonios forzados y prostitución forzada. El 50% son maltratadas físicamente, 15% sexualmente y 90% psicológicamente.
Trabajadores de hornos no tienen ningún derecho en absoluto. Cada miembro de la familia se ve obligada a trabajar de 12 a 18 horas al día y sufren la esclavitud virtual, vendida por un propietario a otro.
Cada vez que los trabajadores hacen huelga en contra de muchas de estas condiciones horribles, los patrones desvían su lucha, planteando cuestiones tales como la “seguridad nacional” o la apertura o cierre de las rutas de suministro de la OTAN, así como la división de los trabajadores con el nacionalismo. (véase la parte II, próxima edición).
Recientemente, el gobierno inició una operación policial, supuestamente en contra de asesinos, pandilleros y terroristas étnicos / religiosos / nacionalistas. Pero la iniciaron en un barrio pobre de clase trabajadora llamada Liyari. El terror policial continuó durante diez días, la comunidad se defendió con fuerza y resistió la opresión policial, hasta que la operación se detuvo. Ahora la policía no puede ni siquiera entrar en el barrio.
La economía pakistaní se está desmoronando y haciéndose más dependiente del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, del Fondo de Apoyo USAID y del Fondo de Apoyo de Coalición para manejar este sistema capitalista asesino. Su deuda interna es de cientos de miles de millones, tiene la menor inversión extranjera en 60 años y mayores tasas de inflación. La clase capitalista gobernante de Pakistán intenta sostenerse mediante la intensificación de la explotación de la clase obrera. En la desesperación, algunos trabajadores se ven obligados a vender a sus hijos y órganos del cuerpo para escapar del hambre y la pobreza, y lamentablemente, muchos son llevados al suicidio.
Corrupción, terrorismo, limpieza étnica y nepotismo prevalecen en la política patronal en Pakistán, mientras que los patrones impulsan un presupuesto federal que sólo beneficia a los ricos. Un 20% de “aumento” a sueldos del sector público es un recorte salarial por la inflación del 300%. Peor aún para los trabajadores del sector privado que ni siquiera reciben un salario mínimo anunciado por el gobierno.
Los partidos electorales patronales luchan por el poder con el fin de captar más beneficios para ellos. Sus elecciones utilizan a las masas trabajadoras en nombre de la democracia, pero en realidad para mantener la dictadura de la clase dominante capitalista que explota a la clase obrera, incluso con más fuerza. En varias provincias la patronal está utilizando el nacionalismo como una importante herramienta para dividir a nuestra clase con el fin de prevenir la rebelión:
• Baluchistán - Los gobernantes provocaron un levantamiento en que miles de trabajadores fueron asesinados o desaparecidos. Esta provincia es la más grande de Pakistán, posee inmensos recursos y es de gran importancia geoestratégica para los imperialistas internacionales, comparte fronteras con Irán y Afganistán, y tiene un puerto de nueva construcción. Dado que la presencia de fundamentalistas es relativamente baja y la mayoría de la gente tiene una perspectiva progresista, los patrones están alimentando el fuego del nacionalismo para dividirlos.
• Punjab - El nacionalismo va a dividir a esta provincia la más poblada de Pakistán, con la creación de una nueva provincia Saraiki que tiene un gran número de grupos extremistas y fundamentalistas, lo que llevará a más destrucción a y caos, empeorando la ya tambaleante economía del país.
• Sindh - El nacionalismo está muy extendido en esta provincia, la segunda mayor de Pakistán en población. En los últimos cinco meses, 880 personas han muerto en Karachi, la ciudad más grande de la provincia. Como consecuencia de la rivalidad entre partidos en el poder disputándose el control de diferentes partes de la ciudad. Representan grupos involucrados en la apropiación de tierras, trafico de armas, narcotráfico, extorsión, secuestro y rescate.
Estos patrones provocaron una guerra entre el sindhi y las poblaciones de habla urdu. Los partidos nacionalistas usan sus activistas de clase trabajadora para matarse unos a otros. Muchos están perdiendo sus vidas en combates entre diferentes grupos étnicos. Karachi es una ciudad portuaria utilizada por la OTAN para enviar suministros y, curiosamente, 7000 contenedores han desaparecido aquí.
• Kyber Pukhtoonkhawa - El nacionalismo está en el origen de los enfrentamientos entre dos grandes grupos étnicos, los Pukhtoons y los Hazarawals. Sufren de ataques terroristas, también los bombardeos estadounidenses con aviones no tripulados. Las fronteras con la provincia afgana y China es un campo de batalla de la “guerra contra el terror.” Se trata de un refugio seguro para los diversos grupos terroristas que luchan a favor o en contra del imperialismo de EEUU, especialmente en el territorio de las FATA.
Pakistán se ha convertido rápidamente en un laboratorio para el nacionalismo, el racismo, el fundamentalismo y el sexismo, cuyos resultados no tardaran en ser aplicados por otros patrones en todo el mundo. Pero también ofrece oportunidades cada vez mayores para construir una base para la PLP en todas partes - en las fábricas, granjas, oficinas, universidades, pueblos, hornos, entre las mujeres y los trabajadores asalariados. El partido se esfuerza por estar cada vez más involucrado en la lucha de clases en estas áreas, organizando clubes de PL.
En medio de esta pobreza, discriminación, injusticia, explotación, desempleo masivo y de género, sólo un PLP internacional luchando por la revolución comunista podrá liberar a la clase obrera de estos males del capitalismo.
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Pakistan: Obreros Airados por la Maquina Nacionalista Asesina de los Jefes
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- 21 Junio 2012 114 visitas