BRONX, NY, 17 de Noviembre — Esta noche nos congregamos masivamente en nuestra protesta y marcha semanal denunciando el asesinato racista del joven de 20 años, Reynaldo Cuevas, a manos del Departamento de Policías de Nueva York (NYPD) La próxima vez que la policía cacaree la repúgnate mentira que su trabajo es “proteger y servir”, debemos recordar el asesinato de Reynaldo, y cómo acribillaron a otro inocente joven, cuyo único crimen fue “vivir siendo Latino”.
El 7 de septiembre, Reynaldo y su tío terminaban de trabajar en su bodega familiar cuando se dieron cuenta que se estaba perpetrando un robo. Tres ladrones armados los obligaron a tirarse al suelo. Cuando llegó la policía los dos trabajadores aprovecharon para escaparse y ponerse a salvo. O por lo menos, eso pensaron. El tío de Reynaldo salió con las manos en alto, con Reynaldo detrás. Un video de seguridad muestra claramente que Reynaldo se cae al pavimento tratando de evitar al policía Ramysh Bangali. Bangali se le echa encima, le apunta a la cabeza con su pistola y dispara, matándolo.
Esto no fue un accidente. Es parte del entrenamiento básico que recibe la policía racista: Tratar a todo negro o Latino como a un criminal, especialmente a los jóvenes. Este terror patronal se usa para forzar a que los trabajadores negros y Latinos acepten salarios de hambre. A pesar de las lágrimas falsas y disculpas del Alcalde Bloomberg y del Jefe de la Policía KKKelly, a Reynaldo lo acribillaron con inquina, como dijera su tío con amargura, “como a un perro”.
Pero el racismo no termina allí. Ana Cuevas, la madre de Reynaldo, todavía está lamentando la perdida de su esposo quien, hace dos años, cayó acribillado en la República Dominicana, victima inocente de otro robo. Ese caso también resuma racismo. La Republica Dominicana es prácticamente una colonia del Imperialismo de EEUU, donde se promueve el turismo, las drogas y la prostitución por un afán del lucro barato. Algunos trabajadores desesperados se involucran en el crimen y toda la clase trabajadora paga por un sistema que funciona para maximizar el lucro de unos cuantos patrones que explotan y mantienen a la mayoría de trabajadores en la miseria. El “sueño americano” de una mejor vida para la familia Cuevas en los EEUU ha quedado al descubierto como una pesadilla racista.
En su pesar y rabia, la familia de Reynaldo valerosamente ha enarbolado la bandera de la protesta. Aprendiendo la lección de las luchas por Ramarley Graham y Shatel Davis, la familia Cuevas y sus partidarios han estado organizando protestas y marchas semanales frente al Precinto Policial 42, una semana por cada año de la vida de Reynaldo. Durante nuestra última protesta, varios trabajadores, hombres y mujeres, nos contaron sus propias historias de golpizas racistas que recibieron de la policía, mientras les gritaban insultos desde afuera de la estación
La familia Cuevas tiene razón de demandar el enjuiciamiento de Bengali por el asesinato de Reynaldo. Pero, así como gritan la consigna, “¡Sin justicia no hay paz, fuera policía racista!” también se debe reconocer que esta lucha debe ir más allá que el asesinato de un joven. Debemos ver estas luchas como parte de la construcción de un movimiento para acabar con la raíz del racismo: el sistema capitalista que necesita desesperadamente súper-explotar a los trabajadores negros y Latinos de quienes se lucra.
El Partido Laboral Progresista ha estado – y seguirá – participando en estas luchas para ofrecer ánimo, consuelo, apoyo y el liderazgo político necesario para acabar con el terror policial racista de una vez y para siempre con la revolución comunista. PARTICIPE CON NOSOTROS TODOS LOS SABADOS de 5 a 8 PM. Esquina de la Calle 169 y la Avenida Franklin en el Bronx.



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El Dilema de los Patrones: Necesitan el Terror Racista y también soldados negros y Latinos
Hay todavía otra cruel ironía en este caso. Reynaldo tenía planes de inscribirse en el ejército de EEUU. Su hermana, de hecho, estaba recibiendo entrenamiento básico con los Marines cuando ocurrió el asesinato.
Este hecho ilustra un problema central para la clase dominante que tenemos que tener bien claro: mientras que los patrones tienen a negros y Latinos aterrorizados en las ciudades para que se sometan a la miseria, también se ven obligados a armarlos para que se integren al ejercito, y maten y mueran en las guerras imperialistas producto de su afán de lucro.
Tenemos que convencer a los jóvenes trabajadores, como Reynaldo y Nicole, que todos los patrones son nuestros enemigos y que deben luchar del lado de la clase trabajadora, por una revolución comunista, antes que los patrones los masacren. Las legiones de soldados armados, negros, Latinos y blancos van a ser la fuerza esencial de cualquier revolución. El caso de Reynaldo Cuevas es parte de nuestra educación.