El 28 de junio, la Suprema Corte declaro constitucional la reforma de salud de Obama, la ley Affordable Care Act (ACA). Muchas voces “progresistas” aplaudieron esto como una gran victoria mientras que los “conservadores” del Partido del Te gritaron que la reforma del presidente era equivalente al socialismo y deberá ser aplastada. Otros reformistas de la salud señalaron que esta nueva ley, habiendo sobrevivido los desafíos de la corte, no servía de mucho. Doctores por un Plan de Salud Nacional (PNHP, siglas en ingles), por ejemplo, señalaron en un comunicado de prensa que la endeble reforma deja a 26 millones sin seguro medico y no da cobertura adecuada a millones mas.
¿Que lecciones pueden aprender los comunistas de todo esto? Primero, que ningún lado del “debate” representa los intereses de los trabajadores. Los racistas del Partido del Te, cacareando lo inconstitucional de la ley y diciendo que Obama es socialista son claramente enemigos de la clase trabajadora. Pero menos claro es que los políticos liberales como Obama no son mejores. En mas de 3 años de presidencia de Obama, la clase trabajadora sigue sufriendo devastadores ataques racistas, en el empleo, salud y educación – sin mencionar de las campañas sin precedente de deportaciones racistas que Obama a supervisado. Para los trabajadores, escoger a un grupo de patrones y políticos en vez de otro, es un error letal.
Para los comunistas, la consigna “A cada quien según su necesidad”, nos ha guiado desde los días de Carlos Marx. En otras palabras, no confiamos en ningún político, pues todos sirven a un sector patronal u otro. Su sistema, el capitalismo, no se basa en las necesidades de los trabajadores. El capitalismo siempre ha sido y será un sistema de ganancias, avaricia, racismo y sexismo. El capitalismo es un sistema en donde los trabajadores tienen un valor siempre y cuando puedan producir ganancias para el patrón. La lección principal de Obamacare (así se le llama a ACA) es que solo un sistema verdaderamente se basa en las necesidades de los trabajadores, el comunismo, con el cual obtendremos una vida decente y buena salud.
El PNHP explica porque la gente en EEUU no puede obtener la reforma de salud que necesita: “Porque la ACA perpetua un papel dominante para la industria privada de seguros. Cada año, esa industria desvía cientos de miles de dólares de la salud para sus ganancias y el papeleo que demanda de los doctores y hospitales; niega salud para poder aumentar sus ganancias y obstruye cualquier esfuerzo serio de controlar sus costos”.
El PNHP y otros críticos liberales de Obamacara han demostrado que eliminando los $400 mil millones de ganancias que se llevan las compañías aseguradoras pagarían por todo el resto de gente que necesita el servicio de salud. Ellos lo presentan todo en su página http://www.pnhp.org/resources/administrative-waste-consumes-31-percent-of-health-spending.
Pero lo que no mencionan es porque tan lógico y bien documentado cambio es imposible bajo el creciente fascismo – periodo que, entre otras cosas, incluye el disciplinar aun más a la clase trabajadora. Es decir, los trabajadores, aunque sufren grandes ataques, están aliados políticamente con los patrones. Primero, usando el racismo y el nacionalismo, convencen a los trabajadores de apoyar a “sus” patrones y políticos. Para los patrones esta alianza política es importante porque el creciente fascismo significa que los patrones están siendo atacados por sus rivales capitalistas.
En vez de mejorar el acceso a la salud para la clase trabajadora, en todo el mundo el sistema de salud esta siendo privatizado, eliminando el acceso para aquellos con poco dinero. En Suecia, un país que viene a la mente cuando alguien dice; “medicina socializada”, el primer servicio medico privado de ganancias empezó en la década de 1990. Según un estudio por Ake Bergmark de la Universidad Mid Sweden, “En el 2000, el Hospital St Görans’ en Estocolmo…se convirtió en el primer hospital general de emergencias en Suecia que se privatizo.”
La privatización en el Reino Unido, empezó bajo la administración Thatcher en la década de 1980, ha continuado con instalaciones públicas en Bretaña, sufriendo cada vez más la negligencia y falta de financiamiento. “Reformas de Mercado” similares en el sistema de salud publica se están viendo en toda Europa. En América Latina, el Profesor Howard Waitzkin de la Universidad de Nuevo México ha documentado el desmantelamiento de hospitales públicos y sistemas de salud en varios países, bajo presión del Fondo Monetario Internacional controlado por EEUU.
Quizás lo mas espántanos para la gente que aun asocia la palabra “socialismo” con China es el completo dominio de las fuerzas de mercado sobre la salud en China. La caída más dramática en las tasas de mortalidad que se han visto en un país grande ocurrieron en China en la generación que le siguió a la revolución comunista en 1949. La consigna en la medicina así como en otras esferas en esa época era; “Servir al Pueblo.”
En un nuevo hospital de niños en Lanzhou, China, los visitantes se sorprendieron al ver una enorme vitrina electrónica en la recepción mostrando los precios exorbitantes por los servicios médicos. En las unidades de cuidados intensivos de neonatos de China, según un articulo por Huanhuan Wang publicado este año en la Revista US Pediatrics, dos tercios de los infantes que mueren de fallo respiratorio, mueren al ser desconectados de las maquinas que los mantienen vivos porque sus padres no pueden pagar los costos. Claramente la consigna que se ha desarrollado en los últimos años es la que invento el líder chino pro-capitalista Deng Xiaping en los 80: “Hacerse rico es glorioso.”
Con esta tendencia mundial de privatización y las “reformas de mercado”, ¿es realista pensar que el acceso a buen servicio medico (o a la educación, transporte, vivienda, o empleo) es posible? Las reformas que crearon el sistema moderno de ayuda pública, con sus servicios gubernamentales de apoyo para mejorar el estándar de vida de los trabajadores, no ocurrieron por políticos de buen corazón. Estas reformas en Europa Occidental y otros países capitalistas ricos ocurrieron cuando la adinerada elite gobernante de estos países le temían a la posibilidad de una revolución.
Ellos temían que sus trabajadores siguieran el liderato de la clase trabajadora rusa y tomaran el poder por la fuerza. Suecia no invento la medicina socializada. Lo hizo Rusia. La Unión Soviética fue el primer país que convirtió la salud en derecho para todos los trabajadores, una innovación revolucionaria que ocurrió cuando los trabajadores tomaron el poder en 1917 la cual fue implementada con una extensa red de instalaciones de salud para principios de 1930, como lo describe en detalle Newsholm y Kingsbury en su libro de 1933, Medicina Roja (disponible en http://www.marxists.org/archive/newsholme/1933/red-medicine/index.htm).
Hoy las condiciones de vida están peor para las familias de la clase trabajadora en todo el mundo, ya que la Gran Recesión se profundiza y las condiciones fascistas se intensifican. Obamacare no tendrán gran impacto en esta realidad. Pero un nuevo y mejor mundo en donde cada obrero y obrera y cada niño y niña tienen la promesa de una vida saludable y productiva puede volverse realidad.
Esta realidad no será gracias a un bocón político capitalista que da el discurso perfecto o porque algún multimillonario da como “regalo” de caridad el dinero que le robo a los trabajadores. Este nuevo mundo será posible solo cuando los trabajadores luchen en una larga y sangrienta revolución para quitarle el poder a los explotadores que gobiernan el mundo hoy. ¿Es posible esto? Ya ha ocurrido dos veces en el último siglo. No existe razón alguna para que, en los próximos años, nuestro Partido no pueda aprender de estas revoluciones y dirigir una mejor y más duradera revolución por el poder de los trabajadores.
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OBAMACARE CAPITALISTA ES PELIGROSA PARA LA SALUD DE LOS TRABAJADORES
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- 02 Agosto 2012 108 visitas