HAITÍ
Puerto Príncipe, 28 de diciembre – El llamado para estudiantes y activistas llego a nuestros correos electrónicos muy temprano el miércoles por la mañana, 11 de diciembre:
¡Pónganse a trabajar! Esta mañana a las 7 am, los obreros se van a tomar las calles para demandar un salario mínimo de 500 gurdos [$11.30 por día]. Cada estudiante activista se espera afuera el parque industrial. Lo hicimos en el 2009 [la ultima lucha nacional grande por salario mínimo], lo podemos hacer de nuevo en el 2013. ¡Pasen el mensaje!
Fue el segundo día de demonstraciones de obreros en Puerto Príncipe por un día de salario mínimo de 500 gurdos ($11.3). La Alta Comisión de Salarios (CSS) lo había acabado de poner a 225 ($5). Cientos de manifestantes, mayormente mujeres, se reunieron al frente de La Sociedad Nacional de Parques Industriales (SONAPI) – la zona industrial de la ciudad capital- a marchar al Hotel Oasis en Pétionville. De hecho ese hotel lujoso en una área rica, algunos mandamases y miembros de CSS estaban conduciendo una reunión allí (Alterpresse, 12/11/2013). “ ¡ 500 gurdos! Ustedes no los quieren; pero nosotros lo queremos, lo queremos!” corearon fuera del hotel. Ese salario, de acuerdo con los manifestantes, “nos permitiría lidiar mejor con el alto costo de vida.”
Un auditor condeno el hecho de que “los patrones se han reusado a aumentar el salario mientras aumenta la tasa de trabajo y las horas de trabajo en las fabricas.” Los obreros, mujeres y hombres, denunciaron ambos el día laboral de más de 10 horas y sus equivocadamente llamados representantes en el CSS que fallaron a defenderlos. Buscaron el apoyo del parlamento en su lucha en contra del engaño de los de CSS, que está en el lado de los patrones. Demandaron un salario mas adecuado a sus necesidades. Mostraron unidad real en su lucha.
La lucha de salarios bajo el capitalismo es una lucha para sobrevivir. ¿Los obreros aquí están sobreviviendo bajo el capitalismo? Cada día encaran problemas peores; mientras el costo de vida sube, solo se ganan una miseria. Les falta acceso a comida, cuidado de salud, vivienda, educación - ¡todo! 225 gurdos al día es menos de la mitad del precio de un plato principal en un restaurante. ¿Cómo pueden los obreros mandar a sus hijos a la escuela cuando su salario diario no puede alimentar a siquiera una persona? La mayoría de obreros en Haití viven en áreas horribles sin electricidad, no seguridad. Todos los días viajan millas a pie para llegar al infierno que es su lugar de trabajo. No tienen derecho a ninguna forma de asistencia de bienestar.
Mientras tanto, los patrones se engordan de su labor: la industrial mundial de ropas y textiles tuvo en el 2011 ingresos de alrededor de $3 trillones (reportlinker.com), se puede imaginar la ganancia de los salarios tan bajos como estos en Haití o aquellos en Bangladesh. Puede ser una industria “madura” donde la tasa de ganancia está declinando, pero la miseria de los obreros de SONAPI todavía crea ganancias enormes para compañías imperialistas como GAP (2012 ingresos de $15.7 billones). El promedio mensual de gastos en ropa de residentes en la brillante Manhattan es $362 (treehugger.com), tres veces el salario de hacer ropa en la polvorienta Puerto Príncipe.
Esta lucha espontanea de obreros de la costura muestra la necesidad de unidad y organización, incluso si también revela el limite de maneras de organización de los obreros donde los lideres a veces están mas al lado de los patrones que en el lado de la misma clase obrera. Crea varias preguntas preocupantes. Políticos, especialmente ciertos diputados parlamentarios, se benefician de y quieren continuar haciendo ganancias de estas movilizaciones masivas. En el 2009, el combate por el salario mínimo hizo un diputado, Steven Benôit, tan popular que lo empujo a un puesto en el senado e incluso puede llevarlo a la presidencia. Y todavía los obreros y sus animadores quienes eran mayormente actores en su movimiento no ganaron nada de este. Este tipo de luchas sin un partido comunista para darles dirección están a la merced de oportunistas. Benefician políticos burgueses buscando poder político y económico.
La clase obrera, en Haití y Bangladesh, se vuelven una fuerza de tener en cuenta cuando ganan conciencia comunista política. Los obreros de Haití – de todo el mundo- se deben unir bajo el liderazgo del PLP comunista para terminar con la dictadura de los patrones en todos los pestilentes talleres de sudor de costura del Sur tropical y alrededor del mundo.