SEATTLE, WA. 3 de Enero —  Hoy, 30,000 trabajadores de Boeing, miembros de la Asociación Internacional de Maquinistas (IAM, siglas en inglés) Sección 751, votaron para negar la pensión a nuevos empleados y dejar que la Boeing congele sus propia pensiones en el 2016.  El contrato, no expirara el 2016, será extendido hasta el 2024.
Este es un gran paso en el crecimiento del fascismo donde los patrones gobiernan a través de la fuerza y el terror.  Boeing utilizo a políticos de ambos partidos y líderes sindicales para quitarles 70 años de negociaciones colectivas y ganancias económicas.  Esto lo hacen, en parte, porque pueden, pero más que nada, para enfrentar la competencia de poderes imperialistas internacionales.  Históricamente, estos desafíos han sido resueltos a través de la guerra.  
Para el 2024, el salario de entrada de empleos menos remunerados será el mínimo del estado, hoy en día es de $9.19 la hora.  Los aumentos serán de 4% en los próximos ocho años.  También, durante la vida del contrato, los pagos mensuales de servicio de salud aumentaran en $3,000 por año.  Boeing se reserva el derecho de reducir unilateralmente los beneficios de salud para evitar lo que llaman impuesto de lujo de Obamacare, al servicio de seguros de salud, por lo que lucharon los trabajadores del auto, acero y aeroespaciales.
Los trabajadores de Boeing votaron en contra del contrato con un margen de 2-1 el pasado noviembre.  Estos recortes fascistas vienen después de ataques similares en la industria automotriz y acerera, cuando esas industrias perdían miles de millones a sus competidores internacionales.  Muchos habían quebrado o estaban a punto de hacerlo.  Pero no la Boeing, la productora de aerolíneas comerciales más grande del mundo y segunda más grande en contratos militares.  En el 2013, la compañía gozo de un record de ganancias, con más de $400 mil millones en órdenes por entregar.  
El ejecutivo Jim McNerney, preferido de Obama para ocupar la presidencia del Consejo Exportador Presidencial, recibió $27.5 millones en compensación, un aumento de 20% (McNerney es un antiguo ejecutivo de las 3M y General Electric, es parte del consejo directivo de Proctor and Gamble y IBM.  Es consejero de Northwestern University.)  En noviembre, políticos del estado de Washington le dieron a Boeing $8.7 mil millones en recortes de impuestos, el paquete más grande que cualquier estado le haya dado a una sola corporación.  
Traición Sindical
Aun así, Boeing demanda concesiones draconianas y amenaza mover la producción de su jet 777X a una fábrica sin sindicato en Carolina del Sur, además de miles de empleos (y $25 millones de cuotas sindicales por año).  Buffenbarger, presidente de IAM, se alió a la compañía programo otro voto.  ¿De qué otra forma se puede aferrar a su salario de más de $300,000, o los nueve representantes internacionales de IAM, a quienes les pagaron más de $265,000, o el millón al año que se necesita para mantener el jet Lear del sindicato?
El contrato paso con unos 600 votos, 51-49%
Muchos no acudieron a votar porque se programó el voto cuando muchos miembros estaban de vacaciones.   Además, para endulzar el veneno, Boeing ofreció un bono de $15,000 por firmar.  
Desde la caída financiera del 2008, los sindicatos han tenido que desistir de las pensiones de nuevos empleados en la industria del auto, General Electric, Verizon, Honeywell, y ahora Boeing.  Jim Levitt, un maquinista de 35 años en Boeing, describió el “animo desalentador” de los trabajadores para apuntes Laborales.  “Estoy asombrado, no hubo una explosión.  Casi todos simplemente lo aceptaron…muy pocas pancartas, consignas, nada…Menos de 100 personas estaban en el lugar cuando se anunció la cuenta de los votos, fue un gran contraste a otras veces cuando hemos votado por un contrato.  Las pocas personas que vinieron al salón principal Seattle de Maquinistas (IAM) Sección 751 parecían anonadada cuando se leyó los resultados.  Solo uno o dos gritaron algo, y en un minuto el lugar se vacío.  Todo termino con un pequeño gemido.”
La pérdida de pensiones en Boeing es otro recuerdo doloroso de que no hay victoria garantizada, no hay seguridad posible mientras los patrones tengan el poder.  No necesitamos mejores políticos o nuevos líderes sindicales.  Necesitamos quitarles el poder a los patrones y construir un mundo comunista que llene las necesidades de los trabajadores.  Necesitamos construir un revolucionario PLP masivo, que pueda liderar a los trabajadores de Boeing y toda la clase trabajadora en una insurrección armada.  Este no es un sueño imposible.  Por muchos anos, trabajadores de Boeing han leído y distribuido DESAFIO y han apoyado nuestro movimiento.  Y muchos más lo harán otra vez.