El PLP siempre ha dicho que el racismo es un aspecto esencial del capitalismo a nivel mundial. Un ejemplo son los asesinatos de jóvenes negros pobres en Brasil, una noticia tan cotidiana que pocas veces llama la atención de los medios. Sin embargo, el otoño pasado hubieron graves disturbios en Sao Paulo por el asesinato “accidental” de Douglas Rodrigues de 17 años por un disparo de un policía que acudió a una simple queja por ruido. Douglas simplemente estaba caminando por la calle con su hermano de 12 años.
La propia presidenta Dilma Rousseff admito que la misma violencia que acabó con la vida de Douglas la sufren “millares de otros jóvenes negros”. Las organizaciones de Derechos Humanos, incluyendo el Consejo Nacional para la Igualdad reclamó medidas urgentes frente a lo que calificó de “genocidio de la juventud negra en Brasil”.
Hay mas de 60,000 muertes violentes cada año en Brasil. Según el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea), victimas negras o mulatas son dos tercios de estas. La tasa de homicidios para la población afrodescendiente se sitúa en 36,5 por cada 100.000 habitantes, mas del doble de la población blanca. De acuerdo con la Ipea, esta epidemia de asesinatos reducen de 20 meses y medio en la esperanza de vida de los ciudadanos negros.
Sobre todo la edad de las victimas es cada vez mas joven. En los 80 su edad media era de 26 años, en la actualidad se sitúa en los 20.Según el investigador de Flacso, solo en 2010 murieron por actos de violencia unos 35.000 afrodescendientes. Escribió, “Estos números deberían ser preocupantes para un país que aparenta no tener enfrentamientos étnicos, religiosos, fronterizos, sociales o políticos. Representan un volumen de muertes violentas muy superior al de muchas regiones del mundo que atraviesan conflictos armados”.
Criminalizando Jovenes Negros
Raquel Villadino, coordinadora del Programa para la Reducción de la Violencia Letal entre Adolescentes y Jóvenes de Rio de Janeiro, criticó el hecho de que solo el 8% de los programas de prevención de la violencia incluyan criterios raciales en su diseño. “El racismo -asegura- es un elemento estructural en la letalidad de la juventud negra. No solo estamos ante un proceso de criminalización de la pobreza sino, más en particular, de la juventud negra.
En últimos años la situación de violencia contra la clase trabajadora joven empeora. Millones de jóvenes negros están fuera de las escuelas y del mercado laboral. Esto constituye una población vulnerable a la posibilidad de verse envuelto en situaciones de violencia, puesto que tienen la vida poco valorizada para los patronos explotadores capitalistas. Pero el racismo hacia la comunidad afrobrasileña no se limita a la violencia física. La pobreza estructural es, sin duda, una de las grandes losas que pesan sobre ella. Según datos del gobierno federal, el 68% de los 81 millones de brasileños en situación de pobreza son negros o mulatos.
La discriminación racial adquiere en Brasil incluso contornos sanitarios. La psicóloga Crisfanny Souza, integrante de la Red Nacional de Control Social de la Población Negra, “prácticamente todos los índices de salud de la mujer negra son peores que los de la blanca. En una consulta sobre cáncer de mama, las negras son menos palpadas que las blancas, igual que reciben menos anestesia en el parto”.
El riesgo de un niño afrodescendiente de morir antes de los 18 años por dolencias infecciosas o parasitarias es un 60% mayor que un blanco, mientras que la posibilidad de morir por desnutrición son un 90% superior. Además, el sistema de salud público no está preparado para atender el problema que representan algunas enfermedades que afectan especialmente a la población negra, como la hipertensión, la anemia falciforme o la diabetes mellitus tipo II.
Aunque la esclavitud fue abolida en Brasil en 1888, el racismo continua a oprimir la clase negra. A pesar de una ley de acción afirmativa del 2012 de incrementar el número de estudiantes pobres y negros en universidades publicas, las universidades mas prestigiosas siguen siendo monopolizadas por estudiantes de la clase media y alta del prestigioso sistema de escuelas privadas. Escuelas públicas primarias y secundarias continúan deteriorándose.
En el Capitalismo no habrá           Igualdad de oportunidades
Las comunidades indígenas de Brasil en especial son vulnerables a violencia racista. Según el Consejo Indigenista Misionero, entidad vinculada a la iglesia católica, la violencia contra las comunidades indígenas se incrementó un 237% en el 2012. En su relatoría se incluyen homicidios, amenazas de muerte, tentativas de asesinato, agresiones, violencia sexual. En muchos de estos casos la pugna entre hacendados e indígenas por el control de la tierra se esconde detrás de estos hechos. En la última década, supuestamente 563 indios han sido asesinados – todo esto en una sociedad que se vanagloria del mestizaje como seña de identidad.
En mayo 2013, la cadena de televisión Globo conmemoraba el 125 aniversario de la abolición de la esclavitud en una parodia burlándose del movimiento abolicionista. Douglas Belchior, profesor de Historia, ataco el racismo de Globo TV, señalando que los 388 años de esclavitud supusieron el secuestro o asesinato de unos 7 millones de africanos y sus descendientes.
La historia de esclavitud en Brasil se trata de otro crimen contra la humanidad por parte del sistema capitalista en el mundo entero:
• Asesinato a cientos de inocentes mujeres, hombres y niños en Pakistán y Afganistán con sus
Depredadores ataques con aviones no tripulados (drones)
• Recortes de salario o beneficios de un 50%  para trabajadores de Detroit, mientras que Obama le daba miles de millones a los patrones del auto.
• Más trabajadores inmigrantes han sido deportados que en cualquier otro momento en la historia.
• Las escuelas en EEUU están más segregadas desde 1968, con Obama presionando por más escuelas chárter para segregar a la juventud.
• La policía continúa asesinando a jóvenes negros, incluyendo Ramarley Graham, Shantal Davis, Kirmani
Gray, Rekia Boyd, para mencionar algunos.
Debemos luchar contra el racismo y el sistema capitalista que lo crea. La justicia para todas las victimas del capitalismo solo llegara con su destrucción. Solo entonces podremos acabar con el racismo, sexismo y la división y explotación de la clase obrera. Solo entonces podemos acabar la desigualdad. Esta es la lucha del Partido Laboral Progresista. ¡Únetenos!