Mucho se ha escrito sobre los cientos de miles de millones en ganancias sacadas del comercialismo, los negocios de bienes raíces y costos de seguridad creados por las Olimpiadas en Sochi.  Sin embargo, su verdadera función es convencer a la clase trabajadora que sufre, que todos son ganadores bajo el capitalismo.  Los juegos están diseñados para fomentar un espíritu corporativo ferozmente nacionalista y la adoración de héroes que impulsa a los trabajadores a identificarse con las agendas patronales de ganancias y guerras contra países competidores, muy parecido a las Olimpiadas de 1936 en la Alemania de Hitler presagio de la Segunda Guerra Mundial.   
Las Olimpiadas y las Guerras por el Petróleo Destruyen las Vidas de los  Trabajadores
El antecedente de las Olimpiadas en Sochi es la guerra por el petróleo entre Rusia, primer productor, y EEUU, tercero.  EEUU en combinación con el número seis, Canadá, lideran la producción petrolera.  El oleoducto Keystone, casi terminado, desde Canadá a la Costa del Golfo en EEUU es básicamente para exportación a países pobres en energía como China e India, para que dependan de EEUU, no de Rusia.  EEUU apoya la lucha contra Rusia en Ucrania, cuyos oleoductos y gaseoductos suministran casi toda Europa.  La continua lucha de Rusia por los recursos petroleros de Chechenia, asesinando a más 160,000 rebeldes, le está costando a Rusia miles de millones en seguridad pues Sochi está cerca de Chechenia.   También EEUU tiene grandes costos de seguridad, por su guerra petrolera y sus operaciones asesinas de Fuerzas Especiales en más de 120 países, además de sus ataques con misiles drones.  Los barcos de EEUU están anclados en las costas de Sochi en caso de evacuaciones, les han ordenado a sus atletas no utilizar uniformes nacionalistas por miedo a retaliaciones por las millones de víctimas del imperialismo estadounidense.   
Se les han impuesto $51 mil millones en impuestos  a rusos empobrecidos para las instalaciones en Sochi, también desplazando  miles de trabajadores de viviendas públicas y granjas.  Otras olimpiadas también le han dado a corporaciones de bienes raíces el poder de desalojar a millones en muchos países como Brasil y China, mientras animan a otros capitalistas como EEUU,  que desplazo a miles de trabajadores en Brooklyn para el estadio Barclay y un complejo de apartamentos costosos.   En Rusia, 25 trabajadores han sido muerto en la construcción del complejo olímpico en Sochi debido a las condiciones laborales inseguras y los apuros.  A muchos miles de trabajadores aún no se les ha pagado porque el proyecto supero el presupuesto por $40 mil millones.  
Olimpiadas del Hambre
Muchos critican el proceso de reclutamiento de los atletas olímpicos, cuyo proceso los convierte virtualmente en esclavos corporativos y patrocinadores militares para recibir financiamiento y entrenamiento, convirtiendo el proceso en un escenario al estilo Juegos del Hambre.  Los niños atletas son separados de sus familias y escuelas por años y se convierten en propiedad de patrocinadores corporativos como Verizon, quienes controlan sus vidas totalmente, demandando una constante promoción de sus patrocinadores.  Los diseñadores de las olimpiadas demandan condiciones cada vez más peligrosas en la construcción de los eventos para producir nuevos records de emoción, como resultado, mas atletas mueren o se lastiman.   
Todos los Trabajadores Ganan       Con el Comunismo
El capitalismo produce pobreza masiva, desempleo y guerras imperialistas, junto a una economía desigual que permite que las 85 personas más ricas del mundo tengan más fortuna que la mitad de los más pobres y hambrientos del mundo (3.5 mil millones).  El comunismo es el único sistema en donde los trabajadores nunca pierden, y todos somos especiales.   Con el comunismo, la cooperación remplaza la competencia,  servir a los demás remplaza el servirse solo a uno mismo.   La búsqueda de metas socialmente útiles reemplaza las ganancias y el entretenimiento peligroso por un puñado de carreras lucrativas.   El PLP lucha por el comunismo, un sistema social que necesita que todos nos elevemos a la altura de nuestras capacidades y producir y compartir por igual según la necesidad.  ¡UNETENOS!