VARSOVIA, 23 de julio — Meet Marek. Él está en sus finales de los 50 y ha estado conduciendo un camión semi-remolque de 40 toneladas entre Europa Oriental y Europa Occidental durante los últimos 35 años.
Durante décadas, el de dos carriles R2 fue la única carretera entre Varsovia y la frontera alemana. Hoy en día, Marek impulsa la 454 kilómetros (280 millas), de cuatro carriles autopista de la dividida, la A2.
“Antes de 2004 [cuando Polonia entró en la Unión Europea (UE)], mi trabajo era más simple y mejor”, dice Marek.
“También me gané más. Hoy en día, no hay ninguna frontera por más tiempo, pero los salarios han caído. Muchos conductores se les paga por kilómetro. Ahora, su ingreso a menudo depende de la distancia que hay. Y el número y la gravedad de los accidentes han aumentado. “Algunos camiones se precipitaban a lo largo de 140 km / h (88 mph). Y “cualquier persona que conduzca el A2 ve regularmente los accidentes graves y otra vez”, dice Marek. “Frenar un camión de 40 toneladas no es cosa fácil.”
Por supuesto, el costo de los conductores de capacitación para la nueva supercarretera habría comido en beneficios. Y en cuanto a exceso de velocidad - así, el tiempo es dinero.
Uno podría pensar que la invención de una nueva máquina o la construcción de una carretera de cuatro carriles para reemplazar una carretera de dos carriles que mejoraría la vida. Pero no en el capitalismo.
Como comentó Karl Marx, “El objetivo de la aplicación capitalista de la maquinaria .... es un medio para la producción de plusvalía.” Profit, así de simple.
El propósito de la A2 es intensificar la explotación de los trabajadores polacos con salarios bajos. En abril de 2013 el salario mensual neto medio en Polonia fue de $ 945.
03 2011 El documento de la Comisión Europea “Frontier Economics”, dice, “Buena conexión de transporte es considerado como clave para apoyar la actividad económica y la inversión interna en las Regiones de Lodz y Wielkopolska .... [que] han atraído la inversión extranjera significativa de las organizaciones multinacionales en el sectores de la alimentación, distribución, fabricación eléctrica y de fabricación de automóviles “- Nestle, Unicom, Wrigley, Volkswagen y Skoda.
El A2 en sí es un capitalista fabricante de dinero. Construido como una asociación público-privada destinado al sector público (de la UE y el gobierno polaco) tomó el riesgo, mientras que las empresas privadas en el rastrillo de los beneficios.
Las empresas de la construcción pagan € 2500 millones ($ 3450 millones) para el tramo final de la A2, en gran parte procedentes del Banco Europeo de Inversiones. El resto provino de consorcios bancarios y los inversores privados, que recibieron una concesión de 40 años para operar la autopista de peaje.
Marek no es el único trabajador cuya calidad de vida se ha desplomado. Hoy en día, hay un restaurante de comida rápida (que pertenece a una cadena de EE.UU.) en prácticamente cada área de descanso A2. Un trabajador jubilado niega con la cabeza: “En el R2, siempre me detuve en un restaurante llamado Las Vegas .... Siempre había algo fresco para comer. Usted no consigue que aquí “.
A Las Vegas, Magda, 26 años, ha trabajado un turno de 12 horas en el antiguo R2 durante los últimos dos años.
“Mi turno empieza a las 7:20 a.m .... Limpiamos el área de descanso, comprobar la acción y, por supuesto, sirven a los clientes. Sin embargo, ... cuando el A2 se abrió, el número de clientes se redujo prácticamente toda la noche. “El jefe ha despedido a un tercio de los trabajadores.
El 4 de junio, el A2 fue nombrado oficialmente Libertad Carretera por el presidente polaco Broneslaw Pomerowski y presidente alemán Joachim Gauck.
Pero la libertad es sólo para los capitalistas.
Mientras exista el sistema de ganancias, el progreso científico y tecnológico se utilizará para aumentar la explotación de la clase obrera. La única respuesta realista es una revolución obrera para establecer el comunismo, cuando el progreso servirá para aligerar trabajo del día.