PHILADELPHIA, PA, Mayo 7 —  “¡A darle con lo mismo!” dijo Venetta mientras 50 de nosotros del local 1199C del sindicato de Trabajadores del Hospital retirados marchaban espontáneamente al hospital Jefferson demandando que los patrones paren sus ataques al Fondo de Beneficios y Pensión de nuestro sindicato.  Ya estamos viejos, y marchamos más lento, varios de nosotros con bastones, otros con tanques de oxígeno.  
Cuarenta años atrás, Venetta y muchos de estos trabajadores quebrantaron la ley, llenaron autobuses directo a la cárcel para conseguir el sindicato y los beneficios.  Ahora, retirados, Venetta y nosotros nos negamos a renunciar a la pensión y beneficios de salud que nos mantiene vivos y fuera de la extrema pobreza.  Pero como muchos de nosotros vemos, la crisis económica del capitalismo está creciendo y todas las guerras nos muestran que crecerá más.  
Porque la clase capitalista gobierna, no importa quien este en la Casa Blanca, ahora nos quitan todas las mejoras por las que lucho Venetta y nuestra clase.  “¡A darle con lo mismo!”  ¿Que podría ser más importante o una parte más orgánica de esta lucha  - no es un “problema externo” -  que el llamado del PLP para que  la clase trabajadora se deshaga de este carrusel capitalista y luche por una revolución comunista, donde la clase trabajadora dirige el gobierno por una sociedad igualitaria.
Teníamos planes de enfrentar al jefe de personal de Jefferson, sin embargo, las oficinas fueron cambiadas al 9º piso de un edificio más seguro, lejos del hospital.  Su antigua locación era de fácil acceso y el blanco de muchas marchas pasadas.  ¿Es por eso que movieron las oficinas de personal a un edifico más seguro?  No permitieron que 50 de nosotros subiéramos a sus oficinas y no quisieron bajar a reunirse con nosotros.  ¡Así que, nos reunimos en el lobby!
Después decidimos marchar al edificio de la Administración de Jefferson, permitiendo que nos vieran miembros del sindicato 1199C que estaban trabajando.  Aparentemente la seguridad de Jefferson está un poco oxidada pues se movían tan lento como nosotros – aunque tuvimos que esperar a que fueran al baño, (¡recuerden, no somos tan jóvenes!) – aun así llegamos antes que la seguridad llenara el área de espera y los pasillos.   
Un vice-presidente de Jefferson salió a reganarnos pero se arrepintió pronto de su decisión.  Los retirados lo abuchearon, especialmente una retirada, Jewel, de cinco pies de alto, simplemente le grito en su cara: “¡necesito mi medicina, necesito mi medicina!” lo repitió tanto y tan alto que el vice-presidente, de seis pies de alto, casi parecía llorar.  Cuando un teniente de seguridad corrió a la oficina, Jewel volteo y le grito, “¡yo conozco a tu mama!” “¡yo conozco a tu mama!” El oficial de seguridad retrocedió.  Después de un periodo de gritos, el vice-presidente prometió una reunión y pidió información del representante sindical que dirigió la marcha.  
Las apuestas en esta lucha son altas.  Nuestro sindicato es multirracial – negros, blancos, asiáticos, latinos.  Todos sufrimos. Pero nuestro sindicato es en su mayoría negro y el racismo capitalista significa un ataque más fuerte a estos hermanos y hermanas.  Si Jefferson y los patrones del hospital logran destruir nuestros fondos de beneficios y pensiones mataran a muchos miembros del sindicato, ¡eso es asesinato con alevosía!
La consigna de “¡A darle con lo mismo!” de Venetta nos dice que debemos salir del juego de la muerte del capitalismo.  Los capitalistas gobiernan, ellos tienen el poder estatal, es la dictadura de los patrones.  Nosotros necesitamos un gobierno de los trabajadores, una dictadura de la clase trabajadora.   Nuestras acciones futuras en esta lucha deberán tener como meta unirse al PLP para construir una revolución comunista, por una sociedad que termine la esclavitud asalariada.  Necesitamos una sociedad en donde los trabajadores viejos, todos los trabajadores, no sufran de pobreza ni hambre, ¡donde los trabajadores reciban su medicina simplemente porque la necesitan!