La represión fascista en contra de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, ocurrida en Iguala Guerrero el pasado 27 de septiembre, es un reflejo de la violencia que la clase patronal está dispuesta a implementar para imponer sus planes contra la clase trabajadora. En el ataque policiaco y paramilitar murieron 6 personas, entre ellas 3 estudiantes, hasta la fecha se encuentran desaparecidos 57 jóvenes.
Hechos como este serán más cotidianos conforme se agudice la crisis capitalista a nivel mundial y las potencias imperialistas rivales como EU, Rusia y China se alisten para una Tercera Guerra Mundial.
Un ejemplo de los efectos de esta crisis y los preparativos de guerra sobre la clase trabajadora en México, es la imposición de las reformas recientemente “aprobadas”: la energética le permite a EU tener un mayor control sobre los recursos energéticos (lo que es vital para EU en un escenario de guerra imperialista); mientras que la educativa y la laboral le garantizan el acceso a mano de obra super barata, calificada y dócil, lo que representa mayor opresión y explotación de los trabajadores.
La aprobación de las reformas antes mencionadas, tuvo como telón de fondo el terror fascista creado por el ejército, la policía y los cárteles delictivos; el apoyo de todos los partidos políticos electoreros; la pasividad de la clase trabajadora y la unidad de los principales grupos patronales de México y EU. Debido a sus efectos negativos, se espera que su implementación enfrentará más resistencia por parte de los trabajadores y mayor desacuerdo entre los grupos de la misma clase política y patronal que buscarán estar mejor posicionados para hacer negocios. Por esos motivos los patrones usarán más terror fascista para reprimir la resistencia de la clase trabajadora y disciplinar a su propia clase. .
Bajo este escenario de creciente fascismo y baja resistencia a los ataques patronales, son muy significativas las masivas protestas de los estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en contra de los cambios al reglamento interno y los planes de estudio. Esta lucha es parte de la resistencia de toda la clase trabajadora en contra de las reformas que ha impuesto la clase patronal, no se puede circunscribir solo a un asunto académico como algunos grupos pretenden, es un reflejo de la lucha de clases.
Los cambios que las autoridades y los patrones pretenden aplicar en el IPN son efectos de la reforma educativa que tiene como objetivo reprimir aún más la participación política de la comunidad politécnica, tecnificar la educación superior y atacar las condiciones laborales de los docentes. Esas reformas responden a la necesidad del sistema capitalista de recortar la matrícula en la educación pública para favorecer el negocio de la educación privada y convertir a las escuelas públicas en formadoras de mano de obra barata, calificada y dócil, para lo que son suficientes las categorías de técnico o técnico superior.
Bajo el capitalismo la educación es un negocio y uno de los principales medios para imponer en los jóvenes la ideología nacionalista, sexista, individualista y racista. La lucha de los estudiantes del Poli es una resistencia en contra de esos dos factores, la unidad que comienzan a forjar con otros sectores de los trabajadores y los estudiantes de otras escuelas como la UNAM, la UAM y la UAEM es determinante para enfrentar los ataques de las autoridades y la clase patronal. Debemos recordar que los estudiantes del Poli jugaron un papel clave en el movimiento estudiantil de 1968.
Los ataques que actualmente enfrentan los normalistas y los estudiantes del Politécnico no terminarán mientras exista el sistema capitalista. Para el capitalismo es esencial reducir al mínimo las condiciones de vida de la clase trabajadora porque es un factor determinante para que puedan maximizar sus ganancias. Los capitalistas van a intentar recortar a toda costa los salarios, las jubilaciones, las pensiones, los servicios de salud y educativos. Los trabajadores debemos luchar contra esos recortes, pero mientras los patrones tengan el poder político, económico y militar, la mayoría de las veces ellos ganarán.
Por eso debemos entender la necesidad urgente de organizarnos en un partido internacional no electoral, que dirija a millones de trabajadores a la revolución comunista para abolir al sistema capitalista opresor y formar una nueva sociedad comunista. Esta meta inspiró en el pasado siglo a millones de trabajadores por todo el mundo, incluidos muchos de los que participaron en el movimiento del 68. Honremos su memoria al renovar nuestra dedicación a luchar por una sociedad de igualdad social.
¡De Ayotzinapa al Casco, la lucha de la clase trabajadora por su liberación acabará con la opresión capitalista!
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Desde Mexico a EEUU al Medio Oriente Juventud Bajo Attaque
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- 20 Octubre 2014 79 visitas