Somos dos de 50 estudiantes, profesores y miembros de la comunidad que se plantaron hoy en el City College (parte de la Universidad de la Ciudad de NY) para demandar que el Centro Morales-Shakur sea devuelto a los estudiantes. Hace un año, sin aviso, la policía de la universidad se tomó el Centro – el cual, por años, ha sido un importante centro de reunión para los activistas – también se demandó la devolución de miles de dólares en propiedad que aún no se han devuelto.
Estudiante tras estudiante, hablaron elocuente y apasionadamente, sobre lo que el Centro significa para ellos. Era un lugar en donde las estudiantes compartían sus experiencias sobre el acoso sexual y la discriminación, un espacio en donde estudiantes negros y latinos podrían hablar sobre el racismo que encontraban en la universidad y en sus comunidades, y era un lugar vitalmente importante para organizar – se planeaban foros y manifestaciones, se escribían volantes y se discutía la política. También miembros de la comunidad utilizaban el Centro, para organizar campañas contra la gentrificación y la brutalidad policiaca.
Entre discursos se escuchaban las consignas “¡Sin Centro, no habrá paz!” y “¡Lucharemos, soñaremos, no seremos pisoteados!” Un facultativo le recordó a los estudiantes que la admisión abierta fue ganada en esta universidad en 1969 con una lucha militante – la toma de edificios en el campus sur de CUNY, colindando con Harlem. Para principios de 1990, en CUNY se registraban más títulos de maestría entre los estudiantes negros y latinos que en cualquier otra universidad del país. Pero eso empezo a revertirse, primero con la imposición de pago en 1976 y después al cerrar las admisiones abiertas en 1999. El porcentaje de principiantes negros en cinco de las universidades de CUNY bajo del 17% al 10% desde el 2001 hasta hoy, el porcentaje de principiantes latinos bajo del 22% al 19% hoy.
Sin embargo, los estudiantes de CUNY enfrentaron el cobro y el fin de admisiones abiertas con protestas masivas y militantes, las cuales han continuado a través de los años, contra los aumentos a la colegiatura. Una de las razones por las cuales se nos arrebató el Centro Morales-Shakur fue para negarnos un lugar donde organizar.
Otro facultativo señaló la segunda razón. La administración CUNY reintrodujo el ROTC en las universidades, un programa de entrenamiento militar para preparar reclutas – es decir – “para dominar las reglas básicas de obedecer órdenes.” Estas órdenes son las de ocupar y controlar países para el beneficio corporativo de EEUU. Cinco millones de asiáticos fueron masacrados en Corea en la década de 1950 y en Vietnam en 1960; My Lai, en Vietnam, fue uno más de los lugares en donde los soldados de EEUU siguieron las órdenes de “asesinar todo lo que se mueva.” Recientemente, soldados y oficiales siguieron las órdenes que dieron como resultado cientos de miles de muertes en Irak y Afganistán.
Como contraste, el Centro era un lugar en donde estudiantes negros, latinos, asiáticos y blancos, hombres y mujeres, gay y heterosexuales, se reunian para cuestionar y desafiar la autoridad y el estatus quo capitalista. Como el Centro era un lugar de pensamiento y actividad independiente, los oficiales de CUNY no lo podían tolerar. Eran una amenaza a sus planes de militarizar la universidad, (reclutadores militares y el ROTC, investigación de guerra y al criminal de guerra, David Petraeus, como docente) además de sacar a los estudiantes más pobres con el aumento a la colegiatura. El facultativo menciono que el PSC – sindicato del personal universitario – recientemente paso una resolución para que el ROTC sea retirado de CUNY.
Un antiguo miembro del Partido Panteras Negras hablo sobre sus experiencias en los Marines, en donde se avergüenza a los reclutas para que crean que son estúpidos y no valen nada, de esa manera logran que sigan las ordenes ciegamente. Su mensaje a los estudiantes fue: eres inteligente y vales mucho, eres capaz de luchar por una sociedad no para ser dominado por el “1% fascista.”
Estamos de acuerdo, pero para que eso sea realidad necesitamos construir un partido comunista revolucionario masivo, y es eso precisamente lo que el Partido Laboral Progresista está haciendo. Invitamos a los estudiantes de CUNY y a otros activistas a la Conferencia Universitaria del PLP el 8 de noviembre para discutir cómo vamos a luchar por un nuevo mundo.
Rojos de CUNY