Imagínate que tu casa va hacer entregado, sin tu consentimiento, a un hombre rico quien va a hacer con él lo que él le dé la gana y te tira en la calle. ¿Que dirás en ese momento? Esto es una realidad en Kéfir Shalem y Givat Amal, dos suburbios en Tel Aviv en Israel, adonde obreros Judíos son expulsados de sus casa para hacer espacio para los patrones Israelitas pare que puedan construir rascacielos. Estos dos suburbios adonde una vez fueron pueblos Árabes antes de la expulsión Sionista racista de los Árabes en el 1948, y ahora los obreros Judíos son los expulsados por los patrones Israelitas, una vez más en el nombre de ganancias. El destino de familias de clase obrera Judía en Givat Amal y Kéfir Shalem no es diferente de sus contrapartes Árabes en pueblos Palestinos de El Arakib, Dahamsh y varias vecindades en Jerusalén del Este adonde residentes Palestinos son desalojados para hacer espacio para los proyectos de asentamiento Sionistas.  
Debajo el capitalismo, el motivo principal de los patrones es de constantemente maximizar ganancias. A pesar de atribuir el Sionismo para promover unidad falsa de todo los Judíos, el destino de obreros Judíos no le interesa al gobierno Israelita o a los patrones multimillonarios quienes compran el terreno, Yitzhak Tshuva, y tan poco el destino de los obreros Palestinos que fueron expulsados en el 1948 así como hoy día.  
En el 1948, Givat Amal fue construido en las ruinas del pueblo Palestino, Jamasin, cual los residentes fueron expulsado y las familias de clase obrera Judía fueron traídos allí. Cada familia Judía que se mudo allí fue recibido con un apartamento por el parlamento Israelita en ese tiempo, apoyado por David Ben-Gurion, el Primerio Ministerio de Israel y el planeador atrás del genocidio Palestino. Cuando Tshuva fue preguntado en una entrevista para que comente en un discurso famoso de Ben-Gurion conteniendo las promesas varias, el respondió “[obreros deben] de ir a buscar para Ben-Gurion en el desierto.”
El costo de vida para obreros Judíos es bien alto, haciendo el prospecto de evacuación una sentencia de pobreza. Tshuva ha ofrecido a cada familia $150,000 que se vayan de Givat Amal, mientras que un apartamento de dos cuartos en la área metropolitana de Tel Aviv cuesta como $5-600,000. Para ese dinero, obreros Judíos son forzado a vivir 80 millas de Tel Aviv, forzando a muchos obreros huirse de sus trabajos y desarraigar toda sus familias enteras a un futuro de desempleo.
El mismo enemigo, la misma lucha
La lucha de los residentes en Givat Amal de salvar sus hogares es la misma lucha de los residentes Palestinos expulsados más de un siglo hacia atrás, y es la misma lucha de los obreros Árabes de El Arakib, Dahamsh y los vecindarios de ahora en Jerusalén del Este. Obreros Judíos y Árabes tienen el mismo enemigo -- la clase capitalista, quienes en Israel se esconden atrás de la máscara Sionista genocida de “Construir la tierra Judía.” Como comunistas tenemos que revelar la naturaleza fascista de este eslogan así como los Nazi “Mil Años del Reino” o del “Siglo Americano” de los EE.UU. por lo que son -- atentos para atraer a los obreros que apoyen a patrones locales en contra otros obreros.
Hasta cuando los obreros se unan los dos Árabe y Judío debajo la bandera roja del Partido Laboral Progresista, los dos van a vivir con botas en sus quejos -- grupos Islámicos/nacionalista Palestinos son sin salida para los obreros Árabe, y el Sionismo para los obreros Judíos. El Partido Laboral Progresista en Palestina así como otras partes del mundo organiza para unir a los dos obreros Árabes y Judíos y para que vean la conexión de sus luchas. Solamente una sociedad adonde el dinero es destruido pueden los obreros vivir y cuidar a sus familias sin miedo de expulsión o genocidio por la necesidad de ganancias -- ¡y solamente una revolución comunista dirigido por el PLP lo puede hacer!