La tan anhelada paz para los colombianos en nuevamente una farsa del  capitalismo y sus contradicciones en las cuales la clase trabajadora no tiene nada que ganar. Es tan descarada esta farsa que los damnificados de la guerra, desplazados del campo, victimas de asesinato, solo son espectadores de este proceso y la restitución va a ser solamente para los que están en la dirigencia política de la oposición y tienen influencia y prebendas. Por otra parte el interés de las multinacionales de la minería, el petróleo y todos los sectores que podrían invertir en Colombia a costa de la explotación de la clase obrera, con miserables salarios y pésimas condiciones además de cómo sucedió con el caso de Drumon.
Recientemente reprimen cualquier reclamo o lucha obrera asesinando trabajadores y líderes sindicales además de la violación de mujeres obreras y campesinos por sus ejércitos privados y oficiales que hacen evidente su carácter racista y sexista de explotación. El capitalismo Europeo, estadounidense y asiático quieren entrar a la repartición de la torta ofreciendo generosas donaciones para garantizar el pos conflicto pero los revolucionarios sabemos que solo compran su derecho a la explotación salarial de los trabajadores.
El capitalismo mundial esta en crisis y la bondad que quieren mostrar como la legislación de indocumentados en EEUU, la abolición de visas en Europa solo son estrategias para solventar su decreciente estado de ganancias. Debemos estar alerta ante estas coyunturas y no tomar partido por ningún bando capitalista, debemos organizar y luchar entorno al partido para ganar base comunista y en un futuro no muy lejano terminar con el capitalismo como la dictadura del proletariado.
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